¿Acciones o bonos?: estas son las mejores y peores alternativas de inversión en pleno derrumbe bursátil
El S&P Merval concluyó febrero en un contexto muy negativo, afectado tanto por factores externos como internos.
En el primer caso, fue consecuencia directa del contagio del coronavirus a los mercados financieros globales, que afectó las principales bolsas del mundo pero, en particular, a los países emergentes.
Este temor de los inversores, que para muchos analistas es exagerado, se resuelve en lo que se denomina el "vuelo a la calidad", que consiste en desprenderse de papeles de mayor riesgo para buscar refugio en el dólar y en los bonos del Tesoro de EE.UU.
Sobre este punto, el economista Luis Palma Cané sostiene: "Lo que está pasando ahora es bastante normal. Desde enero, cuando se abrió la caja de pandora con el coronavirus, se generó un fuerte aumento de la incertidumbre en los mercados".
"Desde un principio fue claro que era una epidemia, hoy convertida en pandemia. No se sabía cuál iba a ser el efecto y cuando aumenta la incertidumbre aumenta el temor de los inversores ante sus posiciones", agrega.
En su opinión, ante ese temor al riesgo, los inversores buscan tranquilidad en los paraísos de seguridad, por lo que salen de los mercados que consideran más riesgosos, como las monedas emergentes, y "se refugian en clásicos como el oro o los bonos del tesoro de Estados Unidos".
Para Joaquín Candia, analista de Rava, la última semana de febrero tuvo un "inicio complicado". Es que, mientras el mercado local se encontraba cerrado debido a los feriados por carnaval, en el ámbito internacional se veían abruptas caídas en los activos cotizantes debido a la "inminente y preocupante expansión del coronavirus en Europa y su llegada a Latinoamérica".
El segundo factor que afecta negativamente al mercado de capitales local proviene de la incertidumbre en torno de la renegociación de los vencimientos de deuda de Argentina, tanto con inversores privados como con el FMI.
En tal sentido, las principales afectadas fueron las empresas de servicios públicos, seguidas por las de servicios financieros.
Como resultado de este escenario, en un mes en el que el S&P Merval registró una caída del orden del 13%, apenas dos papeles obtuvieron un resultado positivo. Se trata de BYMA, que concluyó febrero con una suba del orden del 8%, Y Telecom, que llegó al 2 por ciento.
En sentido inverso, las acciones más afectadas fueron Transener, al perder 22%, seguida por Aluar, con el 19%, y Cresud (-17,4%)
Por el lado de los bonos, si bien el resultado fue también negativo en el mes, hubo algunos títulos en pesos que lograron salir airosos, como por ejemplo el PR15, que subió un 12%, y el Bocan 2020, que ganó casi el 5%. Además, el Bono de Tesoro subió 3 por ciento.
En cuanto a los títulos públicos que perdieron terreno, se pueden mencionar los siguientes: el Centenario (al año 2117), que cayó 10%, al igual que el Bonar 2020, seguido por el Bonar 2037 (-7,9%) y el Bonar 2024, con una baja del 7 por ciento.
Sobre la renta fija, Candia sostuvo que "pese a la coyuntura internacional, no hubo bajas dramáticas en los títulos locales, lo cual puede deberse a que los inversores que operan este tipo de instrumentos se encuentran más preocupados por la potencial falta de pago que por el coronavirus".
Ello, debido a que los bonos locales ya se encuentran muy afectados por la inminente reestructuración y que un mayor ajuste en los precios de los títulos generaría potenciales puntos de entrada para inversores de riesgo, generando una suba del precio que lo sitúe nuevamente en el equilibrio.
Por su parte, los analistas de Balanz sostienen que las recientes caídas de los bonos en dólares fueron consecuencia directa de la conclusión a la que arribaron las autoridades del FMI de que "se requiere de una operación de deuda definitiva, que genere una contribución apreciable de los acreedores privados".
En pocas palabras, la forma de solucionar el problema de deuda es reduciéndola mediante una reestructuración con los acreedores privados. A ello se suma la incertidumbre respecto al programa fiscal y de crecimiento del Gobierno y la falta de detalles respecto a la potencial oferta de canje de deuda.
Un bimestre para el olvido
Con este pobre desempeño, el acumulado negativo del primer bimestre para el S&P Merval ronda el 16%, pues a la leve baja registrada en enero se sumó el derrumbe de febrero.
Bajo estas circunstancias, apenas tres papeles lograron cerrar en positivo. Se trata de Telecom, que subió casi 14%, seguido de lejos por Cablevisión, con el 3%, y Grupo Valores, que avanzó menos de 1 por ciento.
Pero la peor parte la debieron enfrentar aquellas acciones que, en algunos casos, retrocedieron hasta el 27%, como es el caso de Central Puerto. Otras bajas importantes fueron las de Cresud (-24%) y Ternium, que junto a Pampa, YPF y TGN, retrocedieron alrededor del 20 por ciento.
