El aumento de las reservas del Banco Central pasó a ser la prioridad en la negociación con el FMI
El mayor desafío que enfrenta el Gobierno es volver rápidamente al sendero de acumulación sostenida de reservas para robustecer las reservas internacionales del BCRA. No es un secreto para nadie, más allá de lo que comentan algunos funcionarios cercanos a Martin Guzmán, que el principal pedido del staff del FMI en Washington a los funcionarios argentinos hace tres semanas fue que el BCRA aumente el nivel de reservas internacionales.
Las últimas proyecciones de reservas internacionales brutas de las consultoras muestran que el BCRA terminará el 2021 con esas reservas por debajo de los 39.000 millones de dólares, hoy suman unos 39.156 millones de dólares.
El fuerte endurecimiento del cepo cambiario, con restricciones para los pagos en cuotas de viajes y consumos en el exterior, y las limitaciones a bancos para la disponibilidad de divisas en propia cartera no ha evitado que las reservas caigan a fin de año.
El pasado miércoles 22 de diciembre el Central canceló un vencimiento con el FMI por u$s 1.900 millones, con esto se agotaron prácticamente el equivalente en dólares a unos 4.300 millones en DEGs. Por ese motivo las reservas internacionales totales del BCRA están otra vez cerca de sus mínimos del año y casi en el mismo nivel de diciembre de 2016.
En tanto las reservas líquidas han caído muy fuerte. Esas reservas internacionales netas del BCRA, excluidos préstamos y depósitos privados, están cerca de los u$s 4.000 a 6.000 millones de dólares de acuerdo a los números de varias consultoras privadas.
Un estudio de la consultora GERES(Grupo de Estudios de la Realidad Económica) tomando como base el último balance del BCRA muestra que al 15 de diciembre, las reservas netas del BCRA se ubicaron en u$s 5.581 millones, de las cuales solo u$s 170 millones eran líquidas, mientras que otros u$s 2.020 millones correspondieron al remanente de Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI -utilizados este miércoles y u$s3.390 millones a las tenencias de oro, mientras que las reservas totales o brutas llegaron a 41.105 millones de dólares.
En tanto desde CESUR (Centro de Estudios Económicos del Sur) manifiestan que "se produce la liquidación de la cosecha fina, pero los vencimientos de deuda son bastante importantes para el primer bimestre del año, además de lo que sigue. La posibilidad de un fortalecimiento de las reservas creo que viene por el otro lado, capaz que puede haber una devolución de los DEG, dependiente de lo que se negocie con el Fondo. Vamos a ver resentirse a las reservas brutas del BCRA Central porque no veo un gran ingreso. Algunos hablan de u$s 3.000 millones por el trigo, pero es clave para esta liquidación cómo va a ir la dinámica del tipo de cambio y la tasa de interés, que van a empezar a influir".
El 23 de agosto, las reservas del BCRA se incrementaron en unos 4.300 millones de dólares por el aporte de una ampliación de los Derechos Especiales de Giro (DEG) de u$s 650.000 millones del FMI para sus países miembros. De esa forma las reservas internacionales brutas superaron los u$s 46.000 millones por primera vez desde octubre de 2019. La caída de las reservas porque el BCRA utilizo los dólares líquidos para intervenir en el mercado de contado y otros u$s 2.500 millones para actuar en la cotización del Dólar Bolsa, donde sacrificó divisas para comprar bonos e influir en la baja del tipo de cambio implícito del MEP y el "contado con liquidación".
Dólar: ¿incrementará el ritmo de suba el BCRA?
La gran pregunta del mercado financiero y de los analistas de Wall Street es saber si el BCRA comenzará a acelerar el crawling peg cerca de lo que es la tasa de inflación. Eso es lógico y le va a dar un precio más alto a quien quiera liquidar exportaciones. Pero si se empiezan a acelerar las micro devaluaciones sin tener un horizonte de dónde se estabiliza o sin otro anclaje en un escenario donde no se cierra un acuerdo con el FMI es probable que los exportadores van a esperen para liquidar a un tipo de cambio más alto.
Y lo que compensa ese efecto es la tasa de interés -cuya suba es un gran atractivo a liquidar antes- y no se está moviendo eso. Ahora, si mueven la tasa de interés y se tiene una tasa un poco más alta, pese a que aceleran el crawling peg, puede darse un incentivo a que se liquiden más divisas.
"Con el tema turismo y vencimientos, creo acotado el margen que tiene el Central para recomponer reservas. Ya hablando de marzo o abril, quizás es otro cantar, pues deberíamos tener un anclaje de expectativas y números de estimaciones de lo que será la cosecha gruesa y ahí si vienen bien los números, claramente el Banco Central, ya cerrando un acuerdo con el Fondo, puede tener un ingreso muy importante de divisas y estarán despejados los vencimientos por dicho acuerdo con el FMI, con un perfil más acomodado de pagos. Entonces, cada dólar que se liquide puede ser muy importante para robustecer reservas", evalúan de la consultora CESUR.
El problema es que un reducido stock de reservas internacionales puede forzar al BCRA a decidir entre seguir ajustando el cepo cambiario reduciendo el ritmo de crecimiento económico como se observó en octubre pasado o acelerar el ritmo de devaluación del peso. A fines de diciembre ya se observa la contracción del volumen operado en el segmento spot del mercado de contado del dólar. Este paso de un promedio de u$s 800 millones en la primera semana de diciembre a menos de u$s 300 millones la semana pasada.
En tanto el economista Salvador Distefano manifiesta que "los dólares alternativos vienen bajando y la brecha cambiaria se viene reduciendo levemente por aumento de la demanda de dinero -por aguinaldos, vacaciones y pago de impuestos- que viene acompañada por una intervención reducida del BCRA. Para acompañar dichos movimientos y poder sostenerlo en enero, cuando se reduce la demanda de dinero, el BCRA deberá aumentar las tasas de interés, para intentar llegar a la cosecha con menor volatilidad cambiaria".
El gran interrogante entre los analistas de Wall Street y el mercado financiero local es si el año próximo el BCRA modificará la política cambiaria actual. Las opciones no son muchas: acelerar el ritmo de devaluación del peso sin subir las tasas de interés, un salto devaluatorio ordenado y subir las tasas de interés para comenzar a buscar una tasa menos negativa que la actual que no convence al ahorrista a quedarse en pesos. Pero lo concreto es que el FMI le pide a la Argentina que desde el año que viene comience a acumular reservas internacionales una tarea que por el momento no parece fácil.