Cuál es la gran apuesta de Caputo para que despegue definitivamente la economía
En medio de la euforia por la mejora de los indicadores económicos y el optimismo de los mercados financieros, el Gobierno enfrenta el desafío de que el crecimiento llegue a la economía real, algo que aún no está ocurriendo, según se desprende del último dato oficial de actividad económica, que mostró una baja en septiembre.
Hay molestia en el Gobierno por las últimas críticas lanzadas por los industriales a la apertura importadora, un tema que fue incluso mencionado por Caputo en su último entrevista.
En Casa Rosada creen que los encabezados por Daniel Funes de Rioja todavía "no la ven", lo mismo que ocurrió con los constructores enojados por la parálisis de fondos para obras públicas.
La UIA manifestó su preocupación por las políticas de apertura comercial impulsadas por el Gobierno y alertó sobre sus efectos negativos en las cadenas de valor, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (PyMEs).
Cuestionan que el Gobierno haya ampliado el ingreso de productos vía courier, y que este lunes haya eliminado totalmente el impuesto PAIS para las importaciones.
Según la UIA, si bien las iniciativas para abrir el comercio buscan mejorar la oferta en el mercado interno, su implementación sin un plan que contemple la mejora de la competitividad afecta directamente la actividad industrial y el empleo. Desde agosto de 2023, el sector perdió más de 30.000 puestos de trabajo, lo que refleja una situación crítica para las PyMEs, que representan una parte importante de las cadenas de valor.
Los industriales reclaman reducir el costo argentino mediante una reforma tributaria, mejoras en infraestructura y conectividad, incentivos para la inversión y modernización de los regímenes laborales.
Se quejan, por ejemplo, de que los juicios laborales hayan mostrado un fuerte aumento en los últimos meses.
Caputo les asegura que antes de definir una apertura más pronunciada las importaciones, buscará "nivelar la cancha", con medidas como la baja de impuestos.
El as bajo la manga de Luis Caputo para terminar con la recesión
El ministro de Economía sostiene que la baja de la inflación y la estabilidad macroeconómica terminará favoreciendo a los sectores productivos, y que eso quedará en evidencia el año próximo, cuando espera un crecimiento del Producto Bruto por encima del 5 por ciento.
El "as en la manga" que dice tener Caputo está vinculado con el regreso del financiamiento productivo a tasas súper competitivas, que ya se estaría empezando a notar.
Molesto por las críticas, el funcionario salió a destacar que el Tesoro no participará en los mercados de deuda el año próximo, y dijo que ese capital disponible irá a parar créditos para la producción, una palanca clave para la recuperación de la actividad.
Caputo destacó que más u$s4.000 millones que se pagarán por vencimientos de deuda el año próximo muy probablemente serán destinados a inversiones.
"Esa plata irá a financiar mayormente al sector privado y a alguna provincia. Eso se va a traducir en mayor inversión en la economía real, menores tasas de interés, crecimiento de la economía y trabajo para la gente", dijo el titular del Palacio de Hacienda.
Es que si bien la posibilidad de una inminente salida al mercado, tras la abrupta baja del riesgo país, despierta interés en el mercado, el Gobierno no piensa salir al mercado el año próximo.
El ministro ya había anticipado que no saldría al mercado en breve, cuando estuvo frente a inversores durante una reunión en la sede del JP Morgan, a fines de septiembre en Nueva York. En ese momento, el funcionario anticipó que no volverá a tomar deuda en los mercados hasta el 2026, que pagará los inminentes vencimientos con los dólares generados por el ajuste fiscal y sugirió que el DNU 846 implicaba la posibilidad de una mejora a los bonistas.
Tras esas aclaraciones, el riesgo país empezó a bajar en forma abrupta, hasta llegar a la actual zona de 700 puntos.
Según Fernando Camargo, representante del Instituto de Cooperación para la Agricultura en la Argentina, existen oportunidades de inclusión financiera y agrícola en la región. Dijo que el cambio macroeconómico en Argentina "favorece el financiamiento a la producción". Además, subrayó la importancia de las nuevas tecnologías en la transformación del crédito, facilitando la evaluación de riesgos mediante el uso de datos digitales.
La producción industrial creció 1,4% en octubre, al comparar con igual mes del año pasado. El dato por ahora no alcanza a compensar la caída que acumula un 7,5% en lo que va del año, según el Índice de Producción Industrial de la consultora Orlando J. Ferreres y Asociados. Incluso la medición desestacionalizada registró una baja mensual de 0,5%.
La evolución heterogénea de los sectores es, una vez más, la característica saliente en la "fotografía" industrial que tomó la consultora, "con el crecimiento anual sostenido en su mayor parte por la actividad en los molinos aceiteros, que se expandió 110,2% de forma anual, y en menor medida por la actividad en refinerías (+12,4% i.a.)".
En contraste con estos grandes jugadores de la economía, "la otra cara de la moneda es la producción de minerales no metálicos (-21,1% i.a.), industria que provee insumos a la construcción y que presentó caídas anuales de dos dígitos durante todos los meses transcurridos de 2024", por efecto de la paralización de la obra pública.
Para los últimos meses del año se espera que la actividad industrial se vuelva un poco más homogénea, con los sectores más rezagados recuperando terreno gracias a la suba de la demanda que produce la mejora salarial y la mayor oferta de crédito.
Nuevamente, el sector de insumos para la construcción quedó con el peor resultado del mes, anotando para octubre una contracción de 21,1%, acumulando para el período un nivel de actividad 26,7% inferior al del mismo tramo del año pasado.
La producción de cemento Portland mostró en el décimo mes una baja en la medición anual de 20%, y una contracción de 1,1% al comparar con septiembre".
Aun así, Caputo espera un repunte pronto también de ese sector, en especial por el impulso que los fondos del blanqueo tendrán sobre los proyectos en pozo, que son aptos para invertir esos dólares.
El Gobierno espera que la construcción remontará en el verano, y que esa tendencia se consolidará durante el resto del 2025.