Cotización dólar blue hoy: cuál es el precio el jueves 1 de octubre de 2020
El dólar blue avanzó este jueves hasta los $147 para la punta compradora en las cuevas del microcentro porteño, mientras en el mercado oficial se reabrió el cupo de u$s200 para ahorro, luego del endurecimiento del cepo por parte del Gobierno.
Esto se dio en el marco de los nuevos controles a la compra de divisa extranjera y se agregó una retención de impuesto a las ganancias del orden de 35% para dólar ahorro y pagos con tarjetas al exterior.
En ese contexto, los inversores miraron de cerca las cotizaciones bursátiles, que intentan ser contenidas con las últimas restricciones impuestas por la Comisión Nacional de Valores (CNV).
El dólar contado con liquidación se ubicó en $145,89 (suba de 0,2% en la jornada).
Por su parte, el dólar Bolsa, o MEP, cotizó en torno a los $139,04 (+0,2%).
Como se señaló más arriba, el dólar blue se ofreció a $147 en cuevas del microcentro porteño.
A su vez, en el segmento mayorista, la divisa estadounidense cerró la primera rueda del mes a $76,25, siempre bajo la atenta vigilancia del Banco Central (BCRA).
En el mercado oficial minorista, la moneda norteamericana operó a un promedio de $80,80 en agencias y bancos de la city porteña, por lo que el dólar turista, que se calcula con el recargo del 30% del impuesto PAÍS más el 35% del impuesto a las ganancias, se vendió alrededor de los $133,32.
Según la habitual encuesta que realiza el Banco Central entre las principales entidades financieras que operan en la City, estas fueron las cotizaciones de venta:
- Galicia: $81
- Nación: $80,25
- ICBC: $81,20
- Supervielle: $80,75
- Santander: $81
- Macro: $80,50
- HSBC: $80,55
El dólar blue, que se ubicó en los $147, no tiene una cotización oficial, sino que su valor sale del promedio de cotización en lugares de cambio extraoficial.
Por su parte, el riesgo país de la Argentina se sitúa en los 1.329 puntos básicos.
Arrancó octubre con la canilla de dólares casi cerrada: bancos estiman sólo 850.000 ahorristas
De un mes a otro, todo cambió. En este inicio de octubre ya no son los gerentes de sistemas de los bancos los más preocupados por el reseteo del cupo de 200 "dólares ahorro". La preocupación se trasladó directamente a los directores de cada entidad. Si antes el temor pasaba por el funcionamiento del home banking frente a la ola de demanda de divisas, ahora los financistas tienen miedo de que los clientes los responsabilicen a ellos en caso de que los rechacen en el intento por dolarizarse.
De acuerdo a las estimaciones en los bancos privados, la demanda de billetes verdes se reducirá a un conjunto de entre 850.000 y 900.000 personas durante el mes. Representa menos de la quinta parte de los compradores de septiembre, que habría alcanzado el récord de cinco millones de personas.
La otra variable a monitorear será cuánto del cupo mensual de u$s200 les queda disponibles a los eventuales compradores. Esto se debe a que el Banco Central computará los gastos en dólares con tarjetas de crédito como parte del cupo. Es decir: una persona que haya gastado por encima de ese valor ya no podrá comprar dólares.
La gran diferencia con lo que sucedió a comienzos del mes pasado refiere al precio: el denominado "dólar solidario" o "ahorro" ya no vale $102 sino $132 debido a que ahora ya cuenta -además del 30% del impuesto "PAIS"- el 35% del anticipo de Ganancias y de Bienes Personales sobre el precio oficial del billete.
Si las cuentas provisorias salen bien, las ventas de divisas a los ahorristas deberían quedar por debajo de los u$s170 millones durante todo octubre. Muy por debajo de los aproximadamente u$s1.000 millones que se habrían vendido en el recién extinguido septiembre.
"Calculamos que, además de las restricciones, hay algo que funcionará a pleno: muchos ahorristas que compraban para atesorar, y no para hacer el 'puré' en el mercado cambiario, se van a abstener. Se trata de inversores con capacidad de ahorro que no van a querer quedar expuestos ante la AFIP por la adquisición de un monto tan pequeño", elucubra un banquero, director de uno de los principales bancos privados del país, en diálogo con iProfesional.
Hace dos semanas, el Banco Central prohibió la venta de "dólares ahorro" a un grupo extenso de personas, que venían aprovechando la brecha entre la cotización "oficial" y el "paralelo", que le dejaban unos $2.500 por cada u$s100 adquiridos en el home banking.
