• 22/11/2024

Invasión a Ucrania: quién es el mayor socio comercial de Rusia en América Latina y por qué Argentina puede beneficiarse

Analistas de mercado mundial observan cómo se disparan los precios de las materias primas o commodities a partir del conflicto. Cómo será el impacto local
25/02/2022 - 17:12hs
Invasión a Ucrania: quién es el mayor socio comercial de Rusia en América Latina y por qué Argentina puede beneficiarse

El último "topo" que la CIA logró enquistar en el centro del poder del Kremlin que conduce el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su entorno, con un secretismo digno de un Cónclave de la Iglesia Católica, fue expulsado de Moscú en 2017.

El topo, agente encubierto o secreto infiltrado en una organización para servir a otra, había rendido sus frutos para evitar la manipulación de las elecciones estadounidenses del 2016, pero una vez descubierto, las capitales occidentales, integrantes de la OTAN, navegan a ciegas. No tienen la menor idea de cómo piensa y cuál es la estrategia que desplegará Vladimir Putin para desacreditar a los analistas políticos del siglo pasado que hablaban del "fin de la historia".

Pues bien, los analistas de mercado y los integrantes de think tank diplomáticos elaboran distintos escenarios posibles de la deriva de las agresiones militares que se están llevando a cabo en Ucrania.

Es fundamental descifrar el tamaño y la duración del conflicto bélico y esta información sólo la tiene el "dueño" del Kremlin y unos pocos colaboradores como Nicolay Patrushev, su asesor y confidente al que conoce desde que trabajaban juntos en la KGB en la década del ’70. O Sergei Shoigu, otro de sus hombres de confianza, acusado por varios espías europeos de ser el envenenador de Moscú que terminara con la vida del político opositor Alexei Navalny o el espía ruso Sergei Skrypal muerto en el Reino Unido en 2018.

Son algunos de los burócratas de Moscú que realmente saben hasta donde va a pulsear Rusia con la OTAN por el conflicto de Ucrania. Y, en el peor escenario posible, de guerra abierta y total con las potencias de Occidente, el riesgo de cerrar los grifos de petróleo y gas, se impone.

Es fundamental descifrar la duración del conflicto bélico y esta información sólo la tiene el "dueño" del Kremlin

Cerrar las llaves de paso de sus hidrocarburíferos a Europa supone un impacto económico similar a la crisis de petróleo de los años ’70 del siglo pasado, con un crecimiento de los precios del gas y el petróleo que trastocarían los fundamentos actuales del comercio.

¿Seguirán las exportaciones de gas y petróleo de Rusia?

Pero, como señala el periodista y experto en cuestiones diplomáticas español, José Ramón Iturriaga, en su columna del diario ABC de Madrid, "…nunca en su historia, Rusia, ha cortado el suministro de gas al exterior. Ni siquiera en los peores momentos de la Guerra Fría. Además, este desenlace es harto improbable porque, básicamente, quien más sale perjudicado en términos económicos es Rusia por la extraordinaria dependencia que tiene su maltrecha y relativa pequeña economía de las exportaciones de gas y petróleo".

Analistas de mercado internacionales observan cómo se disparan los precios de las materias primas o commodities, en referencia a los productos básicos de la economía, y coinciden o aguardan que la sangre no llegue al río y el impacto económico que se producirá estará relacionado con las sanciones económicas que las administraciones del estadounidense Joe Biden o del inglés Boris Johnson puedan aplicar, esos serán los riesgos a amortizar en el futuro próximo.

En ese sentido, los que más sufrirán las consecuencias de bloqueos y sanciones de Occidente serán los integrantes del pueblo ruso.

Sin embargo, un punto a observar será el comportamiento de los directorios de los bancos centrales en relación con el incremento de precios de la energía y los alimentos y la inflación que ocasionará. Un error de los denominados policy makers puede generar un enfriamiento de la economía que aún está recuperándose de dos años de pandemia por coronavirus.

La economía de Rusia depende de las exportaciones de gas y petróleo

El viaje de Alberto Fernández a Rusia

En este escenario, el presidente argentino Alberto Fernández viajó a Moscú el pasado 2 y 3 de febrero para entrevistarse con su par Vladimir Putin, y sorprendió a propios y extraños, con una frase: "Argentina debe ser la puerta de entrada" de Rusia en América Latina porque "tiene que abrirse hacia otros lados, y ahí es donde me parece que Rusia tiene un lugar importante".

