El mercado cree que el Banco Central mantendrá la prudencia y fijará nuevo piso a la tasa de interés
El lunes, antes de que abran los mercados, se espera que se reúna el Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central y la expectativa está en lo que defina respecto del piso de la tasa de interés de las Leliqs, que hasta hoy está definida en el 62,5% anual.
En la City creen que el BCRA definirá un nuevo piso, unos escalones más abajo, para enviar un mensaje de prudencia al mercado.
Más allá de que este viernes el tipo de interés quedó en 62,69%, casi al límite del piso, el equipo de Guido Sandleris no puede cantar victoria respecto de la estabilidad cambiaria. La incertidumbre electoral en la previa a las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) y la oferta de divisas cada vez menor que aportará el sector agropecuario podrían generar cierta volatilidad a medida que se acerquen los comicios y aumente la dolarización de cartera.
"Creo que el BCRA buscará ser prudente porque vienen las PASO, que no es un tema menor. Además, hay cuestiones estacionales en el medio, así que podría definir un nuevo piso, con una tasa que todavía siga siendo relativamente alta", explica Gabriel Caamaño, de la Consultora Ledesma.
Mostrar prudencia es la clave, según el economista, que sostiene que si hay algo claro es que la volatilidad es la principal característica de este año.
"Las expectativas cambian mucho de mes en mes, y con cada encuesta que sale cambia el humor del mercado. Hay demasiada incertidumbre y se está incorporando información todo el tiempo. Los precios de los activos locales están muy volátiles, incluyendo al peso", destaca.
En la misma línea se expresó Norberto Sosa, director de Invertir en Bolsa, quien no tiene dudas que el clima financiero permitiría una baja en la tasa y cree que el BCRA definirá un nuevo piso en un menor nivel. "Hay una recomposición en la demanda real de dinero, se ve tanto en el M1, M2 y M3, que en términos reales se despertaron en junio respetando la estacionalidad", explica Sosa.
Además, agrega, hay otros argumentos como la estabilidad del dólar, las expectativas de morigeración de inflación y el plan oficial para compra de autos, motos y el relanzamiento del Ahora 12, que terminaron poniendo un piso en la confianza del consumidor.
"No tengo una regla para plantear cuál debería ser la tasa, pero creo que seguirá con cautela porque no hay margen para error. El 11 de agosto está cada vez más cerca", sostiene.
Prudencia, la palabra clave
Para Amilcar Collante, economista de Cesur, el término "prudencia" también es lo que marcará la decisión del Copom, y cree que en ese sentido volver a poner un piso en la tasa es lo más adecuado. "El nuevo piso podría ser 4 puntos abajo, cerca de 58%, para dar una señal de que el sesgo contractivo continúa. Ese sería un punto importante, dejando que quiebre el 60% pero sin darle mayor margen", explica.
Collante cree que la paz cambiaria y la baja de tasa son sustanciales, pero bajar más de 4 o 5 puntos sería arriesgar mucho.
"Hay que tener en cuenta que alguna dolarización va a emerger. Si no es en julio va a ser en agosto, y el Gobierno va a hacer todo lo posible para que esté calmo el dólar. El primer dique de contención es la tasa de interés", destaca el economista.
El Copom es el órgano que define los principales cambios en la política monetaria de la entidad y está integrado por el presidente del Banco Central, Guido Sandleris; el vicepresidente, Gustavo Cañonero; la vicepresidente segunda, Verónica Rappoport; Enrique Szewach, director designado por el directorio; y Mauro Alessandro, el subgerente general de Investigaciones Económicas.
"Con el fin de dar mayor previsibilidad al respecto, el BCRA absorberá la liquidez necesaria para sostener una tasa mínima de 62,5% durante el mes de abril. Es decir, la tasa de interés de referencia se moverá endógenamente por encima de dicho nivel durante este mes", explicó el Copom en su reunión del 1 de abril, cuando fijó el piso actual de la tasa.
Marín Kalos, director de EPyCA, coincide en que la cautela primará en la decisión que tome el Copom, si se reúne. "Esta gestión del BCRA tiene a la prudencia como un leitmotiv, y en ese sentido todas la señales que tomaron han sido de continuar y profundizar el esquema que ha funcionado hasta ahora", comenta.
