Siete de cada 10 jubilados no alcanza la canasta para cubrir sus necesidades básicas
Pese al aumento de la movilidad en marzo y el bono de $1.500 que recibirán en abril y mayo, más del 70% de los jubilados no alcanza a cubrir la canasta básica de los mayores en abril, de $64.039, según la última medición del defensor del pueblo de la Tercera Edad, Eugenio Semino.
Ese es el monto que necesita una persona mayor para pagar alimentos, productos de higiene y limpieza, medicación e insumos de farmacia, impuestos y servicios, transporte, vestimenta, gastos de vivienda y recreación. Pero la mayoría percibe ingresos inferiores a dicha canasta.
Los $64.039 que necesitó un jubilado en abril representan un aumento del 42% respecto de igual período del año pasado, cuando se necesitaban $45.020. Según el relevamiento, los rubros más costosos son vivienda, con gastos por $19.540; medicamentos, $12.745; y alimentos, $12.705.
La fórmula jubilatoria aprobada en diciembre arrojó una suba del 8,07%, por debajo de la suba de los precios registrada en el trimestre octubre-diciembre del 2020, del 11,4%. Para compensar la inflación, el Ejecutivo sumó dos bonos de $1.500 para aquellos haberes de hasta $30.856 pesos.
De ese modo, la jubilación mínima que en marzo fue de $20.571 pasará a ser de $22.071 en abril y mayo, y la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), de $16.457 a $17.057. Los valores, sin embargo, son tres y casi cuatro veces inferiores al costo de vida relevado por la defensoría de la Tercera Edad.
De un total de 8,5 millones de jubilados, 5,7 millones perciben un haber igual o inferior a la mínima. Entre ellos, 4,3 millones cobran la mínima; 1,3 millones, Pensiones No Contributivas (PNC); y 167.000, la PUAM, según datos de ANSES.
Esto significa que al menos 7 de cada 10 adultos mayores percibe un ingreso muy inferior a la canasta del jubilado. Por otra parte, si se tuvieran en cuenta adicionalmente a quienes poseen un haber medio o dos haberes (jubilación y pensión), un 80% tendría ingresos insuficientes.
"Se evidencia claramente que esta gran proporción de mayores apenas alcanzan a cubrir un 30% de las necesidades básicas que deberían garantizar su vida digna", señaló el organismo encabezado por Semino. "Seguimos reclamando que las jubilaciones y pensiones mínimas sean, por lo menos, acordes a la canasta básica del Jubilado", agregó.
La canasta básica del jubilado se mide dos meses al año desde hace más una década. Por la dinámica inflacionaria, en los años de mayor inflación se han realizado mediciones extra como en el 2014, 2016 y 2018. En esta medición, el organismo confirmó la "continuidad e intensificación" de las variaciones relevadas en los últimos 11 años.
La mayoría de los jubilados tampoco cubre la canasta alimentaria y la canasta total medidas por el INDEC. El organismo informó que en febrero una familia necesitó $24.500 y $58.000 para no ser pobre e indigente, respectivamente.
La defensoría advirtió asímismo que el sector es el más vulnerable al Covid-19, ya que el 83% de los más de 55.000 fallecidos pertenecen a esa franja etaria y cientos de miles de infectados no son asistidos en controles de salud post patología aguda, ni en rehabilitación por las obras sociales, PAMI y prepagas.
"Sumado al hecho de que las familias, en aquellos casos que las tuvieren, que podían ayudarlos económicamente previo al ASPO, hoy han perdido ingresos, siendo el primer desplazado en la ayuda económica y socio sanitaria, el adulto mayor", explicó el representante de los adultos mayores.
Por último, según Semino, "el Estado incumplió sus reiteradas promesas de vacunación con el sector, ya que sólo el 12% de los mayores recibieron una dosis de la vacuna, mientras siguen confinados sin poder realizar actividades laborales que puedan completar sus ingresos, como lo hacían antes de la pandemia".