Cómo es el semáforo de la inflación que preocupa a Martín Guzmán
Por primera vez en varios meses, la inflación de los alimentos no terminó más arriba que el índice general. A pesar de los controles y los programas oficiales que prometían congelamientos de precios. En junio terminaron en 3,2%, en línea con el IPC.
El balance del mes pasado deja algunas conclusiones que deberían alertar a Martín Guzmán. Básicamente porque, si se despejan algunas bajas de precios netamente estacionales que se dieron en junio, lo que está sucediendo con los alimentos aparece como muy preocupante, de cara a lo que viene.
De hecho, si se hiciera una especie de "semáforo de los precios" queda bien en claro cuál es el problema real que hoy tiene la Argentina con los valores de los alimentos, en una dinámica donde la inflación le viene ganando a los salarios, con la consecuente caída del poder adquisitivo de la mayoría de la población.
En los últimos 12 meses, los precios de los alimentos aumentaron más del 53%. Pocos salarios tuvieron ese recorrido, queda claro.
El Semáforo
LUZ ROJA
Son los productos que más aumentaron el mes pasado. Bien por encima del promedio. Acá figuran los cortes de carne "populares" que mide el Indec y también los lácteos.
Para tener en claro: la carne aumentó entre 2,6% (asado) y 8% (paleta). En el medio hubo incrementos en torno al 5% (cuadril y nalga) y hubo una sola reducción: hamburguesas congeladas (-2,1%).
Otras alternativas, como el pollo, se encarecieron 5,5%. Y el pescado (filet de merluza), el 9,2%.
La otra "luz roja" se vincula con el rubro de los lácteos, que subieron en junio entre 5% y 8,9%, con lo cual confirman la tendencia alcista que vienen mostrando en este primer semestre.
LUZ AMARILLA - ALZAS MODERADAS
En este segmento se encuentran los productos de almacén, aquéllos que hasta el mes pasado estuvieron bajo control oficial mediante los programas "Precios Cuidados" y "Precios Máximos". El problema es que este último plan -que abarcaba a unos 70.000 artículos fue dado de baja.
Habrá que esperar a los datos de julio para conocer de cerca el resultado de esa liberación.
En este contexto, los productos de almacén aumentaron en junio entre 2,5% (arroz-fideos), el 2,9% de la harina y el 3,1% de la yerba. Todos algo por debajo del IPC.
LUZ VERDE
Son los productos que bajaron de precio y ayudaron a moderar el índice. En junio fue muy notable este fenómeno. Básicamente ahí estuvieron las frutas y las verduras, por una cuestión ciento por ciento estacional.
El kilo de limones, por caso, se abarató nada menos que un 19,2%. La naranja lo hizo en un 18,2%. Y el tomate bajó 8,4%.
Claramente, estos signos negativos compensaron las subas mayoritarias de los otros rubros, dada la magnitud de los signos negativos.
Por eso mismo, el desafío está más vigente que nunca. Porque la estacionalidad, que hoy jugó a favor, mañana jugará en contra. Mientras los demás precios de los alimentos no muestran ninguna señal de una desaceleración. Al contrario, los empresarios del sector hacen sonar todas las alarmas para los próximos meses, en medio de la incertidumbre cambiaria y la revisión de todas las paritarias del sector.