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BCRA afloja el "apretón": quiere que bancos tengan suficientes pesos para comprar Leliqs

El Banco Central unificó el cómputo de efectivo mínimo para julio y agosto. Otras dos medidas buscan evitar que las entidades se queden sin liquidez
28/06/2019 - 11:00hs
BCRA afloja el "apretón": quiere que bancos tengan suficientes pesos para comprar Leliqs

En línea con el aumento estacional de la demanda de dinero, y en un intento por asegurarse que los bancos tengan liquidez suficiente para canalizarla hacia las Leliqs, el Central flexibilizó los encajes a partir de julio.

Con tres medidas concretas, el organismo monetario les quitó presión a las entidades para cumplir con el cómputo de efectivo mínimo, en un mes en que la necesidad de dinero del público siempre aumenta.

La normativa, que se aprobó la semana pasada y fue oficializada a través de la Comunicación A 6719, libera encajes por las operaciones con tarjeta de crédito; introduce un cambio técnico que les da más previsibilidad a los bancos en su manejo diario de efectivo; y unifica el cómputo de julio con el de agosto y el de diciembre con el de enero.

Tanto en julio como en diciembre, históricamente hay más demanda de efectivo por el pago de aguinaldo, las vacaciones y el vencimiento de algunos impuestos que deben afrontar las empresas, lo que hace que aumente el circulante.

De hecho, el programa inicial de crecimiento cero de la Base Monetaria que diseñó el Central con el Fondo Monetario Internacional autorizaba aumentos de la meta en ambos meses (6% en diciembre y 2,45% en julio), justamente por la estacionalidad.

Además, el año electoral le suma un ingrediente. Esta vez, en el mercado descuentan que parte de la demanda de dinero -como el aguinaldo, por ejemplo- terminará volcándose al dólar, un clásico refugio ante la incertidumbre de los comicios.

El objetivo de todo esto es uno: que esa mayor demanda de efectivo no quite fondos que hoy las entidades colocan en Leliqs y evite que el organismo monetario tenga dificultad para seguir colocando sus letras (o se vea obligado a aumentar la tasa para seguir absorbiendo pesos).

"La medida tiene lógica, ya que el BCRA debe mantener la meta de crecimiento cero de la Base Monetaria, que en julio aumenta estacionalmente. Eso, de alguna manera, le saca liquidez a los bancos y sin esta medida ellos deberían reducir su tenencia de Leliqs", explica Hernán del Villar, titular del Estudio Alpha, quien estima en unos 30.000 millones de pesos la demanda extra de dinero de este mes.

"Con esto, el Central favorece la liquidez de las entidades para no tener que entrar en una puja de tasa por el efectivo. Y, quizá, hasta podría mantener la tendencia bajista de tasas", agrega.

El economista, uno de los que analiza con lupa las variables del sistema financiero, esperaba que esta flexibilización de los encajes se diera antes. Porque el BCRA de alguna manera tiene que compensar el efecto que genera el aumento de circulante, uno de los dos componentes de la Base Monetaria.

"Creo que no lo hicieron antes porque los bancos en junio estuvieron bien de liquidez. Básicamente, porque se dio una nueva caída del crédito", sostiene.

Los cambios, punto por punto

En concreto, la nueva normativa introduce tres cambios para reducir la presión de la demanda de dinero sobre los bancos, y por ende, sobre su capacidad de colocar pesos en las letras del Central.

- La primera excluye del cómputo de efectivo mínimo a las "obligaciones con comercios por las ventas realizadas mediante la utilización de tarjetas de crédito y/o compra" desde el 1 de junio, cuando antes sólo era válido para las operaciones hechas en un pago.

Este punto le aporta mucha más liquidez a los grandes bancos, que son los más activos en el mercado minorista y en las operaciones con tarjeta de crédito. 

"Esto me libera pesos, y a las entidades más grandes, mucho más. Antes teníamos que encajar las compras que se hacían en cuotas con tarjeta y ahora, ni esas ni las de un pago", explica el gerente financiero de una entidad local de segunda línea.

- El segundo punto de la normativa es un cambio técnico, pero que les aporta más previsibilidad en su manejo de efectivo. Además, ayuda al BCRA en su tarea de absorber dinero.

En rigor, dispone que a partir del 1° de julio "la exigencia de efectivo mínimo en pesos se determinará a partir del promedio de los saldos diarios de las obligaciones comprendidas registrados al cierre de cada día durante el período anterior al de su integración".

La clave en este punto es que antes, el cálculo de lo que los bancos deben integrar como encaje se hacía teniendo en cuenta el mes en curso, con lo cual iba variando día a día.

