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¿Habrá "dólar soja 4"?: el BCRA podría captar u$s2.000 millones para fortalecer reservas de cara a octubre

Mantener un clima de estabilidad financiera en la previa de la elección de octubre será una prioridad para la coalición Unión por la Patria
28/07/2023 - 18:25hs
¿Habrá "dólar soja 4"?: el BCRA podría captar u$s2.000 millones para fortalecer reservas de cara a octubre

Mientras Sergio Massa confirma que la plata del Fondo Monetario Internacional no aparecerá hasta después de las PASO, en el mercado se vuelve a sacar cuentas sobre si el aporte de las últimas medidas será suficiente para reforzar las reservas y la caja fiscal. Y es ahí donde aparece la nueva sospecha: una vez que termine el dólar maíz, ¿es el turno de un nuevo "dólar soja"?

Por otra parte, el titular de Economía confirmó este viernes que se logró el esperado acuerdo con el FMI, que, según dijo, "permite recorrer la segunda parte del año con mucha más tranquilidad". El nuevo pacto establece establece que habrá desembolsos para la Argentina en en agosto y noviembre. Sin embargo, el primero, de alrededor de u$s7.500 millones, no se hará efectivo hasta después de las PASO.

En tanto, el nuevo régimen de tipo de cambio preferencial para el maíz tuvo un arranque a todo vapor, con ventas promedio de medio millón de toneladas por día, algo que compensa a Massa por las críticas que recibe de parte de los sectores que se sienten afectados por esta nueva distorsión cambiaria.

De un lado de la balanza, el ministro/candidato tiene la esperanza de recibir un ingreso de corto plazo por u$s2.000 millones, algo que en este momento de escasez aguda es valorado como una tabla de salvación. Del otro lado, está lo que ya se esperaba: productores de los sectores ganadero, lechero, porcino y avícola, entre otros, que se quejan de que tendrán un encarecimiento de costos que dejará a muchos jugadores en situación de quebranto y que traerá como consecuencia inevitable una suba de precios internos.

Pero en un contexto de crisis de balanza de pagos, Massa ya decidió cuál de esos temas tiene más peso: en cuatro jornadas de vigencia del nuevo régimen, las liquidaciones del agro fueron de u$s520 millones, lo que le permitió al Banco Central quebrar la tendencia vendedora y poder volver a aportar a las reservas por u$s429 millones.

Todo un contraste con los datos de comercio exterior de junio, cuando las divisas aportadas por los cereales fue de u$s1.581 millones en todo el mes, algo que representó una caída de 59% respecto del año anterior y de 62% respecto de mayo -cuando todavía regía el incentivo cambiario-.

Dólar: Massa piensa en el día después del maíz

Es por eso que el ministro no ha tenido problema en contradecir su propio argumento del año pasado, cuando implementó la primera versión del "dólar soja": en aquel momento afirmaba que el tipo de cambio preferencial para los sojeros tendría un impacto casi nulo sobre "la mesa de los argentinos" porque la soja sólo se consume en un porcentaje ínfimo, a diferencia de otros productos como el maíz, que deliberadamente habían quedado fuera porque son un insumo principal de la industria alimenticia.

La necesidad llevó a que se tuviera que echar un manto de pragmatismo financiero sobre aquel discurso. El motivo era claro: en un año crítico para el campo, el maíz era el cultivo disponible, mientras la soja, que redujo a la mitad su cosecha y que ya tuvo tres versiones de su tipo de cambio preferencial, no estaba en condiciones de hacer un aporte significativo.

Sergio Massa insinuó que, una vez que se  haya acumulado un mayor
Sergio Massa insinuó que, una vez que se haya acumulado un mayor volumen de soja, se podría implementar un nuevo incentivo exportador

El propio Massa, entrevistado en C5N, respondió que el motivo por el cual la soja no entraba en este nuevo programa de "dólar agro" es porque, por una cuestión estacional, todavía no había un volumen lo suficientemente grande que justificara incluir a este cultivo.

En realidad, en los silobolsas sigue habiendo un stock que los expertos del sector estiman en unas nueve millones de toneladas. Es un volumen acotado en comparación con los más de 20 millones que estaban guardados en agosto del año pasado, cuando Massa decidió la primera versión del dólar soja.

Massa dio a entender que esta esperando el aporte de la "cosecha fina". Pero, sobre todo, lo que el ministro tuvo en consideración fue cierto "efecto desgaste" de la medida. Desde los u$s8.100 millones ingresados en la primera versión -septiembre 22- se bajó a u$s3.400 en la segunda -agosto 22-.

Y para la tercera, con una duración extra de un mes y medio, y sumando a la soja el aporte de las economías regionales, se logró sobre las últimas jornadas llegar al objetivo de u$s5.000 millones, no sin controversia por el precio de la liquidación, que era considerado bajo por los productores y demasiado alto por los exportadores.

Sin "zanahoria" no hay soja

Lo cierto es que la implementación de un "dólar soja 4" es algo que en el mercado se da como una obviedad. No será ahora, como dijo Massa, porque no están dadas las condiciones. Pero tendrá que ser antes de fin de año -y probablemente antes de la eleccion de octubre-, porque los productores tienen la expectativa de que en algún momento habrá un tipo de cambio más favorable para ellos. Ese solo hecho ya funciona como una "profecía autocumplida", porque ante la ausencia de venta, la presión para un tipo de cambio sectorial se hace más fuerte.

