La brecha cambiaria "vuela" y se acerca al 100%: crecen las presiones para que el BCRA salga a intervenir
El mercado sigue empujando los precios de los activos argentinos hacia abajo. A pesar de la recuperación de Wall Street, que subió entre 1% y 1,5%, los bonos argentinos siguieron sin mostrar signos de vida. Para peor, los tipos de cambios que surgen de arbitrar justamente activos, como el "contado con liquidación" y dólar MEP volvieron a trepar y con fuerza.
La brecha entre el dólar oficial y el contado con liqui asciende a 95%, volviendo insostenible la situación financiera de la Argentina y rompiendo el récord del 2014 que llegó a 87% según cálculos de la consultora FM&A.
El dólar MEP está en máximos luego de escalar 2,6% para cerrar la rueda cotizando en $134,36. Mientras tanto el CCL también toca valores históricos en $148,42 luego de subir más de 6%.
"Luego de la nueva normativa sobre el acceso del dólar oficial podía ser esperable que los tipos de cambios operados mediante la bolsa tengan cierta influencia de la demanda frente a un peso que se presenta con mayores inquietudes. Es importante destacar que la brecha entre el MEP y el CCL cerró cercano al 10% lo que significa que los inversores vuelven a posicionarse en el exterior como medida de protección y manteniendo la prudencia como la principal característica de las carteras", dice un informe de Rava Sociedad de Bolsa.
Piden por la mano mágica del Central
En un seminario de Max Valores, Emmanuel Álvarez Agis -el ex viceministro de Axel Kicillof y cara visible de la consultora PxQ- dijo que "si la brecha entre el tipo de cambio formal y el contado con liquidación se sigue ampliando, será imposible encontrar un camino suave para la estabilización".
El ex funcionario aseguró que "la solución que el Banco Central quiere evitar es un salto discreto en el tipo de cambio, porque aceleraría la tasa de inflación y sólo pospondrá el problema durante un tiempo". "El escenario más probable es que veamos más restricciones para el mercado cambiario oficial; incluyendo la directamente prohibición de comprar dólares", lanzó Agis.
"En este contexto, tendría sentido una estabilización del contado con liquidación mediante el uso del stock de bonos propiedad del Banco Central", agregó el economista, de cercanía al Gobierno.
La realidad es que el panorama luce complejo porque el mismo BCRA avisó que no quiere intervenir en el mercado de bonos. "Intervenir en el mercado de contado con liqui no está en los planes del Banco Central. No creo que sea necesario hacerlo, el mercado se va a ir orientando solo cuando se vayan leyendo bien las medidas, que es cierto que habrá reservas y superávit comercial. Y todos los que especulaban con una devaluación se van a convencer que es mejor liquidar", resaltó la semana pasada, Jorge Carrera, el vicepresidente segundo del Central.
Pero el salto de la cotización implícita puede forzarlo a cambiar de parecer. Esa es la idea que siempre tuvo Martín Guzmán, la de intervenir para achicar la brecha. Pero el ministro lo planteaba en un escenario donde no se habían lanzado restricciones tan estrictas con el dólar como finalmente ocurrió la semana pasada.
Rendimientos de un país en default
Por lo pronto, en el mercado cambiario formal y a pesar de que los minoristas no pudieron comprar divisas por quinto día consecutivo en medio de un "feriado bancario virtual", la entidad que conduce Miguel Pesce vendió otra vez dólares. Fuentes privadas del mercado estimaron un saldo negativo para la intervención oficial en unos u$s25 millones aproximadamente.
El día anterior había podido comprar u$s16 millones pero la semana pasada soltó u$70 millones aproximadamente entre jueves y viernes. Las reservas brutas del BCRA están en u$s42.227 millones, con una leve caída este martes. En el mercado calculan que las "líquidas", o sea el verdadero poder de fuego inmediato que tiene Pesce, son inferiores a los u$s2.000 millones. "El Banco Central ya no tiene reservas", dice Marcos Buscaglia, de Alberdi Partners y ex Bank of America-Merrill Lynch.
Los coletazos con el dólar y las reservas siguen impactando en el mercado de bonos que opera como si el país estuviera en las puertas de un nuevo default. Si bien las caídas en los títulos públicos no fueron estrepitosas, tampoco lograron rebotar. El martes los bonos en dólares se operaron mayormente ofrecidos, dejando al cierre pérdidas de entre 10 y 50 centavos en promedio para toda la curva, lo que ubicó la tasa de rendimiento en un rango de entre 13,75% y 16% en promedio para toda la curva. Y el riesgo país subió 1% hasta los 1.352 puntos.
La sensación es que el canje de deuda, en términos de los beneficios que podía traer, no existió. El país paga 500 puntos más que países como Congo o Angola, o que Ecuador que en simultáneo con Guzmán reestructuró su deuda con una amplia aceptación.