En cuanto a las acciones y ADRs de compañías argentinas que operan en Wall Street, apenas Mercado Libre y Telecom aún muestran resultados positivos en el bimestre, arrojando un incremento superior del 4% en cada caso.
En la otra punta de la tabla, Central Puerto cayó casi 37% en Estados Unidos, mientras que Cresud perdió 32% e YPF otro 31 por ciento.
Pasando a la renta fija que cotiza en Buenos Aires, existe un conjunto de bonos en pesos que muestran avances interesantes a lo largo de los dos primeros meses del año, liderados por el PR13, que avanzó un 23%, seguido por el Discount (21%) y el Boncer 2020, que subió un 20 por ciento. Más abajo siguen el Bocan 2020 y el Bono del Tesoro.
En cuanto a los títulos en dólares, los peores resultados se encuentran en el Discount, que cayó un 8%, seguido por el centenario (-6,8%), el Bonar 2037 (-6,6%) y el Par, con el 5,4%.
Por su parte, los inversores más conservadores, aquellos que se volcaron a los plazos fijos en pesos obtuvieron una renta acumulada del orden del 5%, por lo que se acercaron a la evolución de la inflación, que se estima levemente por encima de ese porcentaje, pero le ganaron al dólar solidario, pues en estos dos meses subió el 1,6 por ciento.
En el orden internacional, los índices de Wall Street más afectados en este 2020 son el Dow Jones, que cayó en el bimestre un 12%, seguido por el S&P 500 (-9,4%), y el tecnológico Nasdaq retrocedió 4,5 por ciento.
Por el lado de los mercados emergentes, el promedio muestra una pérdida cercana al 11%, con el Bovespa de San Pablo descendiendo más del 20%, mientras que el S&P Merval cayó un 18% medido en dólares.
En cuanto a las materias primas, el temor de los inversores por una potencial caída de la economía global llevó a que el petróleo retroceda 26%, en tanto que el oro, que suele ser uno de los refugios por excelencia ante situaciones de crisis, avanzó 3 por ciento.
Por otra parte, las commodities agrícolas primas no mostraron mayores variantes, pues en Chicago el trigo avanzó un 0,9%, mientras que el maíz apenas subió un 0,1%. En sentido inverso, la soja cayó un 0,9 por ciento.
Mirando para adelante
"Este escenario de incertidumbre general, sumado al bajo nivel de renovación que mostró la última licitación de Lecaps, nos hace mantener cautelosos frente a la toma de posiciones en moneda local, ámbito en el cual aún la estrategia de refinanciación no es clara", afirman desde Balanz
En lo referido a la deuda en dólares, "mantenemos nuestra recomendación de posicionarse en la parte larga de la curva en bonos con cupón y precio bajo, en particular el Global 48. Para aquellos inversores que busquen posiciones dentro del tramo corto de la curva, la diferencia entre los bonos bajo ley local y extranjera se mantiene en niveles atractivos, actualmente por encima de u$s10, reflejando ya un tratamiento diferencial para la deuda extranjera", concluyen.
En un contexto en el que "el consenso considera que la actividad sufrirá un golpe profundo, pero de corta duración; a la vez que el impacto quedará concentrado en China y el rebote será rápido", los analistas de Grupo SBS opinan que esta visión luce optimista por dos razones.
Por un lado, aún se desconoce si la tasa de contagio se acelerará con las personas volviendo a trabajar. Por otra parte, las medidas de estímulo del gobierno chino tienen impacto limitado al estar más orientadas a la demanda "cuando la economía sufre un problema de oferta".
Al profundizar en el análisis, consideran que el riesgo de sostener esta visión es que las valuaciones quedan vulnerables ante datos negativos (como fueron los de Apple), mientras los emergentes podrían tener que enfrentar salidas de capitales y una apreciación del dólar.
A nivel local, en términos de estrategia, "los acontecimientos de la semana reforzaron nuestra convicción de esperar a un mejor punto de entrada antes de volver a tomar posiciones en bonos en dólares, tanto por los factores globales como por los idiosincráticos. Además, parece un momento atractivo para aumentar la dolarización de las carteras ante el renovado relajamiento monetario del BCRA y una nueva licitación de deuda en pesos que dejó sensaciones negativas", concluyen desde Grupo SBS.
Desde Portfolio Personal Inversiones, sostienen que en marzo el principal foco se mantiene en la reestructuración de la deuda y la oferta que el Gobierno le realizará a los acreedores privados.
"Respecto a las perspectivas de los movimientos de los bonos en el corto plazo, entendemos que el mercado va continuar sensible a las nuevas señales que vayan llegando del Gobierno, por lo que esperamos que la volatilidad se mantenga firme en los activos de deuda", concluyen.