El "fuego amigo" del círculo rojo condujo al Gobierno a un nuevo cepo al dólar
Ser potentes en las restricciones con las empresas para cuidar a la gente. Ese es el alma mater de los controles cambiarios que el Gobierno acaba de instaurar este domingo, una medida que el presidente Mauricio Macri evitó tomar durante la semana, y que nunca hubiese querido llegar a hacer durante su mandato.
Como si se tratase de "fuego amigo" del círculo rojo, el rol que tuvieron algunos empresarios y banqueros en los últimos días fueron determinantes para llegar a este cepo. En el Gobierno notaban una presión cada vez mayor de las empresas en el mercado cambiario, que compraban dólares principalmente para atesoramiento.
Algunos bancos, por su parte, aceleraron en los últimos días el giro de divisas al exterior, en parte para repartir utilidades entre sus accionistas y en parte también para adelantarse a un eventual cepo.
Eso fue lo que llevó al Banco Central, primero, a prohibir que las entidades puedan repartir sus beneficios sin que lo autorice previamente -una medida que tomó el viernes último-; y después, a limitar las operaciones que en la City denominan como ‘contado con liquidación’, que implica la compra de un activo -generalmente un bono o acción- en el mercado local y la venta del mismo en el exterior.
Lo primero fue la antesala del cepo anunciado este domingo, con la prohibición extendida al resto de las empresas para girar dividendos sin ekl aval del organismo monetario.
Además, dentro del paquete de medidas que el directorio del BCRA aprobó este domingo una nueva reducción a la tenencia de dólares por parte de los bancos, algo que ya había recortado en los días posteriores a las PASO. Así, según el último punto de la Comunicación A6770, el organismo monetario estableció que desde este lunes la Posición Global Neta de Moneda Extranjera de los bancos no podría superar el 4% de la Responsabilidad Patrimonial Computable (el patrimonio), cuando antes era del 5%.
Bancos, sin "contado con liqui"
Respecto al "contado con liqui", el Central limitó ahora que los bancos hagan este tipo de operatoria para sacar dólares del país pero nada dijo del resto de las empresas. El viernes hubo un fuerte aumento en este tipo de operaciones, lo que se reflejó en la suba del 16% del precio del dólar que surge de comprar activos en el mercado local para venderlos en el exterior.
El presidente del BCRA, Guido Sandleris, y el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, son las voces oficiales para explicar estas medidas a los empresarios. Los banqueros, por su parte, fueron citados a las 4 de la tarde al segundo piso de Reconquista 266. Entre los primeros en llegar estaban Martín Zarich, del BBVA, y Enrique Cristofani, del Santander.
Ellos también le anticiparon las medidas a los representantes del Fondo Monetario Internacional y dialogaron con los referentes económicos del equipo de Alberto Fernández.
En los considerandos del decreto que sacó este domingo el Gobierno justifica la medida por "la incertidumbre provocada en los mercados financieros" y diversos factores que "impactaron en la evolución de la economía argentina". Puertas adentro, hablan de la incertidumbre por la dificultad que hay en el país de generar consensos básicos en una política económica".
El Gobierno quiso evitar por todos los medios que el nuevo cepo afecte en gran medida a la clase media o que afecte el desarrollo del comercio exterior. Por eso mismo, puso todas las fichas en atarle las manos a las empresas que compraban dólares sólo de manera "especulativa", como dicen en Cambiemos, y no en el resto de las operaciones. Además, en cada reunión destacan que el 90% de las personas físicas suele comprar menos de u$s10.000 por mes.
Así, salvo que sea para exportar o importar, los empresarios prácticamente no van a poder comprar un dólar sin el aval del BCRA. Ni para atesorar, ni para girar dividendos o beneficios a sus casas matrices y ni siquiera para transferir a cuentas propias en el extranjero.
En principio, esas tres operaciones de las empresas estarán prácticamente vedadas, salvo que justifiquen un motivo concreto que convenza al BCRA. Para dar el visto bueno a esas operaciones, el organismo monetario reflotó la estructura de la Gerencia de Exterior y Cambios, pero con una nueva denominación.
La letra chica para autorizar
Por estas horas estaban definiendo la letra chica que determinará el pulgar para arriba o para abajo ante cada pedido de autorización de las empresas para comprar un dólar o de los ahorristas para comprar más de u$s10.000 por mes.
Sandleris quiere que haya normas claras para justificar una autorización, dar transparencia y evitar que el mercado crea que hay discrecionalidad en los avales. Nio descarta de hecho ir dando a conocer la evolución de estas autorizaciones, no por nombre de empresa -lógicamente-, pero sí por sector o desagregado por monto.
Este lunes la City dará su veredicto a las medidas con una carta del destino a favor del Gobierno: es feriado en Wall Street, lo que suele reducir al mínimo las operaciones en el mercado de cambio. Algunos esperan un dólar momentáneamente estable como efecto directo del nuevo cepo y un lógico aumento en la cotización del dólar paralelo, que hasta el viernes operaba prácticamente en línea con las pizarras del microcentro.