¿Habrá bono de $30.000 para trabajadores formales?: Massa define entre presiones contrarias de la CGT y el kirchnerismo
Después de otorgar un bono a los jubilados y una mejora a las asignaciones familiares, Sergio Massa debe decidir si avanza con la idea de habilitar un bono para todos los trabajadores activos, como una forma de compensar la pérdida del poder adquisitivo de los asalariados.
La propuesta de un bono por $30.000, por una única vez, surgió hace algunas semanas desde el kirchnerismo. El diputado Máximo Kirchner hizo alusión a esa posibilidad, a modo de reclamo al Gobierno.
Por ahora, esa idea fue rechazada por la propia CGT, ya que los sindicalistas son más proclives a que las mejoras salariales se materialicen únicamente mediante las paritarias. De hecho, varios sindicatos ya reabrieron las negociaciones. O directamente acordaron con los privados un adelantamiento de los aumentos que correspondía efectuar más adelante en el año, o incluso ya a comienzos de 2023.
Sin embargo, la aceleración inflacionaria -que proyecta un índice de precios superior al 90% para este 2022- podría cambiar los planes.
Hasta ahora, Massa -al igual que Alberto Fernández- se había mostrado partidario de complacer a la CGT. Pero el reclamo del ala kirchnerista de la coalición gobernante se potenció en las últimas horas.
La cuestión tiene incluso una mirada política: Cristina Kirchner y su núcleo más cercano han ganado posiciones en la interna desde la semana pasada, con la centralidad que obtuvo la vicepresidenta tras el pedido de condena por parte del fiscal Diego Luciani y las sucesivas marchas de apoyo en su propio domicilio particular.
Bono de $30.000: quiénes se oponen
Una fuente del equipo económico admite la posibilidad de que en los próximos días se resuelva la cuestión. No descarta que pueda habilitarse, mediante un decreto, y que las empresas puedan abonar el bono en varias cuotas, tal como se hizo en 2019, todavía durante el gobierno de Mauricio Macri.
Esta posibilidad es especial para las Pymes. "Una empresa que tiene 100 empleados no podría pagarlo de una sola vez, ya que representaría $3 millones. Imposible para estos tiempos", comenta a iProfesional un dirigente de una cámara empresaria que ya está sacando cuentas sobre el costo de la medida.
Como sucedió aquella vez, ahora también sería a cuenta de las próximas paritarias.
Uno de los puntos sobre los que decidirá Massa tiene que ver con lo que le tocaría al Estado nacional, a las provincias y a las intendencias en momentos en los que se puso en marcha un ajuste del gasto público. El ministro sabe que, más allá de los costos que le genera a la propia administración, una parte la podría compensar por una mayor recaudación fiscal. Pero no son las cuentas que sacan los intendentes, por ejemplo.
También hay una cuestión adicional: la relación con el FMI. ¿Cómo plantear una mayor erogación fiscal en momentos en que el ministro está poniendo sobre la mesa un ajuste para cumplir con el organismo? Una de las posibilidades, justamente, es que la decisión final se tome una vez al regreso de su viaje a los Estados Unidos, tras el encuentro que mantenga con la plana mayor del Fondo Monetario.
¿Hace falta un nuevo bono para trabajadores?
Uno de los dilemas que tuvo que dilucidar el ministro fue la manera en que debía contrapesar la pérdida de poder adquisitivo.
En el caso de las jubilaciones, Massa decidió un bono -durante los próximos tres meses- de hasta $7.000 para las jubilaciones más bajas. Lo decidió tras calcular que el retraso de los haberes jubilatorios arrastraría una pérdida de unos 16 puntos al mes de septiembre en relación a la inflación acumulada en los primeros nueve meses del año.
La duda, en todo caso, refiere a si el Gobierno podrá quitarles este ingreso adicional a los jubilados después de noviembre. Nadie cree que tenga espacio político para ejercer esa posibilidad en medio de la acelerada inflación.
Ayer mismo, el propio jefe del Palacio de Hacienda anunció una mejora de las asignaciones familiares para salarios de trabajadores en relación de dependencia. Durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, habrá un aumento en las asignaciones familiares de trabajadores en relación de dependencia con ingresos familiares de hasta $131.000: el nuevo monto será de $20.000 por hijo (anterior de $10.000).
El argumento de Massa al hacer el anuncio fue muy concreto y, tranquilamente, podría adaptarse a un próximo anuncio sobre un bono para los asalariados: "Hoy peleamos contra un fenómeno que fue creciendo, que es la inflación, un veneno que se come el ingreso de las enorme mayoría de las familias argentinas, y mientras vamos tomando decisiones desde el punto de vista fiscal monetario para calmar las expectativas inflacionarias, es importante reforzar el ingreso de nuestros trabajadores", dijo.
La inflación no se detiene
Tal como adelantó iProfesional, las principales empresas fabricantes de alimentos enviaron nuevas listas de precios con fuertes aumentos a sus clientes, cadenas de supermercados y mayoristas. La mayoría de esos ajustes empiezan a regir hoy mismo, horas antes de que empiece el mes de septiembre.
Las subas promedian del 7% al 8%, con lo que da una idea de la temperatura inflacionaria que tendrá el próximo mes.
Este primer ajuste en las listas de precios le pone un piso al costo de la inflación de la comida de cara al mes que viene. Este es, ni más ni menos, el contexto sobre el que Massa tendrá que definir si, como le reclaman sus socios mayoritarios, abre las puertas a un bono para todos los asalariados.