Una señal de respeto y obediencia sólo comparable a la tradición de besar el anillo de un obispo.

A pesar del explícito interés de abrir el país a Rusia e influir en la región es importante señalar que para ello Putin ya cuenta con socios más confiables que los Fernández de Argentina, que han sido los primeros en confiar en el Instituto Gamaleya para inocular a la población con las vacunas Sputnik V que no han sido homologadas por la OMS ni por la FDA ni la EMA europea, y anota no sólo a los autócratas que gobiernan Venezuela; Cuba y Nicaragua.

El principal socio de Rusia en la región es Brasil, gobierne quien gobierne, ya sea el PT de Luis Inácio Lula Da Silva o el Partido Liberal de Jair Bolsonaro.

América Latina y Argentina en la crisis de Ucrania

El historiador e investigador argentino Carlos Malamud, junto a los profesores en estudios europeos, Mira Milosevich y Rogelio Núñez Castellanos, publicaron un trabajo para el Real Instituto Elcano de Madrid donde anotaron que "el principal socio económico y geopolítico de Rusia en América Latina es Brasil. Lo fue con Lula y lo sigue siendo con Bolsonaro. Esto demuestra que el pragmatismo de Putin está por encima de criterios ideológicos".

Además, señala: "Desde 2010 Brasil se ha mantenido como el principal socio económico de Rusia en América Latina, con un 33% del total regional. Durante la presidencia de Lula, Brasil y Rusia formaron junto a China, la India y Sudáfrica el bloque de los BRICs, que hasta la fecha ha celebrado 12 cumbres, las dos últimas en Brasil (2019) y Rusia (2020). Con Bolsonaro la relación no ha decaído".

Alberto Fernández viajó a Moscú en febrero y se reunió con Putin

Además de intereses internacionales comunes comparten una similar visión de la política: ambos impulsan gobiernos iliberales y autoritarios. En plena crisis ucraniana, el mandatario sudamericano anunció su visita a Rusia, que según el diario Folha de Sao Paulo no tenía el visto bueno de Washington. Para Bolsonaro, el viaje a Moscú es una forma de mostrar su autonomía en política exterior: "Brasil es Brasil, Rusia es Rusia. Tengo una buena relación con todo el mundo. Si [Joe] Biden me invitara, iría también con gusto a EE.UU.".

Consultado acerca del vínculo de Rusia con la Argentina, Carlos Malamud, sostuvo: "El vínculo con el país, retomado en 2010, va de la geopolítica, como mostró el viaje de Fernández en enero de 2022, a la economía, dado el interés de Gazprom y otras empresas en el gas argentino. La visita de Fernández se produjo tras el acuerdo de renegociación de la deuda con el FMI –donde EE.UU. jugó un papel importante–. Fernández ofreció convertir a Argentina en la puerta de entrada para Rusia en América Latina y vio a Putin como un contrapeso frente a EEUU".

Con respecto a otras relaciones que el Kremlin ha realizado en lo que se considera "el patio trasero" norteamericano, hubo importantes acercamientos con el gobierno de Evo Morales y sus continuadores. Anotemos que Rusia lo apoyó en la crisis política que lo llevaría a su derrocamiento y exilio en Argentina en 2019.

Los lazos son económicos y se relacionan con la explotación de gas y litio. Gazprom, la compañía gasífera estatal que es la más importante de Rusia, ha puesto en funcionamiento el yacimiento de gas de Incahuasi y participará en la licitación para la explotación del litio. Rosatom, el consorcio atómico estatal ruso, está construyendo un centro de investigación nuclear en El Alto.

Las exportaciones de Rusia en la región

Además, no sólo de poder blando, influencia cultural y despliegue de dosis de vacunas a bajo precio, viven las exportaciones rusas.

Venezuela continúa siendo el principal cliente de armas rusas en América Latina y se contrapone a las compras que realiza Colombia en el bazar de armas estadounidense, teniendo en cuenta el carácter de aliado de los gobiernos de Washington que lo ha llevado a ser socio de la OTAN.