"Hasta ahora, la mínima diaria la tomábamos con la promedio de los depósitos del mes en curso y con esto la podemos hacer con la del mes anterior. Eso nos da mucha previsibilidad en el manejo de nuestra caja porque el segundo día ya tenemos un número fijo para todo el mes", explica el jefe de la mesa de un banco local. Lo único malo que puede causar, agrega, es que si el último día del mes salen muchos fondos por los depósitos quedan con una exigencia muy alta para cumplir y sin caja.

En concreto, en los primeros días de julio el área contable de cada entidad saca el promedio de los saldos diarios de junio y ya define con exactitud cuánto es lo que deben integrar en julio, que este año vuelve a computarse junto a agosto.

"Anteriormente, la exigencia se modificaba en la medida en que entraban o salían depósitos, ahora queda fija todo el mes. Con lo cual, si entran depósitos voy a estar trabajando con una exigencia vieja y no voy a tener que integrarlo; si me sacan depósitos voy a tener que integrar más de lo que tenía el mes anterior", agregan desde la mesa de dinero. 

A absorber pesos

Para Fabio Rodríguez, director de la consultora M&R Asociados, este punto también apunta a que los bancos absorban el aumento de circulante que estacionalmente se da en julio a través de una mayor integración en las cuentas corrientes que tienen en el BCRA.

La Base Monetaria tiene dos componentes: el circulante, que incluye a todos los billetes y monedas que hay en el sistema, tanto en poder del público como de las entidades; y la cuenta corriente de éstas en el BCRA.

Según la lectura de Rodríguez, como los depósitos están creciendo y los bancos van a poder usar la exigencia del mes previo, va a ser menor la integración que tengan que hacer en las cuentas corrientes que tienen en el BCRA.

"Eso va a compensar el aumento del circulante", sostiene el economista, con vasta experiencia en el sistema financiero, tanto de un lado del mostrador, cuando fue asesor de Martín Redrado en el Central; como del otro, cuando entre 2008 y 2010 integró el directorio del Provincia.

"Si no sacaba esta medida iba a haber presión por la mayor demanda de efectivo, ya que sí o sí iba a migrar plata de los bancos hacia el circulante y lo iba a tener que absorber el BCRA", asegura Rodríguez. "Con esto, las propias entidades son las que absorben esta mayor demanda", agrega.

El economista destaca que esto no sólo contribuye a que el Central pueda seguir con su ritmo de emisión de Leliqs, sino más que nada a cumplir con su meta de Base Monetaria, que, como recuerda, se alcanzó "con lo justo" en el último mes.

"Mayo cerró con una ingeniería que migró depósitos públicos de un lado a otro y, además, liberó encajes no remunerados para que los bancos suscriban Leliqs", comenta.

- En el tercer punto de la normativa, en tanto, el BCRA unifica el cómputo de efectivo mínimo de julio con el de agosto y el de diciembre con el de enero del próximo año. Se trata de una medida que había sido implementada en 2005, cuando Fabio Rodríguez asesoraba al entonces presidente del organismo monetario, y que en 2017 eliminó Federico Sturzenegger.

Según explicaron en su momento, cuando el directorio decidió hacer mensual el cómputo que hasta ahí abarcaba a los meses de diciembre, enero y febrero, buscaban "conseguir un control más estricto de los niveles de liquidez del sistema financiero, acorde a la política monetaria restrictiva que viene llevando adelante el BCRA tendiente a intensificar el proceso de desinflación".

Ese cambio, creían, "evitaría movimientos abruptos en los niveles de liquidez durante los meses en cuestión, aportando un mayor equilibrio que contribuirá a los objetivos del programa monetario".

El fatídico "28D" no impidió comprobar si la medida hubiese tenido efecto o no, ya que la injerencia de la Jefatura de Gabinete sobre el BCRA socavó la poca credibilidad que venían construyendo y terminó arrastrando a todas las variables financieras.

Vuelve el cómputo bimensual

Con el cómputo trimestral, o bimensual, como será ahora, se evita presión en el mercado de dinero por la exigencia de efectivo mínimo y se tiene un mayor margen para cumplir con el BCRA.

En su momento, como explican en la mesa de dinero de una entidad extranjera, lo que buscaban era evitar saltos en las tasas del sistema,mayormente en el call. Ahora, lo que quieren es que los bancos no se queden sin pesos disponibles para poner en las letras del Central.

"Hoy por hoy, es para que podamos ir a Leliqs, porque posiblemente me podría quedar en rojo todo julio, que me de la caja, y en agosto levanto todo lo que hice en julio", explican desde la mesa de ese banco.

Con todo esto, el organismo monetario pretende que esta vez la demanda de dinero no le juegue una mala pasada, después de haberla subestimado en los cálculos que hizo en los primeros meses del año.

Si la domina con la ayuda de esta medida, conseguirá que los bancos sigan activos en las subastas de Leliqs, que no se frene la tendencia bajista en la tasa y que no afecte el cumplimiento de su meta de Base Monetaria de julio.

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