El Gobierno lanza medidas urgentes para revertir la pérdida de dólares: fuertes controles a las importaciones
El Gobierno y el Banco Central anunciaron una batería de medidas para revertir la peligrosa dinámica que no permite acumular dólares en las reservas, en plena temporada alta de liquidación de divisas por parte de los exportadores de cereales.
Como viene anticipando iProfesional, habrá nuevas trabas a las importaciones que el Gobierno considere innecesarias para sostener el proceso de recuperación de la actividad económica.
Habrá recortes en las importaciones de bienes de consumo, que vienen expandiéndose a un ritmo por encima del crecimiento de la economía. Martín Guzmán y Miguel Pesce sospechan que parte de estas importaciones son parte de una dinámica perniciosa, destinada a sacarle dólares baratos al Banco Central. Por eso mismo, se pondrá en marcha una rigurosa evaluación de esas compras. Empresa por empresa.
Además de la urgencia económica -la imposibilidad de juntar dólares pone presión al mercado cambiario-, la cuestión tiene un innegable impacto político.
Cristina Kirchner viene hablando del tema cada vez que aparece en público: "Hay un deporte nacional por apoderarse de las reservas que hay en el Central", determinó CFK. La vicepresidenta suele mencionar el "festival de importaciones", una alusión crítica hacia la gestión del exministro Matías Kulfas, de Guzmán y también de Pesce.
Una por una las nuevas medidas para el comercio exterior
Las principales medidas son las siguientes:
- Las medidas extienden el sistema de financiación de importaciones a las realizadas bajo Licencia No Automática y a la importación de servicios y tendrán vigencia por un trimestre, para dar tiempo a la normalización del comercio exterior.
- Las pequeñas y medianas empresas quedan exceptuadas de las exigencias vigentes de financiar sus importaciones por un incremento de 15% respecto al año anterior, con un límite de hasta un millón.
- En el nuevo esquema de pagos, las SIMI A mantendrán el acceso al mercado de cambios por el equivalente al promedio mensual de importaciones de 2021 más 5% o de 2020 más 70%.
- Las SIMI B correspondientes a las Licencias No Automáticas podrán acceder al mercado a partir de 180 días del despacho a plaza.
- También se dispuso en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Productivo ampliar las posiciones arancelarias de bienes equivalentes a los producidos en el país que tendrán acceso al mercado a partir de 180 días y la de bienes suntuarios que podrán acceder a partir de los 360 días.
- En cuanto a las importaciones de servicios, se equiparan en el tratamiento a la de bienes, permitiendo el acceso al mercado por el mismo monto que en 2021 y en caso de superar el importe el saldo a 180 días.
- De esta manera, se impulsa la recuperación del crédito comercial que Argentina vio caer significativamente como efecto de la pandemia por Covid 19.
- En cuanto a las importaciones de bienes de capital, se estableció una regla que permite pagar 80% en puerto de origen y 20% con la nacionalización.
- Complementariamente, se facilitará la prefinanciación de exportaciones lo cual acelerará el ingreso de divisas especialmente del complejo cerealero, pasando la obligación de liquidar las divisas que se ingresen de 5 a 15 días, y la financiación a largo plazo para precancelar deudas locales en moneda extranjera.
Importaciones récord, en el centro de las miradas
Este mes de junio que está a punto de terminar pasará a la historia por tener el récord absoluto en la cantidad de importaciones: las cuentas provisorias de los funcionarios les da que llegaron a, por lo menos, u$s9.000 millones. Un nivel nunca visto en un solo mes. Y que se da justo en el momento que la Argentina necesita imperiosamente juntar dólares para evitar una nueva crisis cambiaria.
De acuerdo con las estimaciones oficiales, de los u$s9.000 millones de importaciones, alrededor de u$s2.000 millones se fueron en compras de energía. Una verdadera pesadilla, dada la explosión de los precios internacionales tras el comienzo de la guerra en Ucrania.
