Luego de medidas Central, el dólar bajó en la City y la tasa de Leliq perforó el piso anterior
Teniendo en cuenta la estacionalidad de julio, un mes en que habitualmente aumenta la demanda de dinero, el Banco Central redujo 3 puntos el encaje sobre los depósitos a plazo fijo, una jugada con la que libera aproximadamente 45.000 millones de pesos de los bancos.
Además, junto con esta decisión, el Comité de Política Monetaria (Copom) bajó el piso de la Leliq al 58% anual, un recorte de 4,5 puntos porcentuales respecto al mínimo de 62,5% que había establecido hasta junio.
La medida fue bien recibida por el mercado, ya que no sólo el dólar operó en baja sino que además el rendimiento de las letras del Central volvió a bajar, quedando por debajo del piso que tenía hasta el viernes pasado.
En rigor, en la licitación de Leliq el organismo monetario colocó letras por $259.535 millones, con lo cual cubrió el vencimiento de 236.993 millones y absorbió casi $18.450 millones. La tasa promedio que pagó entre las dos subastas fue de 62,08%, más de 40 puntos básicos por debajo del piso de junio, de 62,5%.
Asimismo, otra medida que tomó el BCRA buscando mantener la dureza monetaria más allá del efecto que genera liberar encajes, fue anunciar que después de la estacionalidad de julio, la meta de la Base Monetaria será reducida entre agosto y octubre hasta compensar totalmente el efecto monetario. Es decir, explicó el BCRA, "en julio la meta de base monetaria se mantiene en $1.343,2 mil millones, y descenderá a partir de agosto hasta llegar a $1.298,2 mil millones en octubre".
El hecho de mantener la restricción monetaria, incluso después de la expansión de julio, también impactó en el mercado de cambios, donde el dólar operó en baja desde el arranque de la rueda. cerealeros. "El mercado de cambios comenzó la jornada con un gap a la baja de 46 centavos, marcando como mínimo $41,95", explicó Fernando Izzo, de ABC Mercado de Cambios, y agregó: "sobre el final el dólar tuvo una reacción positiva no esperada, creciendo a $ 42,37".
Así, el dólar en el Banco Nación cerró con la cotización mayorista a $ 42,37 para la transferencia, una baja de 0,18% respecto del viernes. El precio para la venta al público bajó 0,51% y cerró a $43,480 promedio.
El peso fue la moneda de la región que más se apreció, sólo superada por el peso mexicano, que subió 0,57%. El real, en tanto, se apreció 0,14% respecto del dólar.
El volumen total operado en el mercado de cambios fue de 899 millones de dólares, 7,5% menos que el viernes.
"El fuerte ingreso de divisas comerciales y financieras, sedientas por aprovechar el carry-trade continúa impulsando una apreciación del peso, que acompaña la dinámica de las monedas emergentes, más allá de que por la aún alta inflación en el tiempo incumba el riesgo de atraso cambiario", destacó Gustavo Ber, titular de Estudio Ber Inversiones.
Una medida que era esperada
La medida no sorprendió a los economistas, que en la previa esperaban que el Central vuelva a poner un piso a la tasa de Leliq, para seguir manteniendo prudencia en sus movimientos.
"Creo que el BCRA buscará ser prudente porque vienen las PASO, que no es un tema menor, y además hay cuestiones estacionales en el medio, así que podría definir un nuevo piso, con una tasa que todavía siga siendo relativamente alta", decía Gabriel Caamaño, de la Consultora Ledesma, al ser consultado el viernes sobre lo que haría hoy el BCRA.
Mostrar prudencia es la clave, según el economista, que sostiene que si hay algo claro es que la volatilidad es la principal característica de este año. "Las expectativas cambian mucho de mes en mes, y con cada encuesta que sale cambia el humor del mercado. Hay demasiada incertidumbre y se está incorporando información todo el tiempo. Los precios de los activos locales están muy volátiles, incluyendo al peso", destacaba Caamaño.
El Copom, integrado por el presidente del BCRA, Guido Sandleris; el vicepresidente, Gustavo Cañonero; la vicepresidenta segunda, Verónica Rappoport; el director designado por el directorio, Enrique Szewach; y el subgerente general de investigaciones económicas, Mauro Alessandro, también ratificó la decisión de mantener los límites de la zona de referencia cambiaria en $39,755 y $51,448 por dólar hasta el 31 de diciembre de 2019.
Así, extendió para julio la política de intervención cambiaria que había anunciado en abril para el período abril-junio cuando recibió el aval del fondo Monetario Internacional para intervenir en cambios.