Los analistas de mercado elaboran distintos escenarios tras las agresiones militares en Ucrania

Ahora bien, en México, las sensaciones que se tienen acerca del conflicto y drama humano que se vive en Ucrania, a miles de kilómetros de América Latina, son de mayor preocupación.

Stephanie Henaro, profesora de geopolítica y columnista del diario El Economista señaló que "…se trata de un conflicto que involucra a los dos países que producen más petróleo y gas en el mundo, Estados Unidos y Rusia. Esto elevaría el precio de los energéticos y nosotros lo sentiríamos cuando paguemos el recibo de la luz. Te pongo como referente a Estados Unidos, que tiene ahora una inflación de 7,5 por ciento. Se calcula que, conflicto mediante, podría llegar hasta un 10 por ciento, y si eso pasa en EE.UU., el resto del continente sufrirá algo similar".

La crisis de gobernabilidad en países como Argentina pero, también en otros jaqueados por el alza del costo de vida, podría ser una realidad.

Fernando Valle, analista senior de petróleo y gas de Bloomberg, afirmó "para países productores de energía es bueno que el precio suba pero en realidad no lo es tanto. Porque aunque no es positivo tener un precio muy bajo, cuando asciende por arriba de los u$s80 el barril es un problema muy grande por la inflación de precios para el consumidor".

En declaraciones a la BBC, afirmó: "Por más que empresas estatales como Petrobras (Brasil) o Pemex (México) tengan más dinero, no es suficiente para poder reducir el impacto hacia el consumidor. Y para los gobiernos es muy importante que no suban tanto los precios", agrega.

Ixchel Castro, es gerente para Latinoamérica de Petróleos y Mercados de Refinación de la consultora Wood-Mackenzie y señaló algunas consecuencias negativas del conflicto en la región: "Un mayor precio en el petróleo va a tener implicancias tanto del lado de la oferta como de la demanda. Existen envíos muy limitados de crudo ruso a la región latinoamericana, pero evidentemente cualquier disrupción en la oferta global tiene impacto en el resto de los crudos".

Impacto de la guerra Ucrania en la economía local

Las cotizaciones de la soja y el maíz a raíz del conflicto podrían robustecer la tendencia alcista

El riesgo no es sólo por incrementos de precios sino por la consecuencia que acarrea, un nuevo enfriamiento de la economía nacional que se halla exhausta por la pandemia y las cuarentenas decretadas que afectaron el crecimiento económico.

Las cotizaciones de la soja y el maíz a raíz del conflicto podrían robustecer la tendencia alcista que los integrantes de la Bolsa de Cereales local vienen anotando. "Las cotizaciones de la soja y el maíz crecieron en los últimos dos meses de 460 a alrededor de 600 dólares por tonelada y de 230 a unos 260, respectivamente. Se deba al debilitamiento del dólar y a la sequía que afecta al país y a Brasil. Pero los mejores precios compensarán las pérdidas de rendimiento esperadas por las malas condiciones del clima, de entre 4,5 y 10%, de acuerdo con proyecciones de los corredores", afirmaron socios de la Bolsa.

Estos precios llevarán a un saldo comercial superior a los 6.000 millones de dólares, mejorando las posibilidades del Banco Central argentino de recomponer reservas que facilitará las relaciones con el FMI.

Sea como fuere, para todos los analistas consultados, la mejor opción y el mejor escenario para los negocios pasa por que se callen los cañones cuanto antes.

Sin embargo, las noticias que llegan desde la zona de conflicto no son alentadoras. Si la diplomacia encuentra una posibilidad para bajar la tensión, se deberá a la posibilidad de negociación de los dos actores principales del conflicto, Rusia y los Estados Unidos.

En ese sentido la historia vuelve a enseñarnos el camino, durante la crisis de misiles en Cuba en octubre de 1962, la OTAN retiró los misiles Júpiter de Italia y Turquía que apuntaban a las capitales de los integrantes del Pacto de Varsovia y los soviéticos relajaron la amenaza de Cuba.

Diferente situación, acaso menos dramática, pero para negociar los diplomáticos siempre necesitan monedas de cambio. ¿Será América Latina una moneda de cambio de Rusia para que la OTAN deje de apoyar a los nacionalistas de Kiev?