Con el acuerdo oficial, se necesitan siete años para que los salarios recuperen el poder de compra del 2015
El acuerdo oficial con los sindicatos para aumentar el salario real en hasta cuatro puntos será con suerte apenas un paliativo en 2021. Sucede que, en caso de que la inflación no supere el 29% previsto en el Presupuesto, las remuneraciones seguirán igualmente devaluadas por la fuerte pérdida de su poder compra acumulada en los últimos cinco años, que en el sector formal ya es del 24,7%.
El dato lo dio a conocer hoy el INDEC al difundir el índice de salarios, que mostró un aumento de los ingresos de los trabajadores registrados del 31,6% en 2020, por detrás de una variación de precios del 36,1%. Así, los salarios con aportes a la seguridad social perdieron un 3% de su poder de compra el año pasado, pese a las paritarias y la vigencia de precios cuidados.
Con ese resultado, las remuneraciones de los asalariados menos afectados por la pandemia sufrieron el año pasado su tercera caída anual consecutiva después del retroceso del 2018 y 2019, cuando los ingresos reales del rubro formal perdieron frente a la inflación un 11,6% y 6,5% respectivamente. Mientras que en 2016 y 2017 subieron 5,8% y 1,3% en cada caso, sin compensar el deterioro previo ocasionado por las sucesivas devaluaciones y su impacto sobre la inflación.
De esa manera, los salarios registrados acumulan una baja real del 24,7% desde diciembre de 2015 a diciembre del 2020. El guarismo surge de comparar dicho índice durante ese período con la serie estadística del IPC del INDEC, cuyo registro llega hasta diciembre de 2016, y la variación del año previo desde diciembre de 2015 medida por la Ciudad de Buenos Aires.
La magnitud del golpe a los bolsillos plantea un serio desafío de cara al futuro. Es que si se extiende en el tiempo el esquema propuesto por el Ejecutivo para el 2021 (recuperar no más de cuatro puntos por año), los trabajadores formales alcanzarán recién en 2027 a recomponer el poder adquisitivo de sus haberes a los niveles del 2015, es decir, dentro de siete años.
Por otra parte, la situación no fue igual para todas las personas que integran el mercado de trabajo. Dentro de la economía formal, los sueldos subieron un 34,4% en el sector privado y 26,8% en la administración pública. Así, mientras los primeros perdieron un 1% de su poder de compra el año pasado, los segundos retrocedieron un 6%, por lo que el impacto negativo fue mayor. Los ingresos del sector no registrado, en cambio, subieron 2% en términos reales.
En el último caso, hay que tomar los datos con cautela ya que, según advierte el INDEC, "los resultados del componente no registrado incluidos en este período, están basados en información del relevamiento de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) efectuado durante el segundo y tercer trimestre de 2020, que se vio afectado por las restricciones del aislamiento". De lo que se deduce que hubo serias limitaciones para encuestar al sector más desprotegido del mercado laboral.
Durante el segundo trimestre, por otra parte, hubo una pérdida de 4 millones de empleos o personas que dejaron de buscar trabajo por las medidas de aislamiento y la pandemia, un fenómeno que afectó principalmente a los asalariados no registrados (-2,3 millones) y cuentapropistas (-1,6 millones), mientras que los trabajadores registrados estuvieron relativamente más protegidos por la prohibición de los despidos y la doble indemnización, ahora extendidas hasta abril.