"El BCRA no realizará compras en el mercado de cambios y podrá realizar ventas para contrarrestar episodios de excesiva volatilidad, dentro y fuera de la zona de referencia", explicó el Copom en su comunicado. Además, el monto de pesos resultante de eventuales ventas de divisas durante el mes de julio será descontado de la meta de base monetaria, agregó.
En la previa al anuncio, Norberto Sosa, director de Invertir en Bolsa, también decía que no había dudas de que el clima financiero permitiría una baja en la tasa mínima y reforzaba su idea con argumentos netamente monetarios.
"Hay una recomposición en la demanda real de dinero, se ve tanto en el M1, M3 y M3 que en términos reales se despertaron en junio respetando la estacionalidad", explicaba Sosa, también consultado el viernes último por iProfesional.
Además, agregaba, hay otros argumentos como la estabilidad del dólar, las expectativas de morigeración de inflación y el plan oficial para compra de autos, motos y el relanzamiento del Ahora 12 que terminaron poniendo un piso en la confianza del consumidor. "No tengo una regla para plantear cuál debería ser la tasa, pero creo que seguirá con cautela porque no hay margen para error. El 11 de agosto está cada vez más cerca", sostenía.
Para Amilcar Collante, economista de Cesur, la palabra "prudencia" también era lo que debería marcar la decisión del Copom, y hasta arriesgaba un nuevo piso en torno a lo que ahora definió el BCRA. "Creo que el nuevo piso podría ser 4 puntos abajo, cerca de 58% como para dar una señal de que el sesgo contractivo continúa. Ese sería un punto importante, dejando que quiebre el 60% pero no darle mayor margen", explicaba Collante el viernes último.
El mercado cree que el Banco Central mantendrá la prudencia y fijará nuevo piso a la tasa de interés
El economista de Cesur cree que la paz cambiaria y la baja de tasa son sustanciales, pero decía que bajar más de 4 o 5 puntos sería arriesgar mucho. "Hay que tener en cuenta que alguna dolarización va a emerger, si no es en julio va a ser en agosto, y el Gobierno va a hacer todo lo posible para que esté calmo el dólar. Y el primer dique de contención es la tasa de interés", destaca Collante.
En la misma línea, Martín Kalos, director de EPyCA, coincidía en que la prudencia primaría en la decisión que tome el Copom. "Esta gestión del BCRA tiene a la prudencia como un leit motive, y en ese sentido todas la señales que tomaron ha sido de continuar y profundizar el esquema que ha funcionado hasta ahora", comentaba el economista.
"Lo que esperaría es una decisión que modifique el piso y se baje, pero no que lo elimine. Porque el piso es algo que ha sido útil justamente para moderar expectativa de baja de tasa de interés y evitar la idea de que pueda bajar muy abruptamente", detallaba Kalos el viernes.
La baja de encajes previa
Con respecto a la baja de encajes por la estacionalidad de julio, el BCRA había flexibilizado en julnio las exigencias de efectivo mínimo para este mes, una medida anticipada por iProfesional la semana pasada La idea no es sólo evitar que presione sobre la tasa sino también asegurarse que los bancos tengan liquidez suficiente para canalizarla hacia las Leliqs.
En concreto, a través de la Comunicación A 6719 el BCRA liberó encajes por las operaciones con tarjeta de crédito; introdujo un cambio técnico que les da más previsibilidad a los bancos en su manejo diario de efectivo; y unificó el cómputo de julio con el de agosto y el de diciembre con el de enero.
En su comunicado de hoy, el Copom explicó que "la tasa de inflación ha comenzado a descender en los meses de abril y mayo, y los indicadores de alta frecuencia muestran que esta tendencia se mantuvo durante junio". No obstante, agrega, la tasa de inflación todavía se ubica en niveles elevados. Desde mayo, además, se ha verificado una significativa reducción en la volatilidad cambiaria.
Por eso mismo, el Copom refuerza su mensaje de dureza monetaria. En ese sentido "que el estricto control de agregados monetarios llevado adelante por el BCRA continuará guiando el proceso de desinflación en los próximos meses".
Si bien hoy el dólar opera estable y contribuye a mantener en línea la inflación, el ruido electoral es una amenaza latente a la calma cambiaria y por eso el BCRA debe mantener la prudencia. Un piso en la tasa hace que el rendimiento de la Leliq pueda seguir bajando, pero de un modo mucho más acotado.