Consenso Fiscal 2022: guiño al FMI, gobernadores de fiesta y más impuestos a contribuyentes
El Consenso Fiscal 2022, que firmó el Gobierno con 23 gobernadores genera preocupación en el empresariado, en particular porque les da la posibilidad a los gobernadores para aumentar alícuotas impositivas, crear nuevos impuestos en sus provincias y para eliminar la reducción progresiva de tributos, en particular Ingresos Brutos, establecida en el 2017 por el gobierno de Mauricio Macri.
Por ese motivo, no debe sorprender que el Gobierno haya logrado una gran aprobación del acuerdo ya que solo el Jefe de Gobierno de CABA Horacio Rodríguez Larreta se negó a firmar dicho acuerdo.
No hay que descartar que la sorpresiva firma del Consenso Fiscal 2022 esté relacionada con un futuro acuerdo con el FMI. Entre las principales recomendaciones del staff del FMI al equipo económico está el equilibrio de las cuentas fiscales. El ministro de Economía, Martín Guzmán, proyectaba un déficit fiscal primario de 3,3% del PBI en el rechazado Proyecto de Presupuesto 2022, pero los técnicos del FMI pedirían por lo menos un punto menos para ese año para ir a déficit cero en 2023. La posibilidad para lograrlo es reducir los subsidios económicos o aumentar la recaudación de impuestos.
En esa línea, el Consenso Fiscal 2022 firmado por el Gobierno nacional y las provincias descarta cualquier posibilidad de rebaja impositiva para 2022, tanto a nivel nacional como provincial. La disminución de alícuotas que había planteado en su momento la reforma impulsada en 2017 por Mauricio Macri quedó totalmente archivada y al parecer, ese fue uno de los pedidos del FMI al equipo económico para mejorar la recaudación de impuestos.
Empresarios, en alerta por la mochila impositiva
La mayoría de los economistas y empresarios consultados por iProfesional sostiene que lo más distorsivo es lo puede ocurrir con el impuesto a los Ingresos Brutos. Es uno de los impuestos más regresivos y distorsivos del sistema tributario argentino actual y al igual que el IVA. Su carácter regresivo se debe a que no sólo perjudica la competitividad de las empresas, sino que su costo golpea a los consumidores ya que impacta en mayor medida en los sectores de más bajos ingresos de la población que gastan la mayor parte de sus ingresos en el consumo en particular de alimentos y bebidas.
Al respecto, el presidente de la UIA Daniel Funes de Rioja manifestó que "el sector industrial, que debería quedar exento del impuesto en el año 2022, según el acuerdo original firmado en 2017, mantiene un tope de alícuota de 1,5%". Además cabe aclarar que varias provincias ya incrementaron incluso sus alícuotas en los últimos años, aprovechando que se encontraban por debajo del máximo permitido.
Funes de Rioja explica que "su aplicación en cascada lo hace distorsivo, ya que se incorpora como un costo y por lo tanto es trasladado a precios. Es decir, el impuesto a los ingresos brutos grava varias veces el mismo valor agregado -por la inexistencia del cómputo de crédito fiscal- y se toma como costo de producción presionando sobre los precios" y además agrega que hay que sumarles a todos esto un costo administrativo muy elevado por ser el impuesto con mayor cantidad de regímenes de recaudación del país y con heterogeneidad de características en las distintas jurisdicciones. La existencia de diversos regímenes de recaudación del impuesto sobre los ingresos brutos, además, hace que la alícuota efectiva que enfrenta cada empresa sea mayor que la que grava su actividad, ocasionando saldos a favor de difícil recuperación, que pierden valor con el paso del tiempo producto de la inflación".
Por su parte, el economista Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI, explica a iProfesional que "el impuesto a los Ingresos Brutos tiene un impacto especialmente negativo en las exportaciones argentinas, por el costo incremental que genera en la producción local" y agrega que "en los sectores transables, como el industrial, una baja del impuesto a los Ingresos Brutos como se había prometido resultaba muy relevante para la competencia con productos extranjeros, tanto al exportar como para competir frente a las importaciones en el mercado interno".
Impuestos sobre la herencia: fuertes críticas
Entre otro de los aspectos negativos que apuntan los economistas del nuevo Consenso Fiscal, está el que permite los gobernadores que establezcan el impuesto sobre la herencia a lo largo del 2022. "Esto también tiene un efecto adverso sobre el sector productivo, al afectar el traslado de acciones de sociedades, que impacta sobre todo en las pequeñas y medianas empresas familiares", aclara Funes de Rioja.
