Los sueldos, bajo presión: ¿adelantar paritarias ayudará al bolsillo o acelerará los precios?
En la guerra contra la inflación, el Gobierno dio un nuevo paso y convocó a reuniones paritarias a una veintena de gremios del sector privado para renegociar los salarios ante la escalada de precios del primer trimestre que, según estimaciones privadas, acumula una suba de 15%.
El diagnóstico de los economistas sobre esta medida está dividido. Para algunos analistas es "positivo" coordinar paritarias con el fin de evitar que todos los meses haya distintas actualizaciones salariales por sector que se vayan superponiendo, lo que puede encender la inercia de precios.
En cambio, otros economistas advierten que es muy riesgoso acortar los plazos de las negociaciones salariales porque "puede potenciar la dinámica inflacionaria", dado que las empresas trasladarán el costo de la actualización de los haberes a los precios, y eso perjudicará especialmente a los trabajadores informales que no están incluidos en esa mejora de sueldos
Por otro lado, el Gobierno este jueves 7 de abril, en el marco de su lucha contra la inflación, renovó los programas +Precios Cuidados y Cortes Cuidados. A la vez, lanzó una nueva canasta de productos para comercios de proximidad y otra de frutas y hortalizas a valores de referencia en supermercados.
"Estas últimas dos iniciativas tienen como objetivo reducir la dispersión de precios en los consumos diarios de los hogares argentinos" aseguró la Secretaría de Comercio que conduce Roberto Feletti, y precisó que "en este período, que se extiende hasta el próximo 7 de julio, se acordaron nuevas pautas de revisión que serán del 6,37% promedio para todo el trimestre".
Según detalló, "se implementarán con una corrección mensual promedio del 2,3% hasta el 7 de mayo, 2,23% hasta el 7 de junio y 1,71% en el último mes".
¿El adelanto de paritarias se trasladará a precios?
El economista Camilo Tiscornia alegó a iProfesional que "los aumentos de salarios son incremento de costos para las empresas y por lo tanto una potencial fuente de inflación" y aseguró que "este adelantamiento de paritarias en varios sectores contribuye a la dinámica de los precios"
"La inflación está en un escalón más alto de lo que estaba hace un tiempo atrás, y en ese contexto hacer un ajuste de paritarias más frecuente, si bien es entendible porque la gente quiere recuperar su poder adquisitivo, puede potenciar la inflación, es un factor complicado en este momento", alertó.
Con la misma mirada, Federico Moll, director de Ecolatina, planteó que "las paritarias no determinan los salarios reales, determinan parte de la nominalidad de los próximos meses".
"Aumentos anuales elevados aseguran una inflación alta también y ese es un mal resultado. Pero aumentos elevados y con reaperturas como los que vemos actualmente son el peor de los mundos, las empresas van a traspasar estos aumentos en mayor o menor medida como lo hicieron siempre", previno.
A su criterio, "no hay mejor receta para acelerar la inflación que abrir la posibilidad a que los contratos sean elevados y con cláusulas de ajuste".
Juan Luis Bour, economista jefe de FIEL, concordó que "los procesos de acortamiento (de negociación salarial) son los más riesgosos tal como explica la historia Argentina".
"Hay una aceleración inflacionaria y si lo que haces es agilizar el ajuste del resto de los precios eso solo hace que entre en la ecuación, o sea en la formación de precios, y va a acelerar la inflación", vaticinó.
Paritarias: buena medida
Para Claudio Caprarulo, director de Analytica, se trata de una "buena medida en tanto y en cuanto es una señal de coordinación de paritarias y esto podría evitar que todos los meses haya distintas renegociaciones y actualizaciones por sector".
De todos modos, el analista afirmó que "para que esto sea efectivo o no, hay dos cosas claves: cuáles van a ser los porcentajes de actualización que se definan, y cómo va a ser la periodicidad".
"Lo ideal sería para, quitar inercia, garantizar que la actualización no sea superior a la inflación pasada, que sea más baja y eso vaya acompañado de un acuerdo de precios que podría permitir que los trabajadores no pierdan en si poder adquisitivo relacionado con la fuerte inflación que vemos en alimentos", evaluó.
En ese sentido, Caprarulo admitió que "si empieza a aumenta la periodicidad de la negociación salarial, si se hace un salto muy fuerte en el porcentaje de actualización lo que va a comenzar es la famosa carrera precios y salarios que es como el perro que se va mordiendo la cola y lo que vas a terminar teniendo es que en el corto plazo es un nivel de nominalidad más alta".
Sebastián Menescaldi, director de Eco Go coincidió en que "como estamos en una economía cada vez más indexada lo que quieren es mejorar la coordinación del aumento salarios para que sean al mismo tiempo y no se vayan superponiendo uno a otro, porque eso enciende la inercia".