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"Lo que esperaría es una decisión que modifique el piso y se baje, pero no que lo elimine. Porque el piso es algo que ha sido útil justamente para moderar expectativa de baja de tasa de interés y evitar la idea de que esa algo que se pueda hacer muy abruptamente", detalla Kalos.
El analista financiero Christian Buteler, por su parte, cree que el lunes el Banco Central directamente debería eliminar el piso y no establecerá uno nuevo para no atarse a un valor que más tarde la dinámica lo lleve a la necesidad de tener que modificarlo. Para eso, ni siquiera es necesario que se reúna el Copom, ya que el límite estaba establecido hasta elv iernes, que fue el último día de junio.
"En su momento, poner el piso sirvió para que pudiera subir el rendimiento de los plazos fijos y de esa manera poder atraer pesos y calmar la demanda de dólares", sostiene Buteler y agrega: "hoy, por lo visto no está esa necesidad y quizá puede ayudar más en la caída de la tasa".
El analista recuerda que lo que realmente motivó al Central a poner un piso fue la negativa de los bancos a trasladar la suba de tasa que estaba teniendo la Leliq a los plazos fijos.
"En realidad el piso es una medida que está fuera de la política monetaria, porque desde el primer momento se dijo que la tasa era exógena, que la determinaba el mercado. Y si la determina el mercado, el BCRA no tiene por qué ponerle ni piso ni techo", asegura el analista financiero.
"Quizá prefiere ir con pie de plomo, e ir asegurando que la caída no sea muy fuerte para que no pase lo mismo que pasó en marzo", acota Buteler.
No repetir errores
Justamente, no repetir el error de febrero, cuando convalidó una fuerte baja en la tasa y un mal dato de inflación reavivó la demanda de dólares, es lo que muchos creen que llevará al BCRA a ser prudente con la decisión del lunes.
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"Lo que va a primar es buscar estabilizar la cuestión cambiaria y tratar de no repetir el error de bajar muy rápido la tasa y que se descalibre el tema cambiario, más teniendo en cuenta que julio no es igual que junio", advierte Amilcar Collante. Ahora, agrega, empieza a mermar la oferta de dólares del agro en el mercado y la cercanía a las PASO puede ponerle un poco de ruido a la cuestión cambiaria.
En ese sentido, y más allá de que el BCRA ponga o no un nuevo piso, Buteler no le ve mucho recorrido en descenso a la tasa. "Se podrá acomodar unos puntos más abajo, porque la realidad es que está muy alta. Pero dependerá de cómo siga la inflación, de si el dólar sigue estable o no. Hay muchas variables que pueden modificar lo que hoy se diga", explica.
Con el grado actual de incertidumbre, sostiene Gabriel Caamaño, la tasa y el tipo de cambio más que moverse en sentido inverso se mueven los dos en el mismo sentido.
"Es como si hubiera una carrera de cuál reacciona más rápido: si reacciona la tasa, entonces el tipo de cambio cae menos; si no reacciona la tasa, el tipo de cambio cae más, o a la inversa cuando van para arriba", destaca.
El economista de Consultora Ledesma concluye que si el BCRA quiere reducir la volatilidad en ambos sentidos, y aparte sabiendo que se aproximan las PASO, "podría mostrar prudencia, para intentar con la prudencia reducir esa incertidumbre. Así, luego, cada información nueva que se vaya incorporando impactará menos".
Se vienen meses volátiles. Falta poco más de un mes para las primarias y cuatro meses para las elecciones presidenciales. El Banco Central tiene hoy como principal tarea garantizar un dólar estable, clave para que el Gobierno llegue a los comicios con tranquilidad.
El equipo de Sandleris sabe lo que implica acelerar un proceso de baja de tasas, como cuando se confiaron en febrero y de un piso del 44% tuvo que volantear hasta llevarla al techo del 74% en menos de 60 días.
Además, tampoco parecen estar tan preocupados por la caída del crédito, con lo cual no deberían tener prisa para fomentar un recorte más abrupto. Y en ese sentido, un piso en la tasa morigera cualquier tipo de expectativa bajista.