Prepagas versus médicos y afiliados: quién gana y quién pierde en esta crisis de la salud privada
Hay una tríada imposible de eludir en el proceso microeconómico: precio, valor y costos. Sin embargo, en una economía, las expectativas de sobre la cantidad a pagar por un bien y servicio, muchas veces tienen una restricción que es el ingreso o disponibilidad de la demanda para poder pagarlo. Este mes comienzan a liberarse el precio de las facturas de medicina prepaga.
¿Cuál es el punto de partida de análisis de esta tríada en el proceso de fijación de precios en el mercado en el actual contexto?
Precios de las prepagas frente a la inflación
Para el primer cuatrimestre del año se anunciaron incrementos que totalizaron un 145% de aumento frente al 65% de inflación acumulada para el mismo período. Es decir, que los precios de las prepagas tuvieron un incremento del 80% por encima de la inflación para los primeros 4 meses, significando una diferencia de $125.087 en abril del corriente año entre la cuota cobrada y lo que costaría si aumentara al mismo ritmo que el IPC.
A raíz de los sucesivos aumentos, se estableció un acuerdo judicial entre el Gobierno y las prepagas, donde las prestadoras deben, en los meses de mayo y junio cobrar el precio de diciembre del 2023 multiplicado por la variación del IPC hasta el periodo que corresponda, este acuerdo también incluye que las empresas devuelven lo cobrado por encima de la inflación en cuotas. A partir de julio, podrán fijar sus precios de libre mercado. Sin embargo, desde el sector afirman que los precios de las prestadoras de servicios todavía están atrasados.
Los aumentos que preparan las prepagas para julio son van desde el 6,7% a 9,3% de acuerdo a la empresa prestadora de los servicios de la salud.
Durante este mes, el gobierno a través de publicación en el boletín oficial, el gobierno declaró que, los Agentes del Seguro no podrán supeditar la afiliación al cumplimiento de ningún requisito no previsto en la ley o sus reglamentaciones; efectuar discriminación alguna para acceder a la cobertura básica obligatoria; realizar examen psico-físico o equivalente, cualquiera sea su naturaleza, como requisito para la admisión; establecer períodos de carencia, salvo con relación a lo previsto en el inciso c) del artículo 5° de la Ley N° 23.661 y decidir unilateralmente sin causa la baja del afiliado.
Por decisión del Gobierno Nacional, las empresas de medicina prepaga deberán aportar como las obras sociales al Fondo Solidario de Redistribución. Se trata de una iniciativa con el objetivo de impulsar la competencia entre las mismas y darle libertad de elección a los beneficiarios.
De esta forma se unifica el porcentaje de las contribuciones y aportes al Fondo Solidario de Redistribución en un 15%. Este cambio tiene como objetivo simplificar el sistema de recaudación, evitando confusiones y discrepancias en los montos aportados por diferentes entidades y asegurando una base de financiación más uniforme y predecible para el fondo. Ese porcentaje anteriormente estaba fijado en 20%.
Problemas de los salarios del sector de la salud
El principal costo que afronta todo el sistema de salud son los salarios de sanidad regulados por diversos convenios colectivos.
Durante los primeros cuatro meses del año 2024, el aumento de salarios de FATSA fue del 60%, mientras que el aumento de las prepagas durante el mismo período alcanza el 145%. Sin embargo, las empresas tienen costos que tienen que ver con lo operativo o incluso inversión en equipamiento o tecnología para la atención sanitaria.
Los salarios del sector se incrementaron en un 270% entre diciembre de 2022 y febrero del 2024, mientras que los valores de las facturas lo hicieron en un 324%.
Para junio del 2024, algunos de los sueldos básicos por convenio colectivo de trabajo quedaron determinados de la siguiente manera:
Profesionales bioquímicos, nutricionistas, farmacéuticos y kinesiólogos: $759.804,65
- Obstétricas e instrumentadoras: $690.981,87
- Cabos/as de cirugía: $690.981,87
- Cabos de piso o pabellón: $678.868,66
- Enfermeros de cirugía y personal de esterilización: $660.699,52
- Auxiliar técnico de Rayos X: $660.699,52
- Pedicuros y masajistas: $660.699,52
- Enfermero/a de piso o consultorios externos: $642.527,08
- Personal especializado en Terapia Intensiva, Climax, Unidad Coronaria, Nursery, Foniatría y Riñón artificial: $642.527,08
- Personal destinado a la atención de enfermos mentales y nerviosos: $642.527,08
De acuerdo a los exámenes de residentes de junio del 2023, existe un déficit de profesionales de la salud en 9 áreas importantes. En neonatología hay un 75% de déficit para cubrir ciertos puestos, medicina general presenta un déficit de 61%. La falta de profesionales debido al bajo nivel de ocupación en ciertas áreas, explica el motivo de las demoras los centros de salud. Sin profesionales de la salud no hay posibilidad de atender a los pacientes presentes y futuros. El sistema ingresa en un embudo por falta de profesionales y cobertura de costos de las prestaciones.