En tanto el ministro de Hacienda de CABA, Martin Mura, explicó a iProfesional que "lo más grave de todo es que con este Consenso Fiscal que firmó el lunes se da marcha atrás con un proceso de rebaja de impuestos, en particular ingresos brutos que se firmó en 2017. Es un cambio estructural que se había comenzado a transitar con una senda de reducción de las alícuotas de Ingresos Brutos a las actividades intermedias. Cuando se suspendió el consenso fiscal de 2017 estuvimos de acuerdo porque la Argentina estaba en una situación de recesión y después vino la pandemia y las finanzas provinciales no lo podían soportar en ese momento, pero este Consenso Fiscal que nosotros nos negamos a firmar le hace mal a la Argentina. Cuando la Argentina entre de nuevo en un sendero de crecimiento, que podemos discutir si es 2,5% o 4%, creo que tenemos que retomar esa agenda de reducción de impuestos. Con esto está suspendido para siempre una rebaja de impuestos que es lo que hace falta para crecer más".
Mura sostiene que hay cuestiones puntuales y estructurales y que otra vez se vuelve a poner el tema de que hay que suspender los juicios con el Estado Nacional. "Nosotros no podemos suspender el juicio que tenemos por el tema de la quita de la coparticipación. Ese es un punto clave. El tema de los nuevos techos que se ponen para las alícuotas de Ingresos Brutos, que aumentan para algunas actividades, es también un problema. No estamos de acuerdo con aumentar impuestos", explicó a iProfesional.
Gobernadores, felices
El acuerdo firmado le da la potestad a cada una de las provincias para subir los techos de los impuestos algo que no permitía el acuerdo del 2017. Es un combo de aumentos de impuestos que la Argentina no lo va a soportar. El fondo de la cuestión es la suspensión pendiente de la baja de Ingresos Brutos, que tenía un impacto enorme en el precio final de los productos porque iba directamente a las actividades intermedias.
El resultado de ello será que se mantendrán la mayoría de los impuestos distorsivos incluyendo Ingresos Brutos, que es uno de los pilares para la recaudación de las provincias. Es bastante sospechoso que el gobierno le haya dado la potestad a los gobernadores para que ellos puedan definir aumentos de alícuotas o incluso nuevos impuestos. La discusión abierta por el posible regreso del impuesto a la herencia se da también en este marco. Se trata de un gravamen que se define a nivel provincial y que por ahora solo está vigente en la provincia de Buenos Aires.
El gobernador de Formosa, Gildo Isfrán, dijo que "este acuerdo reemplaza al Consenso del 2017 y devuelve la autonomía a las provincias, promoviendo estabilidad y equilibrio fiscal", mientras que su par de Chaco, Jorge Capitanich, agregó que "este acuerdo nos permitirá garantizar previsibilidad financiera, armonizar los sistemas tributarios y promover solvencia fiscal de largo plazo". El opositor Gustavo Valdés, gobernador de Corrientes, señaló que "suscribimos el Consenso Fiscal 2021 al tiempo que asumimos un firme compromiso: en Corrientes no aumentaremos los impuestos que afecten ni nuestro desarrollo ni la búsqueda de inversiones. Seguiremos con la alícuota de 2,9 por ciento de Ingresos Brutos y tasa cero a la radicación industrial. También nos oponemos al Impuesto a la Herencia".
Los principales tributaristas advierten que este tipo de impuesto generaría doble imposición en nuestro país con el impuesto sobre los bienes personales ya que la mayoría de los países del mundo que gravan la herencia de bienes no tienen un impuesto sobre los bienes personales, y viceversa. Es decir, se grava el patrimonio de forma anual o en el momento de transferirlo, pero no en ambos momentos, porque esto genera una doble imposición sobre la misma base imponible.
Por el lado del gobierno el ministro del Interior, Wado de Pedro, afirma que "con la firma de ese nuevo acuerdo hemos logrado un nuevo consenso fiscal que le devuelve autonomía y equilibra la situación impositiva de las provincias. Por tercera vez, firman las 23 provincias argentinas, con una única ausencia que es, nuevamente, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. La gestión anterior condicionó a las provincias con ajuste fiscal y las empujó a endeudarse en dólares".
En cambio, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el único mandatario que no acompañó la iniciativa, dijo que "desde la Ciudad no vamos a acompañar el Consenso Fiscal impulsado por el Gobierno nacional. Asumimos un compromiso central con los argentinos y lo vamos a cumplir: no apoyar el aumento ni la creación de nuevos impuestos al trabajo y a la producción".
Por lo que se puede observar el contenido de este Consenso Fiscal 2022 va en el sentido contrario de las medidas que se necesitan para impulsar la reactivación económica y la inversión productiva, a diferencia de lo que piden la mayoría de los agentes económicos que es reducir la presión tributaria en nuestro país.