Radiografía de la crisis: por cada persona que invierte en la Bolsa, hay 12 que compran dólares
La pulseada por el dólar se verá en su esplendor a partir de hoy, cuando tanto el mercado local como el internacional operen al cien por ciento. Se cree que el Banco Central podría comenzar su política de intervención en el contado con liquidación con el "poder de fuego" recibido tras el canje.
En el medio, el lunes surgieron dos indicios de cómo podría ser el mercado a partir de ahora: una suba más acelerada del tipo de cambio oficial sumado a una caída de los dólares financieros para achicar la brecha. El objetivo final del Gobierno es desincentivar (como sea) a los casi 4 o 5 millones de compradores de dólar ahorro para que no sigan sacándole divisas al Central.
Revertir la dólar-manía no será tarea sencilla. Sencillamente porque los números son contundentes, tal como muestra un la Consultora 1816: los compradores de dólares billete en la Argentina son entre 4 o 5 millones de personas versus las 400.892 cuentas con saldo en Caja de Valores. Traducido: por cada persona que invierte comprando bonos y acciones en el mercado de capitales, hay más de 12 que compran billetes verdes vía home banking.
La Bolsa no tienta a los ahorristas argentinos
Algo parecido surge cuando se observa la cantidad de cuentas de personas físicas en la industria de Fondos Comunes de Inversión (FCI), que suman tan solo 398.246.
Del otro lado del mostrador de los compradores de dólares en los bancos está la nula venta de divisas en el canal oficial. Obviamente, nadie vende al precio del dólar oficial. Por cada persona que vende sus billetes al tipo de cambio oficial hay casi 60 que compran. Tan sólo 85.000 personas sueltan sus divisas a manos de Pesce.
La ecuación financiera hace que el argentino tenga como única forma de inversión al dólar. A pesar de que no está atrasado en términos reales, la brecha genera la percepción de que "esto podría ser peor" y los que pueden le siguen sacando billetes al BCRA.
Por lo pronto, la película desde el lado del Gobierno pareciera ser la siguiente. Miguel Pesce está acelerando la devaluación del peso en el mercado oficial. La semana pasada el tipo de cambio que maneja la autoridad monetaria trepó 44 centavos. Este lunes, y con el feriado por el Labor Day en Estados Unidos que reduce sustancialmente el volumen, el spot saltó otros 21 centavos para quedar en $74,65 el valor que operan los mayoristas.
Del otro lado del mostrador, y con la idea de reducir la brecha, los tipos de cambio paralelos están en baja. Lo del lunes fue anecdótico porque no hubo mercado de referencia (en Nueva York los bonos nuevos empiezan este martes a moverse).
Apuntando los cañones al contado con liqui
Pero la brecha ya cedió desde el 80% de mediados de agosto al 65% actual. Y el Gobierno quiere ir por más (a la fuerza). "Ante la constante venta de reservas por parte del BCRA, por la creciente demanda de dólares, el cupo de los 200 dólares corre peligro. Aunque en los últimos días el Gobierno se ocupó de desmentir dicha medida, e insiste en que aún se mantendrá, mientras que por otro lado buscarán combatir la brecha con las herramientas que el BCRA tenga disponible -venta de bonos principalmente-", dice Portfolio Personal Inversiones (PPI).
Sobre este tema, el BCRA tiene un total de u$s7.600 millones en los nuevos bonos 2030 y 2035, disponibles para vender en el mercado y bajar las cotizaciones del Contado con Liqui y MEP si es necesario. Además, están la ANSES y otros fondos como la SRT del Ministerio de Trabajo, que se le suman al poder de fuego del BCRA para poder bajar la brecha.
De cumplir ese objetivo, el Gobierno podrá conseguir un alivio en la cotización oficial del dólar y no tener que vender reservas, hasta podría recuperar volviendo a comprar. "Aunque creemos que es una solución de corto plazo, donde si bien hoy el BCRA tiene un arsenal importante para bajar la brecha, su poder de fuego no es infinito y el mercado lo sabe. Si los desequilibrios se mantienen y la entidad monetaria se queda sin armas para pelear la brecha, volveremos al mismo problema y habiendo gastado más recursos", dice PPI.
Martín Guzmán ya avisó cómo será la nueva normalidad con la brecha. "Una brecha estable es un objetivo para un buen funcionamiento de la economía. Hay condiciones distintas y poder de fuego distinto para intervenir y controlar esa brecha. Y vamos a ejecutar políticas en post de dejar esa brecha en una situación de estabilidad. Por ahora, en situación de estabilidad. En el horizonte lo que se busca, es reducirla, que eso desaparezca. Pero para eso hay que ir generando robustez", afirmó el ministro.
A partir de hoy el Gobierno saldrá a "estabilizar" esa brecha. A hacer, entonces, lo único que puede. Lo que no logró (y es difícil que lo haga) es transformar a esos 4 o 5 millones de argentinos dejen de buscar todos los primeros de mes las reservas del Central, en inversores más allá de la dólar-manía.
Pero intentará, como objetivo número uno, que el BCRA no siga perdiendo tantas reservas. Bajando la brecha (apuntando al valor más alto y quizás encarecer un poco más el dólar más barato), imagina Guzmán, podría empezar a descomprimir el panorama cambiario que sigue bajo extensa presión.