Teletrabajo: dime de qué generación eres y te diré cómo te adaptaste a la era del home office
El teletrabajo irrumpió y modificó la rutina hasta el punto de influir en el estado de ánimo de muchos trabajadores argentinos. Mientras algunos se sintieron más exigidos que de costumbre, otros no pudieron tener la misma conexión que antes con sus equipos. Y esto se vio en la productividad y en cómo se adapta cada uno a la tecnología, por eso no resulta raro que sean los Baby Boomers los que se muestren menos satisfechos con esta modalidad
Según el estudio Futuro del trabajo: las prácticas que la pandemia cambió para siempre, elaborado por Microsoft y la Universidad de San Andrés (Udesa), en estos meses "las personas más productivas fueron quienes estuvieron más conectadas con los compañeros y pudieron resolver más fácilmente los problemas con los que se encontraban", cuenta Sebastián Steizel, Profesor de Comportamiento Organizacional de la Escuela de Negocios de Udesa.
Estos resultados muestran que la clave para la productividad estaría vinculada con el desarrollo del networking dentro de la organización. "Por eso, vemos que para mejorar la productividad parecería importante fortalecer las relaciones internas y colaborar rápidamente en la resolución de problemas emergentes.", comenta el docente.
Para realizar este trabajo se tuvieron en cuenta las tres generaciones que constituyen la fuerza laboral actual: los Baby Boomers (nacidos entre 1946 y 1964, que hoy tienen entre 56 y 70 años), la Generación X (nacidos entre 1965 y 1981, tienen entre 39 y 55 años) y los Millennials o Generación Y (nacidos a partir de 1982).
Así, se pudo saber que a la hora de comunicarse los millennials prefieren más el chat y la mensajería instantánea, mientras que los Baby Boomers se volcaron hacia el correo electrónico. De hecho, los más jóvenes utilizaron el chat y la mensajería instantánea un 48% más que sus mayores de más de 56 años. Esto, claro está, genera dificultades en la comunicación dentro de los equipos.
A esto hay que sumar algunas diferencias significativas en el comportamiento de las generaciones. Por un lado, los Baby Boomers fueron a quienes más les costó sostener la productividad. Por su parte, los millennials y la Generación X se sintieron un 40% y 38% más productivos que los Baby Boomers, respectivamente. Además, los millennials afirmaron tener un 47% más de conversaciones informales en las reuniones que los Baby Boomers.
Esto, por supuesto, tiene su contracara, pues los millennials perciben 53% menos disponibles a sus jefes que otras generaciones. Además, si bien todos se sienten más desconectados de sus compañeros, los millennials se perciben 28% menos conectados que otros.
"Las implicancias prácticas de estos comportamientos dan cuenta que incorporar jóvenes en las reuniones podría generar más informalidad en ellas. Sin embargo, por otra parte los más jóvenes son los grupos más vulnerables en términos de desconexión social (tanto del resto de la organización como de sus jefes) y es necesario atenderlos", advierten desde el estudio.
Llegó para quedarse
En ese sentido, no debemos olvidar que, según Adecco, para el 56% de los argentinos trabajar en modalidad home office fue totalmente nuevo. Y también es importante recordar que hay una ley ya sancionada que entrará en vigencia 90 días después de que la emergencia sanitaria sea resuelta, y a la mitad de los talentos del país les gustaría seguir bajo esta modalidad cuando la pandemia se termine.
Además, casi la mitad de los trabajadores argentinos considera que trabajar con los chicos en la casa es complicado y afecta la productividad laboral. Algo que no cambió ni siquiera con el teletrabajo, es que la mujer sigue a cargo de la limpieza del hogar, mientras que la cocina y las actividades escolares de los chicos se reparten más equitativamente.
Teniendo en cuenta todo esto, una encuesta de MR Partners revela que el 97% de los altos ejecutivos asegura que la diversidad y la inclusión impactan de forma positiva en la productividad de las organizaciones.
Y es algo que se debe tener en cuenta, tanto que "el 53% ya cuenta con políticas formales, y un 34% incluso tiene un rol específico que la gestiona", concluye Ana Renedo, socia de MR Partners.