Dólar descontrolado: la receta de Martín Guzmán para convencer a Alberto de que todavía es posible evitar la devaluación
El Presidente tomó la decisión de darle todo el poder sobre el manejo económico y también financiero a Martín Guzmán el viernes 9. Esa tarde, la cotización del "paralelo" se había disparado a $167, marcando un alza semanal de $17, llevando a la brecha ya por arriba del 100%. El propio Alberto Fernández hizo pública su determinación ese mismo fin de semana, en el reportaje con Horacio Verbitsky.
Los últimos anuncios para atajar al "blue" y a los dólares "alternativos" no habían tenido ningún efecto: la baja de retenciones de tres puntos no convenció ni a las cerealeras ni a los chacareros, que retienen todos los porotos de soja que pueden en los silobolsas, a la espera de que una eventual devaluación les engrose la rentabilidad.
Guzmán convenció a Alberto F. que había que dar marcha atrás con algunas de las regulaciones cambiarias realizadas por Miguel Pesce, su máximo opositor en el gabinete económico. Y, al mismo tiempo, acelerar algunas medidas -como la suba de la tasa de interés- como un intento por cortar uno de los circuitos que alimenta la dolarización.
Sin dudas, la medida más novedosa del "Plan Guzmán" radica en lo referido al "contado con liqui".
El ministro siempre pensó que, tras la resolución del default, habilitaría una herramienta -la intervención del BCRA en el mercado valiéndose de los nuevos bonos- para ordenar el mercado cambiario. Esa instancia falló porque las cotizaciones de esos papeles, en lugar de subir, se depreciaron rápidamente.
También se complicó otra instancia: la posibilidad de darle "salida" a los fondos de inversión que durante el gobierno anterior compraron bonos en pesos. La idea incluía la emisión de bonos en dólares, por un total de u$s1.500 millones, algo que quedó parcialmente trunco por la suba en el rendimiento de los papeles argentinos. Finalmente, la emisión será por u$s750 millones. Lo llamativo fue que esa emisión quedó pautada recién para el 9 y 10 de noviembre.
La clave es que esos fondos de inversión globales pugnan por dolarizar sus tenencias presionando sobre el mercado del "contado con liqui".
Por eso mismo, una de las medidas anunciadas ayer por Economía incluyó el acortamiento del "parking" de los bonos a tres días, y la rehabilitación para que los fondos extranjeros puedan operar en el mercado "alternativo" (títulos valores con liquidación en moneda extranjera).
Como quedó dicho más arriba, junto a estas iniciativas, Economía impulsará una suba de tasas más acelerada.
La receta de Guzmán para "tranquilizar" al dólar
La idea del ministro es atacar el desbalance cambiario, que tiene en vilo a la sociedad, junto a otras iniciativas, algunas de las cuales ya fueron abordadas, como la negociación con el Fondo Monetario, con la intención de cerrarlo antes de que termine el año.
Un repaso por las principales medidas:
- La mencionada marcha atrás en el mercado cambiario, con el objetivo central de reducir la brecha cambiaria. Lo básico es la disminución del plazo de permanencia a tres días para personas humanas y jurídicas que compran activos en pesos y luego lo venden con liquidación en dólar Mep/Cable o realizan una transferencia emisora desde su liquidación en el Agente de Depósito Colectivo (es decir, que hacen contado con liquidación).
- Además, el Banco Central derogará el punto 5) de la Comunicación A7106 -"para fomentar la operatoria de emisiones locales en mercados regulados argentinos"-, que impedía a los extranjeros operar en contado con liquidación. Ese apartado establecía que "los no residentes no podrán concertar en el país ventas de títulos valores con liquidación en moneda extranjera". Ahora, volverán a operar sin restricciones en el mercado de bonos y, por ende, de dólar financiero. Entre los anuncios de septiembre, el BCRA había prohibido a los no residentes vender títulos en pesos contra dólares. Así, buscaba reducir en un 50% la demanda de dólares financieros, que provenía de extranjeros que se habían quedado con títulos reperfilados en pesos y buscaban salir del país.
- Nuevos instrumentos para las inversiones en pesos.
Guzmán ya adelantó que habrá incentivos tributarios para las inversiones en moneda nacional. Tal como publicó en su cuenta de Twitter, el ministro prometió una nivelación de la carga tributaria de los activos en pesos con cláusulas de ajuste respecto a los que tienen renta fija.
En un hilo de tuit en su cuenta informó que "en línea con los objetivos que nos planteamos en diciembre de 2019 de reconstruir el mercado de capitales en pesos, dimos un nuevo paso: enviamos al Congreso de la Nación un proyecto de ley para incentivar el ahorro y el financiamiento en moneda local".
El proyecto de ley enviado al Congreso antes del fin de semana exime del Impuesto a las Ganancias a los activos en pesos indexados (CER o UVA) y a otros activos en moneda nacional que se destinen a inversiones productivas, corrigiendo así el tratamiento diferencial que tenían estos activos.
También estarán exentos del Impuesto a Bienes Personales las obligaciones negociables, los activos destinados a financiar inversión productiva y participaciones en Fondos Comunes de Inversión y Fideicomisos que inviertan en activos ya eximidos como por ejemplo títulos públicos.
- Comercio Exterior.
El foco está puesto en las maniobras que vienen realizando los importadores, que apuran la compra de divisas a la cotización "oficial" y así le sacan las reservas al Banco Central. Por eso mismo ya se empezó a requerir autorización para todas las importaciones superiores a los u$s50.000.
En las oficinas de comercio exterior de los bancos privados están atentos a la acumulación de carpetas. Es decir, si esa iniciativa significa, en los hechos, un freno a las importaciones de productos.
Efectivamente, se trata de una de las medidas más poderosas frente a la constante pérdida de reservas. Está claro que si se frenan las importaciones, la actividad económica tendrá un doble efecto negativo: por la falta de insumos para producir y por la esperada suba de los precios.
Desde el Banco Central son categóricos: "No hay trabas a las importaciones. Los dólares para la producción y la actividad económica están asegurados. Sólo se han tomado medidas para ajustar los pagos de deudas de empresas que se adelantaban a girar vencimientos. Pero no hay problemas para pagar productos importados", aseguran funcionarios del organismo.
Sin embargo, en distintos rubros ya se evidencian faltantes de mercadería, que los funcionarios achacan a la especulación de los empresarios, frente a la incertidumbre cambiaria.
- Suba de la tasa de interés.
La idea de Guzmán es unificar la tasa de referencia del Banco Central. Que el rendimiento de las Leliq -hoy de 37% anual- se asemeje a la tasa de los pases, que hoy se encuentra en el 30% anual.
De concretarse, esta suba tendrá un impacto directo en las pymes, a las que se les encarecerá (todavía más) cuando van a los bancos a descontar cheques y por el descubierto de sus cuentas.
- Swap de monedas con China.
Pesce y Guzmán ya se habían puesto de acuerdo en activar este swap para pagar importaciones desde China directamente en yuanes, en lugar de hacerlo en dólares.
Sin embargo, el ministro tiene la idea de transformar parte de ese swap a dólares, para dar más certezas al mercado de que el BCRA no se quedará son dólares. Hoy, el swap asciende al equivalente a u$s19.500 millones.