El economista opinó que "es una buena medida positiva porque busca eventualmente recuperar la pérdida del poder adquisitivo".
Según su visión, "si bien puede generar alguna aceleración de los precios en el corto plazo", consideró que "no debería ser un impacto muy fuerte de entrada porque los empresarios tienen, por su rentabilidad, la capacidad de no tener que trasladarlo de manera abrupta, y hacerlo de a poco, tienen carretel para manejarlo"
Excepto, aclaró, que se trate de empresas de servicios "que probablemente traspasen rápido a precios, pero en el caso de los bienes, tienen margen".
Por su parte, Agustín Berasategui, economista de ACM, comentó que "es una buena medida en el sentido de que intenta corregir la pérdida de poder adquisitivo que produce una aceleración en la inflación" aunque admtió que "puede generar alguna retroalimentación de la inflación por expectativas".
Ingresos: ¿quiénes pueden perder?
Berasategui enfatizó que "cualquier aumento de precios que veamos lamentablemente va a dañar más a los empleados del sector informal que no se ven beneficiados por este adelantamiento de las paritarias".
En sintonía, Damián Di Pace, director de Focus Market destacó que "el adelantamiento de paritarias o el aumento de la Tarjeta Alimentar lo que implica es una solución para un segmento de gente muy acotado, para el caso del asalariado un bienestar provisorio, y un mayor nivel de agravamiento futuro porque no hay un plan macroeconómico que le de previsibilidad a una baja en la variación de precios".
"En este contexto, es un caldo de cultivo para acelerar la variación de precios. Lo que el gobierno está pensando que contiene el bolsillo de un segmento de la población, va a generar que a corto plazo acelere la inflación más", sentenció.
¿Ayudarán las nuevas canastas de precios a bajar la inflación?
En este punto el consenso de los economistas es unánime, y coinciden en que ni la renovación de Precios Cuidados, ni el lanzamiento de una canasta para comercios de cercanía, y otra de frutas y hortalizas a valores de referencia en supermercados serán efectivas para reducir la inflación.
Moll aseveró que "el 90% de las frutas, las verduras, el carne y el pan se compran en el canal tradicional porque se compran para el día, y es un canal sobre los que los mecanismos de control son inexistentes" por lo que consideró que los precios de esos productos en el supermercado "no van a ser referencia".
"Estas medidas como ha sido Precios Claros en su momento son paliativos en el mejor de los casos pero que en este contexto de inflación tan alta y de expectativas tan desancladas no tienen efecto ni siquiera en el corto plazo", pronosticó.
De igual lectura, Menescaldi dijo que "lo veo poco efectivo porque quién controla, son muchos locales".
El economista opinó que "puede funcionar en un cortísimo plazo pero no en el largo plazo, no pasa por ahí controlar la inflación".
Tiscornia también aseveró que "Precios Cuidados no sirve para nada, son productos muy acotados, que después faltan, no hay una solución por ese lado, hacen falta cambios más profundos".
Por su parte, Bour objetó: "cuando se mide la inflación, se miden miles de precios, si creen que un subconjunto de 50 precios van a detener la inflación, es una ingenuidad" y acotó que el índice de difusión refleja que "más del 80% de los precios suben".
Acuerdos de precios no atacan la causa de la inflación
Para Berasategui, las nuevas canastas "pueden alinear en cierta medida los precios de algunos productos" pero "la medida en sí no logra solucionar la inflación porque no ataca al problema monetario".
En igual línea, Diego Piccardo, economista de la Fundación Libertad y Progreso, sostuvo que "el fracaso de Precios Cuidados queda a la vista, se vienen actualizando sistemáticamente y el resultado es que hay faltantes y la inflación lejos de detenerse se acelera".
A su juicio, "lo más preocupante de esta situación es que el gobierno considera que la única herramienta disponible para bajar la inflación son los controles de precio cuando el causante de la suba de precios es por el desequilibrio monetario y fiscal".
"El BCRA emitió en 2021 más de 4 puntos del PBI para financiar al Tesoro en el marco del Plan Platita y congeló muchos precios como las tarifas de los servicios públicos, prepagas, naftas, y al dólar. La fiesta electoral la estamos pagando ahora con el reajuste de los precios que quedaron atrasados y por el exceso de oferta de dinero nos dejó el año pasado, que, naturalmente, genera inflación", criticó.
Di Pace también subrayó que "hasta que no haya una decisión contundente de una reducción del déficit fiscal, de la emisión monetaria, y del gasto público, y no aumento de impuestos del sector privado lo que alimenta expectativas negativas, es difícil que haya un escenario de descenso de la inflación".