Así lo describió el economista Salvador Vitelli en una columna para iProfesional: "Aquí entra en escena un efecto colateral de los tipos de cambio diferencial. No solo exacerban liquidaciones en un período de tiempo en particular, sino que hipotecan liquidaciones de futuros períodos donde no haya esa ‘zanahoria’. Por ende, quitan liquidaciones venideras por el hecho que se liquidan dólares que, en un contexto normal, no se hubiesen liquidado, sino que hubiese sido más adelante. Y, además, cuando la vigencia del tipo de cambio diferencial culmina, los incentivos a liquidar al tipo de cambio oficial son nulos".

Las cifras parecen confirmar esa hipótesis. El precio internacional, aunque ha bajado respecto de sus niveles récord, sigue siendo atractivo, con una cotización de u$s521 en Chicago. Pero, como siempre, la cuenta más relevante para los productores no es esa, sino el nivel de brecha entre el dólar que les reconocerá el Banco Central y el del MEP al que luego ellos deberán rehacerse de las divisas para hacer frente a la compra de insumos.

Y hoy esa brecha está en 83%, lo que implica un disuasivo potente para la exportación. Para tener una referencia, cuando comenzó la primera versión del dólar soja, esa brecha era de 100% y se redujo a 40% por efecto del incentivo cambiario.

La exportación de  maíz tuvo un crecimiento explosivo
La exportación de maíz tuvo un crecimiento explosivo desde que rige el nuevo régimen, lo cual le permitió al BCRA pasar a la posición compradora

En el mientras tanto, la liquidación se redujo a niveles mínimos. En contraste con el protagonismo del maíz, los analistas hablan de un mercado se soja casi paralizado.

"Distorsiones que cuesta entender cómo se toleran así nomás. El principal negocio de Argentina deshecho por los caprichos y dibujos de un ministro. Nadie vende nada así. Todos a la espera del dólar soja 4", se queja el productor Santiago del Solar, ex jefe gabinete Ministerio Agricultura durante la gestión macrista.

Lo cierto es que es que pocos dudan de la repetición del "dólar soja" en el mediano plazo. Lo que no está tan claro es cuál sería el precio que resulte atractivo a los productores como para que haya un ingreso importante. Suponiendo que el nuevo incentivo se implementara en septiembre, y que se hiciera una actualización por inflación del último precio incentivo -$300 en mayo-, debería ubicarse en torno de los $370, teniendo en cuenta las proyecciones del IPC que hacen los economistas.

Sin embargo, dadas las protestas por lo insuficiente del precio en la última edición, no debe descartarse que haya presiones para un nivel más alto.

Necesidades de caja en pleno cierre electoral

Lo que, en definitiva, lleva al mercado a esperar un nuevo "dólar soja" para luego de las PASO es la situación macroeconómica todavía demasiado frágil, aun con un acuerdo con el FMI. Después de todo, por más exitoso que sea el "dólar maíz", el nivel máximo esperado de ingreso es u$s2.000 millones, un nivel insuficiente para las necesidades de la economía argentina, que sólo en el primer semestre acumuló un saldo negativo de u$s4.387 millones en la balanza comercial.

Y los economistas advierten sobre el deterioro en la balanza de pagos -la que compara los dólares que entran y salen de la economía-. Según Jorge Vasconcelos, economista jefe de la Fundación Mediterránea, la cuenta corriente tendrá un déficit de al menos u$s16.000 millones. Esto implica una merma de la competitividad cambiaria de las exportaciones de al menos 25% en comparación con 2019, último año de equilibrio.

Agrega que esta situación de la balanza de pagos convive con un aumento en la financiación del déficit fiscal desde el Banco Central, que hace transferencias para comprar bonos de la deuda, al punto de que ese mecanismo ya explica el 34% de la emisión monetaria.

Pese al acuerdo con el FMI, Argentina está en situación de déficit en su balanza  de pagos
Pese al acuerdo con el FMI, Argentina está en situación de déficit en su balanza de pagos, y no se despeja el riesgo de volatilidad cambiaria

"Aun con acuerdo y desembolsos del FMI, no será sencillo mantener las expectativas bajo control en esta transición. Sin reservas y con dificultades para frenar el ritmo de la expansión monetaria, la pregunta es si el resultado de las PASO será capaz de proveer un ancla política para la economía", se pregunta el analista.

Y en ese marco de incertidumbre, no habrá forma de que el Gobierno desprecie el aporte del mayor producto de exportación nacional. Los cálculos previos indican que el volumen de soja existente en los silobolsas podría alcanzar los u$s5.000 millones, y que con el incentivo de un "dólar soja 4" podrían captarse, en un cálculo conservador, unos u$s2.000 millones para reforzar las reservas del Banco Central, más el aporte de las retenciones que vayan a la caja de la AFIP.

Mantener un clima de estabilidad financiera en la previa de la elección de octubre será una prioridad para la coalición Unión por la Patria, por lo que todo indica que no habrá oposición interna para que se usen los medios a disposición. De hecho, hace mucho tiempo que acallaron las críticas que se hacían desde el kirchnerismo duro a Massa, por "claudicar" ante los reclamos del campo, ni se escuchan las ironías sobre que Masa había inventado la "resolución 521" por generar el efecto inverso a la recordada 125.

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