Los puestos de trabajos registrados en el sector privado tuvieron un comportamiento similar al de los trabajadores de la salud, excepto en la caída entre 2018 y 2022. A partir del año 2017 se mantuvo estancado los empleos registrados en la salud, con un promedio de 320.000 trabajadores, cuando la población para el mismo periodo aumento en más de 2,2 millones de personas. Si hubiese seguido la tendencia presentada hasta julio del 2017, hoy debería haber 448.000 empleados sanitarios en el sector privado.
Sin embargo, la salud fue uno de los sectores que mantuvo los puestos de trabajo pese a la caída general que comienza en marzo del 2018, profundizando esta caída la llegada de la pandemia del Covid-19 en 2020. El trabajo registrado actualmente se encuentra en niveles del año 2013, lo que deja al descubierto la incapacidad de los gobiernos de distintos signos políticos para crear puestos de trabajo formal.
Los salarios promedio con estacionalidad se encuentran alrededor de $947.874, esto expone que el sueldo básico de un profesional kinesiólogo, nutricionista, bioquímico de junio lo encontraremos por debajo de la media, lo que quizás indique un motivo adicional del déficit profesional en este rubro.
De diciembre a marzo, el salario promedio con estacionalidad aumentó un 12,6%, totalmente por detrás de la inflación que fue de 51,1% y más aún de los planes de medicina prepaga que arrojaron un aumento de 133,2%. En los últimos meses, se profundizó el problema de pagar la medicina prepaga.
La cantidad de afiliados sigue aumentando año tras año, pero la cantidad de trabajos registrados de la salud en el sector privado se mantiene constante hace 7 años. Sin profesionales veremos una caída en la calidad del servicio por las demoras y falta de médicos/especialidades.
Las prepagas argumentan que para garantizar un mejor servicio deben actualizar los precios. En diciembre del 2023, el pago de la prepaga del grupo familiar, para un salario promedio representaba el 18,5% mientras que en abril del 2024 paso a representar el 40,4%. Es decir, el problema de las empresas de medicina prepaga es de costos para prestar un servicio de calidad. A su vez, los profesionales nos faltan en cantidad, por lo cual merma la calidad del servicio. Los usuarios y clientes ante una economía real que no crecen en los últimos años tienen un problema de ingreso para poder pagar por el servicio de salud que adquieren. Un problema muy difícil de resolver en el corto plazo.
Durante años, este mercado demostró tener una demanda prácticamente inelástica al precio porque a medida que fue subiendo su precio también aumentaba la demanda planes de salud por lo primordial que resulta para la vida humana. Luego del susto del Covid-19, en un contexto de precios regulados en las prepagas, se priorizaban los gastos en seguros contra alguna enfermedad, creciendo la cantidad de afiliados, pero a partir de la liberalización de los precios de los planes de salud en diciembre del 2023 y con los salarios perdiendo frente a la inflación, comenzó a retraerse la cantidad de afiliados donde inexorablemente recurren a la salud pública en caso de padecer alguna enfermedad.
En un servicio cómo la salud, los usuarios están dispuestos a pagar un cierto monto de su ingreso para preservar su cobertura. Y ese precio de equilibrio hoy será muy finito ante la restricción del ingreso. Las empresas de medicina prepaga tendrán una tarea titánica. Fijar precios a un valor de mercado que no las lleve a perder afiliados reestableciendo equilibrios económicos y financieros que les permitan sostener sus prestaciones en un contexto donde además se le suma la falta de profesionales para prestarlos. Valor sin precio no es una fórmula sostenible en el tiempo.
Las inversiones siempre quedan rezagadas de esta manera. Nos hemos devorado el stock de profesionales de la medicina con menor flujo futuro y se ha detenido la inversión de capital para las prestaciones del sector. Una radiografía más de la economía en decadencia de Argentina en las últimas décadas en este caso en el sector de la salud.