Por qué hay riesgos de que el dólar vuelva a dispararse en el corto plazo, según Daniel Artana
El economista Daniel Artana, de la consultora FIEL, dijo que en el corto plazo desaparecerá una cuestión estacional que mantiene quieto al dólar y, si el Gobierno no modera la emisión, se volverá a disparar.
Este es el resumen del diálogo con iProfesional:
-¿Qué se puede esperar en el mercado cambiario? El Gobierno está dejando subir el dólar oficial mientras que parece haber tranquilidad con la brecha…
-El dólar se puede mantener así en la medida en que el Gobierno sea prudente con la emisión de pesos, así como del resultado fiscal de este año y lo que logre en materia de colocación de deuda. Los precios de exportación mejoraron para la Argentina y el Gobierno sigue apretando los pagos de todo lo que necesita divisas, lo que generó tranquilidad cambiaria. Pero hay una cuestión estacional que se revertirá, por lo que ahora puede subir el dólar, salvo que el Gobierno modere la emisión monetaria.
-¿Cómo influyen las acciones penales del Gobierno sobre el rulo y otras prácticas?
-Poco y nada. Eso es más bien anecdótico y no explica la volatilidad de la brecha; no pasa por ahí.
El acuerdo con el Fondo Monetario
-Se habla de que quieren aplicar el modelo angoleño para un acuerdo con el FMI en relación a mantener un control de cambios. ¿Qué opina?
-El control de cambios es una anomalía. Es decir el control de la salida de divisas tal como lo aplica Argentina. Hay pocos países en el mundo con esa política. Y aunque el FMI tenga negociaciones con ellos, no por eso es normal el tipo de cambio. Y, además, el propio ministro de Economía lo dijo. Se puede firmar un acuerdo con el Fondo a pesar de todo, pero no por eso está bien el control de cambios.
-¿El desembarco de la administración Biden facilitará el acuerdo con el FMI?
-El acuerdo va a pasar por la consistencia del programa macroeconómico de la Argentina, más que por quién es presidente de los Estados Unidos. Es cierto que el acuerdo de Macri por Trump influyó en la magnitud de los desembolsos del FMI para la Argentina, pero hoy ellos van a pedir un programa. Y no se conoce ningún programa económico a largo plazo, que es lo que están pidiendo desde afuera.
La inflación y el control de precios
-¿Qué es de esperar en materia de inflación este año?
-En FIEL calculamos una inflación de entre 50% y 55% para 2021, porque hubo una aceleración inflacionaria el año pasado. Los instrumentos que usa el Gobierno contra la suba de precios tienen patas cortas: sentarse arriba del dólar y planchar los de algunos productos. En 2022 esto va a tener que corregirse, ya que este año no bajará la inflación en forma genuina como espera el Gobierno
-¿Los acuerdos y prohibiciones en materia de precios pueden tener alguna eficacia? ¿O hay que anticipar faltantes de productos?
-Estos instrumentos se vienen aplicando desde hace tiempo, algunos incluso desde el gobierno anterior, y funcionan un ratito. El mismo Gobierno ha tenido que ir aflojando con algunos precios, más allá de las quejas de los empresarios. Esos instrumentos, si no son consistentes con la situación monetaria y fiscal, pueden generar una inflación reprimida y que haya faltantes de productos. El uso de instrumentos heterodoxos sólo puede ser un complemento del programa monetario y fiscal, pero si éste no existe, no sirven para nada. Por eso este no es el momento para el acuerdo de precios y salarios del que se habla. Habría que haberlo firmado a principios del año pasado, cuando asumieron el Gobierno.
-¿Qué opina los conatos de prohibición de exportaciones que surgen desde el Gobierno para frenar precios internos?
-Esto es una inconsistencia manifiesta con el discurso del equipo económico, que habla de fomentar las exportaciones. En realidad, es un intento de beneficiar a algunos en detrimento de otros. Este Gobierno es curioso. Primero porque las medidas tiene un alcance mucho más limitados que otras similares que se aplicaron tiempo atrás. Y después, porque se centra en los precios de los alimentos y la gente no sólo consume estos productos. El Gobierno encarece los celulares, la ropa, con medidas proteccionistas, y lo único que dice que le importa es la mesa de los argentinos. Pero gente de todos los estratos compra celulares o computadoras. Lo que está detrás de estas medidas no distribucionismo, sino la vieja disputa de vivir con lo nuestro. Se castiga al campo para beneficiar a la industria. Pero otros países productores de alimentos, como Canadá o Nueva Zelanda, resolvieron este problema de otra manera.
-¿Qué está pasando con la deuda de las provincias?
-No todas las provincias están en la misma situación. Córdoba cerró una reestructuración y Entre Ríos, no. Lo curioso es que el Gobierno nacional impulsa a las provincias a una negociación agresiva de su deuda, pero Córdoba no se plegó a esto. De todos modos, el problema va a aparecer cuando las provincias pidan dólares al BCRA para pagar la deuda renegociada. Pueden enfrentar las mismas dificultades que YPF y otras empresas, pero eso no ocurrirá en el corto plazo.