Las consecuencias de un default con el Club de París: mayor presión sobre el dólar y más riesgos
La Argentina ingresó en la cuenta regresiva para alcanzar un acuerdo con el Club de París y tendrá que acelerar las negociaciones en los próximos 60 días para lograr una postergación del vencimiento que supera los u$s2.400 millones y así evitar caer en default y sumar dificultades a una economía que sufre el impacto directo de la pandemia de coronavirus.
Una mayor brecha cambiaria, un bajo nivel de inversiones y una profundización en la caída del empleo podrían ser las primeras consecuencias de una cesación de pagos, que además complicará la salida de la crisis, según estipulan economistas y consultoras.
El monto que la Argentina debe desembolsar supera levemente los u$s2.400 millones entre capital e intereses, una cifra que el país no está en condiciones de afrontar en la actualidad ante un nivel de reservas internacionales que recién en el último período comenzó a recuperarse.
Hasta el momento, el Gobierno cosechó el apoyo de Portugal, Francia, España, Alemania e Italia, lo cual constituyó signos positivos, de acuerdo con las interpretaciones del presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán.
En ese escenario, el titular del Palacio de Hacienda buscará extender el plazo de pago a un período superior a los dos meses y, de ese modo, no caer en default, mientras también negocia la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Si la Argentina entra en default con el Club de París, pero hay un guiño de negociar tras las elecciones, se puede seguir", puntualizó el economista Fausto Spotorno en declaraciones a iProfesional, al tiempo que recordó que cuando el país llegó al último acuerdo años atrás "tenía la ventaja de no tener deuda con el FMI".
"Vamos a acumular señales espantosas para reinvertir. Las señales son muy malas y el problema es el después de esta pandemia de la que se va a salir tarde o temprano. En algún momento se va a acabar y cuando suceda, vamos a encontrar tierra arrasada con una economía muy golpeada", analizó el director del Centro de Estudios Económicos Orlando Ferreres.
A su vez, apuntó al riesgo de tener "menos empresas y, por lo tanto, menos empleo", con lo que destacó la necesidad de inversiones para "rebotar" al menos hasta el nivel en el que la Argentina se encontraba antes de la pandemia.
"La inversión de hoy es de la construcción y de la gente que tiene plata para comprar maquinaria. El microcentro porteño va a requerir inversiones enormes para reconstruirlo con el formato que sea. Eso va a llevar mucho dinero e inversiones", indicó y remarcó que una cesación de pagos implicaría "señales negativas que frenan la posibilidad de salir rápido de la pandemia".
Más tensiones para el dólar
Con relación a la probabilidad de que un default impacte en el tipo de cambio, sostuvo que "el mercado ya está descontándolo". "Ya está impactando en el hecho de que la brecha cambiaria crece con un tipo de cambio que se está atrasando", enfatizó y manifestó que "una parte del mercado ya dice que se va al default".
Sin embargo, Spotorno no descartó la posibilidad de un salto en las cotizaciones financieras ante la posibilidad de que el Gobierno no logre un acuerdo con el Club de París, a causa de que una situación así "genera desconfianza", lo cual promueve una mayor demanda de divisas en busca de "protección".
"En la medida de que quieran más dólares, si no se puede cambiar pesos por moneda extranjera, lo van a cambiar por otra cosa y eso hace subir los bienes durables, aunque ya es un proceso más largo", analizó.
El director ejecutivo de GRA Consultora, Gabriel Rubinstein, consideró en declaraciones a iProfesional que, si la Argentina ingresara en default con el Club de París se agravaría la escasez de inversiones externas y, además, "va a haber un deseo importante de sacar recursos del país, con lo cual las brechas cambiarias pueden irse a la zona del 150 o 200 por ciento y descomponer toda la situación económica".
Según afirmó, ello implicaría "menos actividad, inflación muy alta todo el tiempo y pérdidas de reservas".
El economista vaticinó así que, de caer en cesación de pagos, el país debería afrontar "una situación totalmente frágil" que también tendría un efecto en la duración de la crisis, dado que las consecuencias negativas "dilatarían" la salida.
"Si se entra en default con el Club de París, lo más probable sería que se dé porque el acuerdo con el Fondo tampoco está claro, con lo que existe el riesgo de que se entre en default con ambos", evaluó y describió que "sería una especie de efecto dominó porque entrar en default con el Club de París es una señal de que no hay acuerdo con el Fondo".
Respecto de la posibilidad de llegar a un acuerdo con el FMI, insistió en que se llegará a un entendimiento entre las partes "porque a nadie le conviene" y subrayó: "Las consultoras no creemos que a la vicepresidenta Cristina Kirchner le interese entrar en default con el Fondo. Al final del día, lo más probable es que evalúe los costos y beneficios. Nunca va a encontrar un FMI tan amigable como ahora".
Si bien Rubinstein advirtió sobre el impacto directo que significaría en la economía un eventual default, confió en que, en caso de que se concretara, "sería sumamente temporal".