El sentimiento en el equipo económico es que en las próximas semanas se juega la estabilización. La sensación de que "así no se puede seguir" se expande entre los distintos funcionarios, y ahora la lupa está puesta en lo que pueda conseguir Scioli para frenar las importaciones menos necesarias. Las que no provoquen una crisis autogenerada por la falta de insumos para la industria o productos necesarios para los comercios.
Las medidas
Según pudo saber iProfesional, las medidas se irán poniendo en marcha de manera gradual. No un paquete, a pesar de la emergencia.
Una de las medidas tiene que ver con el reclamo a las empresas para que refinancien sus importaciones, algo que conlleva costos para las compañías, que el Gobierno está dispuesto a tolerar aunque derrame en mayor inflación.
Por otro lado, y tal como anticipó iProfesional, se pide a las multinacionales que financien sus importaciones a través de las casas matrices, ubicadas en el exterior, con sus propios dólares.
Los empresarios, justamente, habían realizado un planteo en el sentido contrario: se quejan de que el Banco Central endureció la entrega de divisas para traer productos e insumos de afuera. El Gobierno aplica una fórmula para habilitar importaciones que, según los ejecutivos, se queda corta con lo que necesitan. El BCRA les habilita la misma cantidad de dólares que el año pasado más un 5%. O hasta el 70% por encima de las compras del año 2020.
La queja de los empresarios radica en que los precios internacionales -medidos en dólares, lógicamente- se han incrementado al ritmo de una inflación global que se recalentó, primero por la post pandemia, y tras la explosión de la guerra en Ucrania.
El trabajo de Scioli: ¿habrá tope?
El flamante ministro de Desarrollo Económico, Daniel Scioli, cree que el trabajo que lo espera será arduo. No es algo fácil individualizar cuáles son las importaciones que podrían recortarse. Pero la decisión política del Gobierno es que "hay que pisar" algunas de las compras que se hacen en el extranjero.
En el Gobierno están convencidos de dos cosas: que hay sobrestockeo de mercadería, por un lado, y de sobrefacturación de importaciones, por el otro. Por eso habrá un relevamiento minucioso. Desde el equipo económico aseguran que habrá un tope a las importaciones: no más de u$s6.000 millones por mes. A lo sumo u$s6.200 millones.
El concepto con el que trabajará Scioli es mantener las importaciones que fluyen hacia el aparato productivo, pero hacer una especie de "sintonìa fina" para borrar las que intentan aprovecharse de la brecha cambiaria. Sin dudas, una tarea complicadísima, según asumen en el propio oficialismo.
El riesgo de la movida está clara: si bien la urgencia por acumular divisas es urgente, Guzmán tampoco quiere que las restricciones traben la dinámica económica, que ya quedará más golpeada por la suba de las tasas de interés que implementan desde el BCRA. Y por la elevada inflación que quita poder adquisitivo a los salarios.
¿Las medidas alcanzarán?
Guzmán y Pesce le prometieron a Alberto Fernández que la preocupante dinámica de las reservas se revertiría en agosto. O en la primera parte de septiembre, a lo sumo. La clave es que, para ese momento, aflojarán las compras de energía que están dinamitando el objetivo de acumulación de dólares en el Banco Central.
La pregunta es si, aun cuando se cumpla la expectativa del ministro y del titular del Central, la caída en las importaciones de energía ante las temperaturas más templadas -que se efectúan a precios elevados- alcanzará para dar vuelta la ecuación. Es decir, que las divisas fluyan hacia el BCRA y mejoren las expectativas en el mercado financiero.
Economistas de distintas corrientes piensan que esta especie de "Plan Aguantar" (hasta fin del mandato de Alberto Fernández) no tiene grandes chances de éxito. Que precisará de un retoque antes.
El Gobierno se juega a que no. ¿Tendrán razón? ¿O las medidas que saquen en las próximas horas serán un puente hacia un giro más elocuente y profundo?