Dólar, inflación y deuda en pesos: las pruebas de fuego del primer trimestre de 2023
Hay coincidencia entre los analistas económicos y financieros que el gran desafío de este gobierno y de Sergio Massa será pasar el verano, el primer trimestre de 2023 con una inflación por debajo del 4 % mensual y con un BCRA que no pierda muchas reservas internacionales que en la actualidad superan los 43.900 millones de dólares.
Es que finalizada la operatoria del dólar soja 2.0 a 230 pesos el próximo 3 de enero la gran oferta del sector agroindustrial se reducirá muy fuerte como ocurrió en el periodo octubre noviembre.
En ese periodo el promedio de liquidación diaria del agro excluyendo dólar "soja" fue de apenas 54 millones de dólares, manteniéndose sin cambios respecto a lo liquidado tras el fin del programa original de 55 millones de dólares por día.
Es importante señalar que recién en abril cuando se produzca la entrada de la cosecha gruesa, la liquidación empezaría a acelerarse, pero si la sequía no afloja podría retrasarse.
El último informe de la consultora Portfolio Personal Invesment explica que, de mantenerse la tendencia de ventas netas por 60 millones de dólares diarios del último mes, las ventas al dólar oficial alcanzarían alrededor de u$s1.200 millones por mes hasta marzo".
Esto sumado a los 1.000 millones de dólares que se necesitarán para el pago de cupones de Bonos Globales y Bonares implica que enero las reservas internacionales netas podrían disminuir u$s4.600 millones en los próximos tres meses.
Qué puede pasar con el dólar oficial en 2023
Lo importante es que para afrontar el primer trimestre del año próximo los números de los últimos días llaman al optimismo. El BCRA compró ayer unos 539 millones de dólares.
Esta es la segunda mayor compra diaria del año, que está por debajo solo de la jornada del 29 de junio, y el BCRA elevó a 1.853 millones de dólares el saldo positivo de diciembre.
El otro dato relevante es que, en el acumulado de 2022, el BCRA lleva comprados en el mercado oficial unos 5.690 millones. Ese valor superó las compras de 2021, cuando había alcanzado los 5.524 millones de dólares.
Hay que mencionar también que en la reapertura del programa de exportadores de soja 2.0 desde el 28 de noviembre, se llevan liquidados más de 3.000 millones de dólares que es la cifra que prometió la cámara de exportadores agroindustrial es CIARA-CEC al ministro de Economía Sergio Massa.
La gran duda de los analistas del mercado financiero local y de Wall Street es que pasará con el valor del dólar paralelo y de los dólares financieros alternativos en el primer trimestre del año que viene porque habrá una importante caída en la oferta y la demanda de dólares oficiales podría aumentar por el lado del sector privado para el pago de importaciones y también del sector público enfrentará fuertes pagos de deuda en dólares.
En ese aspecto hay varios cálculos de consultoras locales que comparan a valores de hoy que el dólar oficial de 175 pesos debería costar unos 210 pesos frente a los 60 pesos que costaba cuando asumió Alberto Fernández el 10 de diciembre de 2019.
Dólar blue y el impacto en la inflación en 2023
Una gran parte de los analistas consultados por iProfesional sostiene que en la actualidad el valor del dólar oficial debería estar en un precio cercano a los 230 pesos del dólar soja 2.0.
En lo que respecta a la evolución del dólar paralelo tal como lo había anticipado el miércoles una fuente del equipo económico a iProfesional el dólar blue cayó ayer de 357 a 350 pesos dando una bocanada de aire fresco al gobierno luego de cinco subas seguidas.
Por otra parte, los dólares financieros alternativos como el CCL y el MEP cerraron en 340 pesos y 334 pesos respectivamente mostrando resultados dispares.
La suba del dólar paralelo de 5 ruedas consecutivas no parecía preocupar mucho al equipo económico y la reciente baja le da la razón.
La mayoría de las consultoras proyecta que si el año próximo el tipo cambio oficial aumenta un 80 por ciento el valor de ese dólar para fines del año que viene estaría por encima de los 300 pesos con una inflación proyectada cercana al 100 % anual.
Por lo tanto, si la brecha se mantuviese en los niveles actuales el dólar paralelo estaría en un valor piso cercano a los 550 pesos y no proyectan cuánto podría ser el techo al considerar constante la brecha cambiaria.
La renovación de la deuda en pesos
La otra gran prueba de fuego del próximo trimestre estará centrada en la renovación de la deuda en pesos emitida por el Tesoro.
Al respecto hay que destacar que con el refinanciamiento extra de 18.000 millones conseguido ayer el Tesoro embolsó en la última licitación unos 344.500 millones de pesos por lo tanto logró un roll over del 550 % en la última licitación del año.
De esta manera alcanzó un valor efectivo adjudicado de casi $1,2 billones en diciembre, lo que implica un financiamiento neto por $699.891 millones y un roll over de casi 247%.
En este al caso hay que destacar que los vencimientos de deuda emitida por el Tesoro a financiar en el primer trimestre del año próximo en promedio llegan a unos 1,4 billones mensuales llegando a un pico de casi 2 billones de pesos en marzo.
La gran duda es cual será la variable de anclaje del programa financiero 2023 con una deuda en pesos a vencer que supera los 14 billones de pesos en la actualidad.
En la actualidad el gobierno puso foco en una inflación del 4,0% mensual para los meses de marzo o abril del año 2023 pero esto no se condice con los enormes vencimientos de deuda en pesos, ya sea de la Tesorería o el Banco Central a 12 meses vista.
El gran problema que enfrenta el equipo económico es qué tal vez el número de inflación de noviembre sea un dato aislado ya que la mayoría de los analistas proyecta una inflación superior al 5 % mensual para este mes.
El valor se conocerá en la segunda semana de enero de 2023. El impacto de algunos precios de tarifas a lo que se deben sumar aumentos de productos estacionales relacionados por las fiestas de fin de año y el comienzo de las vacaciones podrían sumar más presión sobre los precios al consumidor.
Casi finalizado el año los analistas comienzan a observar con atención los desafíos del gobierno en 2023 en particular porque se trata de un año electoral pero la mayoría coincide que la gran prueba de fuego será el primer trimestre de un 2023 que genera mucha incertidumbre.