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Cómo borrar un "canje exitoso": la deuda argentina se desploma y ya rinde como si siguiera en default

Los bonos que emitió Martín Guzmán tienen tasas superiores al 15% y nadie se atreve a tocarlos. Las políticas del Gobierno espantan a los inversores
22/09/2020 - 06:06hs
Cómo borrar un "canje exitoso": la deuda argentina se desploma y ya rinde como si siguiera en default

La situación financiera de la Argentina sigue muy complicada. A los avatares en el mercado cambiario, con un virtual "feriado bancario" por cuarto día ya que los minoristas no pudieron acceder a la compra de dólares, se le sumó un clima más hostil en el mundo que terminó por potenciar el nulo apetito por estar invertido en activos locales. Fiel reflejo de eso es lo que pasa con los bonos de la deuda, los nuevos que emitió este mes Martín Guzmán después de un canje "exitoso". Hoy el país tiene rendimientos superiores al 15% en dólares.

O sea, los bonos valen como si la Argentina siguiera en default. ¿Sobrerreacción? Difícil saberlo. Lo cierto es que no hay ningún indicador económico positivo para mostrar, algo que se le suma a una desconfianza muy marcada de los mercados con el Gobierno de Alberto Fernández-Cristina Kirchner.

En una jornada negativa para los mercados del mundo, los bonos en dólares se volvieron a mostrar muy ofrecidos, dejando caídas al cierre de entre 2,25 y 3 dólares en promedio para toda la curva. De esta manera los mismos se operaron en niveles de tasa de entre 13,75% a 15,75% en promedio. En el mundo de las comparaciones, Congo rinde 13% y Angola 10,5%.

El riesgo país sube más de 20% en escasos días marcando la desconfianza con la Argentina
El riesgo país sube más de 20% en escasos días marcando la desconfianza con la Argentina

Salen todos (y nadie compra)

Cuando el Gobierno emitió los nuevos títulos empezaron a rendir 11% en el mercado gris, pero luego siguieron escalando y ya están a precios de default (después de haberlo levantado a inicios de este mes). Insólito. Los bonos caen más de 20% desde que comenzaron a operarse, pérdidas pocas veces vistas.

El riesgo país, el indicador que elabora JP Morgan, también reflejó las preocupaciones de los inversores con el país. Cerró en 1.357 puntos luego de subir 7% en el día. Vale recordar que ni bien se reestructuró la deuda, y luego del rebalanceo de la cartera que realizó el EMBI, había bajado en torno a 1.100 puntos. Esto demuestra que el riesgo local tuvo un aumento superior al 20% en pocos días.

En el mercado crece la preocupación por la falta de brújula que tiene el Gobierno y el Banco Central para encauzar una situación cambiaria complicada. Las restricciones a empresas y particulares, esperada, no termina de convencer a los inversores. Se cree que el Central no podrá recuperar reservas tan fácilmente como esperan los más optimistas.

De hecho, este lunes, y a pesar de haber tenido un saldo comprador de u$s16 millones (la primera luego de ventas por 30-40 millones diarias entre el jueves y viernes pasado), las reservas volvieron a caer: se fueron u$s185 millones. Que las arcas del Central hayan caído a pesar de comprar billetes en el mercado se puede explicar por varias razones, como la cotización de sus activos (oro, yuanes, por ejemplo). Pero una baja de esa magnitud tendría que ver con sólo dos cuestiones: o hubo salida de depósitos en dólares (lo más preocupante) o hubo algún pago a organismos como el BID o Banco Mundial. Se verá en los próximos días.

Hay preocupación por las reservas del BCRA que este lunes cayeron casi u$s200 millones
Hay preocupación por las reservas del BCRA que este lunes cayeron casi u$s200 millones

Ex acreedores con la lengua filosa

Lo cierto es que si las medidas no terminan por enfriar la crisis con el dólar, algunos creen que el Central se verá forzada a cerrar aún más el cepo (prohibir el dólar minorista y frenar más importaciones) o devaluar la moneda local.

En el mundo de los inversores más sofisticados como los fondos de inversión internacionales no esconden las críticas a la política oficial.

Ashmore, un jugador relevante del mercado europeo que pregonó por la línea dura durante las negociaciones por la deuda (estaba en el grupo de BlackRock), definió la batería de controles al dólar como "una iniciativa política dañina". 

"En lugar de arreglar las causas subyacentes de la pérdida de reservas, el gobierno impuso un impuesto del 35% sobre las compras en dólares, que se suma a un impuesto preexistente del 30% sobre las divisas", dice el fondo londinense, ex acreedor de la Argentina en el último canje.

Y dice que la medida de sólo permitir que las empresas puedan comprar el 40% de los dólares necesarios para hacer frente a sus vencimientos, "equivale a incumplimientos del sector privado impuestos por el gobierno, lo que es muy negativo para la confianza de los inversores, ya que puede obligar incluso a las empresas solventes a reestructurar su deuda".