La carrera por la dolarización, en medio de una gran incertidumbre cambiaria, fue carcomiendo las Reservas del Banco Central. Las denominadas "reservas netas" ya se encuentran en torno a los u$s6.700 millones. Y la autoridad monetaria, si bien pudo morigerar la salida de divisas- no ha podido detener esa fuga.
Hasta el día 24 -jueves de la semana pasada-, el BCRA llevaba vendidos nada menos que u$s1.340 millones en el mes, con lo cual es fácil pronosticar que las erogaciones de septiembre superarán los u$s1.500 millones. El peor registro desde la instalación del cupo de u$s200.
Lo paradójico es que gran parte de ese monto se vendieron (alrededor de u$s1.000 millones) después de aplicarse las últimas restricciones cambiarias, que endurecieron el cepo, y que en los papeles debía servir para detener el goteo de divisas de las Reservas. Al contrario, la dinámica negativa se exacerbó.
Medidas sobre la mesa
En este contexto, octubre comienza en medio de una gran incertidumbre sobre la manera en que el Gobierno intentará detener el deterioro financiero.
En las últimas horas se han puesto sobre la mesa distintas alternativas para conseguirlo. Y, de hecho, se iniciaron negociaciones con los exportadores de cereales -nucleados en CIARA- con el objetivo de lograr un compromiso para acelerar el volumen de liquidaciones de divisas en la ventanilla del Banco Central.
Como publicó iProfesional, Alberto Fernández quiere tener a mano una "caja de herramientas" para utilizarla de manera coordinada en el intento por parar la caída de divisas y regenerar la confianza perdida.
¿A qué se refiere? A esta altura de la crisis -con todas las consultoras de la City sacando cuentas de la cantidad de reservas que quedan, en el ministerio de Economía son conscientes de que el ajuste del cepo dinamitó el puente de confianza que se venía construyendo tras el acuerdo con los acreedores. Asesores de Martín Guzmán aseguran que el ministro, lejos de cargar las tintas contra Miguel Pesce, se muestra sereno. Pero que, se sabe, a esta altura de la crisis, esa convocatoria a la tranquilidad ya no surte efecto.
Con la "caja de herramientas", en el equipo que maneja la economía del país se refieren a pensar en medidas y decisiones políticas que hasta ahora estaban fuera de la agenda.
La negociación con las cerealeras figura al tope de la agenda por la sencilla razón de que el Gobierno, después de contraer al máximo la demanda de divisas, ahora se quiere concentrar en la oferta.
Las negociaciones entre las partes pasaron a un cuarto intermedio ayer miércoles por la mañana, y la versión que se extendió a última hora daba cuenta de que el Gobierno rebajaría entre tres y cinco puntos las retenciones a la soja durante 60 a 90 días. También se eliminarían los derechos a la exportación sobre los despachos de carne bovina.
Hay una cuestión clave: si el BCRA lograra comprarle dólares a los dueños de la soja al tipo de cambio oficial, se convertiría en una poderosísima señal hacia el resto de que esa cotización tiene vigencia, y que no se necesita una devaluación.
Claro: siempre y cuando una medida extraordinaria de ese tipo, que contempla una baja temporaria de las retenciones, sea acompañada por otras que le vayan dando solidez a la desarticulada situación financiera.
En esa agenda, imaginan algunos funcionarios de peso en el gabinete económico, se incluiría una suba de las tasas de interés. También como una situación transitoria, y siempre y cuando no haya una aceleración inflacionaria.
También se especula con la activación del swap con China, que suponen unos u$s19.000 millones de las Reservas.
Para activarlo, y canjear parte de los yuanes por dólares, la condición es que en 12 meses habría que revertir la operación. La tasa de interés resultante asciende a la Tasa shibor (interbancaria de Shangai) más 3,5 puntos, lo que da un costo anualizado cercano al 7% en dólares.
El cambio que busca impregnar el equipo económico va en la dirección de tomar una serie de medidas consistentes una con la otra, que ayude a levantar la confianza de los agentes económicos.
En ese contexto hay que ensamblar las negociaciones con el Fondo Monetario que se encaminarán la próxima semana, con la llegada al país de Luis Cubeddu y Julie Kozak, los máximos responsables de llevar las conversaciones.
La idea de Guzmán es acelerar esas negociaciones, con la idea de cerrar trato antes de que termine el año; y ya no en el inicio del próximo otoño.
La emergencia apura los tiempos de todas las medidas. Un dato para tomar en cuenta de lo complicado de la situación: según pudo saber iProfesional, este miércoles los bancos le solicitaron a Miguel Pesce u$s165 millones en billetes para atender la sangría de dólares que están sufriendo estos días. Salidas de depósitos que ponen en riesgo la solidez del sistema financiero. Por eso -y en buena hora- el apuro por la implementación de medidas.