Cómo es la titánica tarea que tiene el Gobierno para abastecer con billetes a una economía inflacionaria
Pese a que el Gobierno intenta bajar el ritmo del gasto público, hay una realidad: con la inflación en alza, no hay pesos que alcancen en el bolsillo y, por ende, el Banco Central debe darle todo el impulso posible a la "maquinita" de impresión de billetes de mayor denominación, para que no haya escases en los cajeros automáticos y en la calle.
De hecho, se acaba de conocer que el BCRA nuevamente pidió importar de urgencia papeles de $1.000, en este caso desde Brasil y España, para poder cubrir la demanda.
Desde el vecino país, llegará el 70% del volumen total de estas compras, cifra que representa unas 400 millones de unidades. Por lo que los restantes 170 millones de billetes con la imagen de hornero procederán de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) de España, por los cuales pagó un precio récord de u$s126 por cada millar.
Así, más allá que se registró una baja puntual en el circulante en las últimas semanas, el saldo arroja que desde inicios de septiembre hasta fines de octubre se emitieron 12 millones de billetes de máxima denominación oficial, entre los papeles que circulan en el público y los bancos, según pudo comprobar iProfesional en base a datos oficiales de la autoridad monetaria.
En consecuencia, el volumen total de los de $1.000 trepó desde 736 millones de unidades hasta los 748 millones.
Y los "yaguaretés" de $500 también crecieron en buen nivel, ya que su circulación sumó unas 15 millones de unidades desde inicios septiembre a la actualidad, ya que pasaron de 973 millones de billetes de dicha cifra a los 987 millones de hoy.
En resumen, las denominaciones más altas de moneda que existen en Argentina están ascendiendo en cantidad a niveles muy altos.
Claro, acompañado esto por una inflación mensual que ya ronda el 3% mensual y que acumula en los últimos 12 meses casi el 40%.
Incluso, la emisión de pesos llegó a alcanzar su punto más alto a mediados de octubre, cuando se imprimieron 756 millones de ejemplares de $1.000, unos 20 millones más que a inicios de septiembre.
O sea, se largaron a la calle sólo en este valor, en apenas un mes y medio, un extra equivalente a $20.000 millones sólo en los papeles amarillos con la imagen del hornero.
También, el 15 de octubre se registraron cerca de 1.002 millones de unidades de los billetes de $500, lo que llegó a representar un volumen de 30 millones más de papeles de esa cifra respecto a los que había hace apenas dos meses atrás. Es decir, una cantidad que significa haber volcado a la calle un "extra" de $15.000 millones en yaguaretés.
Y si se evalúan las emisiones más altas, que son las que realmente crecieron en volumen, desde que comenzó el 2020 hasta el 15 de octubre, las cifras son aún más impactantes:
-Se generaron 144 millones de unidades de $500 solamente en el plazo mencionado.
-Se imprimieron 383 millones de unidades de $1.000 desde el 2 de enero a mediados de octubre. Es decir, en apenas diez meses se duplicó la cantidad total que existía hasta fin del año pasado de esta denominación.
Billetes en la calle
A pesar de que en el balance de todo este año la suba en la emisión es muy fuerte, en los últimos 15 días de octubre se evidenció una baja en la cantidad de billetes en circulación en el público y los bancos.
Es que se redujo desde las 6726,6 millones de unidades registrados a mediados del mes pasado entre todas las denominaciones en circulación, a las actuales 6.702 millones.
Igualmente, si se toma que a inicios de año el total en poder del público y bancos era de un total de 5.443 millones de ejemplares, se evidencia que la emisión ha crecido más de 23% en 2020. Y se han "agregado" a la calle casi 1.300 millones de billetes más.
Para analizar el alza constante en la impresión de moneda que se registró desde enero hasta mediados de octubre, y la baja en el circulante de la última quincena del mes pasado, iProfesional dialogó con algunos economistas especializados.
"El circulante total subió unos 7.500 millones de unidades en octubre y los billetes que más subieron son los de $1000, $500 y un poco más lejos los de $200. En tanto, los de $100 bajaron en cantidad y es lógico, porque hay más y están en mal estado algunos", resume a este medio Francisco Gismondi economista y ex director del Banco Central (BCRA).
Y aclara: "La suba de los primeros quince días de octubre se dio en esos mismos billetes, y luego la baja de los últimos quince días, también".
Es decir, el circulante total subió 23.000 millones de billetes en la primera quincena del mes pasado, y luego bajó unos 15.600 millones.
"La baja de la segunda quincena se dio en el público, desde niveles muy altos, porque los bancos siguieron aumentando la cantidad de circulante", aclara Gismondi a iProfesional.
En ese sentido, que se mueva la cantidad de los de $500 y $1.000 para arriba y para abajo, "es lógico", afirma este experto, ya que lo justifica en que son las cifras que se están emitiendo más y los que representan en valor un menor volumen para ser trasladados.
En este punto, Roberto Geretto, economista jefe del banco mayorista CMF, también considera que el circulante descendió un poco en las últimas semanas "debido a la esterilizaron de los billetes de mayor valor", por parte del Banco Central.
Esto se debe a que la emisión de pesos había crecido a niveles tan descomunales por la pandemia, que el Gobierno necesita ahora retirar billetes "sobrantes" de la calle para aquietar los precios de la economía y al valor del dólar.
Al respecto, Gismondi aporta un dato clave en cuanto al circulante, debido a que en 2019 fue de 4% del PBI, y ahora, por la cuarentena, llegó a estar bien por arriba de 5% durante este año.
"La explicación es que en la cuarentena la gente se quedaba con más pesos en el bolsillo por los turnos en los bancos, colas en los cajeros, restricciones para salir a la calle", suma el ex funcionario del Banco Central a iProfesional.
En cifras, en septiembre último estaba en 5,3% del PBI y en octubre bajó a 4,8%.
"Esa tendencia puede continuar en los próximos meses, con excepción de diciembre y enero que son estacionalmente altos, en parte por el mayor PBI nominal debido a la recuperación económica e inflación", finaliza Gismondi.-