¿Trump o Biden?: Wall Street ya votó pero espera lo peor
Pocas veces se llega a las elecciones de los Estados Unidos en un contexto tan complicado como el actual, aun teniendo en cuenta los avatares que atravesó la principal economía del mundo en las últimas décadas.
"Mi dedicación a la política presidencial se remonta a la década de 1980 y debo decir que estas son las elecciones más atípicas que he visto en mi vida, y probablemente en la de todos los que están vivos ahora", afirma John Emerson, Vice Chairman de Capital Group International y exembajador de EE.UU. en Alemania.
Pero en la actualidad existe una serie factores que seguramente no estaban en el radar de analistas e inversores, siendo el más trascendente la irrupción del Covid-19 tanto desde el punto de vista sanitario como económico.
Sin duda que su influencia sobre los mercados también ha sido notoria, pues se refleja en la volatilidad de las cotizaciones, que se refleja en la marcada diferencia de la evolución de los principales índices de Wall Street.
Así por ejemplo, mientras que el tradicional Dow Jones cae en lo que va del año un 6%, el tecnológico Nasdaq muestra un avance del orden del 30%, en tanto que el S&P 500 avanza apenas un 2,5 por ciento.
Con este antecedente se llega a las elecciones presidenciales del martes 3, con el agravante de que en la previa no resulta claro quién puede ser el ganador, lo cual agrega un elemento más a este contexto de nerviosismo creciente.
"Los nervios de las elecciones también influyen. Hoy Bank of America desató el miedo entre los operadores, pues en un informe dice que si los resultados son ajustados podríamos hablar de una caída del 20% de las bolsas americanas nada menos", sostiene el analista Agustín Cramo.
¿Quién es el preferido de los mercados?
Gane quien gane, los mercados quieren ver una victoria clara en la misma noche del martes, ya sea del presidente estadounidense, Donald Trump, o de su contrincante demócrata, Joe Biden.
"Una victoria aplastante para Trump o Biden y una conclusión rápida para las elecciones probablemente tendría una buena recepción en los mercados, mientras que una votación controvertida podría traer una ola de ventas en activos de riesgo y provocar una caída relevante en las tasas de interés a diez años", señalaron la economista de la firma, Michelle Meyer, y la estratega de renta variable e inversiones cuantitativas, Savita Subramanian.
En sentido inverso, un cambio de mando difícil o un resultado que no se define en forma clara y contundente en la madrugada del 4 de noviembre, o aún peor, hasta la inauguración programada para el 20 de enero de 2021, sería el peor escenario posible para los mercados.
"Si Trump lidera en el Día de la Elección con un gran volumen de votos ausentes y votos por correo, las acciones podrían tener más volatilidad hasta que los resultados se conozcan", dijeron los ejecutivos de BofA.
La advertencia de los economistas del banco se basa en lo que ocurrido en otras elecciones. De hecho mencionan que si el conteo es ajustado, con resultados puestos en duda en varios estados, los inversores podrían tener la misma respuesta que en el año 2000, cuando el S&P 500 cayó 5% antes de que la Corte Suprema declarara la victoria de Geroge W. Bush, el 12 de diciembre.
Es más, consideran que las caídas serán más profundas si es que cualquiera de los dos contrincantes se niega a aceptar los resultados, dejando a la economía a la merced de un "shock de incertidumbre", la confianza tambaleando, con las empresas a la espera de definiciones, las familias volcándose al ahorro preventivo y las dudas sobre un potencial estímulo fiscal creciendo.
Apostando al triunfo de Biden
En un sondeo realizada por Focus Economics entre 67 instituciones realizada del 15 al 20 de octubre, la mayoría de los encuestados prefiere a Joe Biden como ganador y de hecho ven a los demócratas con una mayoría en el Senado, manteniendo la superioridad númerica en la Cámara de Representantes.
"Sin embargo, algunos aspectos de la agenda de los demócratas, como los posibles cambios en las leyes de salud o ambientales, podrían frustrarse por el proceso obstruccionista en el Senado y recibir el rechazo de los tribunales. Unos demócratas más moderados en el Congreso también podrían limitar la escala de los aumentos del gasto público y los aumentos de impuestos", explica Focus Economics en su informe.
"Aun así, una presidencia de Joe Biden probablemente resultaría en una postura fiscal más expansiva, un giro hacia las energías renovables y un sistema tributario ligeramente más redistributivo".
En cuanto a su política comercial, esta se volvería menos combativa, e incluso los encuestados ven probable que Biden deshaga algunas de las medidas punitivas de Trump contra China.
Sin embargo, "las tensiones con el gigante asiático se mantendrían algo elevadas y Estados Unidos probablemente seguirá siendo más proteccionista de lo que fue bajo el mandato de Obama", añaden.
¿Y si gana Trump?
"Si Trump gana las elecciones, en el frente interno, su presidencia probablemente estaría marcada por más recortes de impuestos y aumentos en infraestructura y gasto militar. Sin embargo, nuestros encuestados ven una postura fiscal más estricta en relación con Biden", explican en Focus Economics.
"La maniobra podría estar limitada por un Congreso parcial o totalmente controlado por los demócratas. La postura sobre el comercio internacional probablemente continuará y las tensiones comerciales con China se intensificarán", añaden.
"La mayoría de los encuestados ven que el crecimiento del PIB, la inflación, el equilibrio fiscal y la deuda pública promedian más con Biden que con Trump", concluyen estos expertos.