Retomando la agenda "market friendly": más cerca de empresas y del FMI, Alberto F. trata de normalizar la economía
Nadie en la administración central quiere hablar de "giro" pero sí, en cambio, de un refinamiento en la agenda del Gobierno. Esa modificación tiene el claro objetivo de ganar algo de confianza y credibilidad, que le permita alejarse del abismo en el que ha quedado tras la constante pérdida de reservas del Banco Central.
Tras el anuncio de un set de medidas, el jueves pasado, para lograr que el "campo" liquide una parte de la producción de soja retenida en los silobolsas y a la vez ganar confianza en el sector empresario (industria y construcción), el Gobierno pretende un retorno a la agenda "pre Vicentin", que justamente lo alejó en el vínculo con el establishment.
¿Qué cambió desde el anuncio de la expropiación de Vicentin y la posterior foto del 9 de Julio en Olivos con el Grupo de los Seis -la crema del establishment-, que luego Cristina Kirchner criticó a través de Twitter? Lo que pasó tiene números y fue una imparable pérdida de reservas.
Desde la vapuleada foto en Olivos con los empresarios, el Banco Central lleva vendidos más de u$s3.500 millones.
Ahora el acuerdo con el FMI es urgente
El nuevo acercamiento con los principales empresarios de la Argentina -que a su vez refrenda la que la semana pasada mantuvo Miguel Pesce con los representantes de AEA- se enmarca en la emergencia. En el apuro de la Casa Rosada por tender puentes que le permitan aflojar la presión cambiaria.
De la misma manera hay que comprender el apuro por acercarse al Fondo Monetario. Lo que hasta hace algunas semanas era una "negociación sin apuro" -que podría cerrarse durante el próximo otoño-, ahora pasó a un "acuerdo lo antes posible", como dijo "aspirar" el propio Alberto Fernández.
De hecho, el mismísimo jefe de Estado ya tiene una agenda armada para dialogar con los líderes de Europa para explicarles la delicada situación financiera por la que atraviesa el país, con el objetivo de acercar voluntades a favor de un acuerdo con el FMI. Lo reveló Alberto Fernández desde su cuenta de Twitter: "Esta mañana conversé por teléfono con el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte sobre la pandemia de Covid-19 y también sobre cuestiones bilaterales. Agradezco su disposición y especialmente su apoyo a las negociaciones que comenzaremos pronto con el FMI".
Esta mañana conversé por teléfono con el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte (@MinPres), sobre la pandemia de Covid-19 y también sobre cuestiones bilaterales.Agradezco su disposición y especialmente su apoyo a las negociaciones que comenzaremos pronto con el FMI. pic.twitter.com/zay8VAvrta — Alberto Fernández (@alferdez) October 5, 2020
El Presidente, incluso, tiene previsto dialogar en las próximas jornadas con representantes de bancos y fondos de inversión internacionales, según confiaron desde el entorno presidencial a iProfesional.
Desde la Casa Rosada hablan de una agenda "pro sistema" para contraponer esta faceta amigable con el establishment con la que existió desde inicios de junio, cuando se anunció la fallida expropiación de Vicentin.
En charlas reservadas, fuera de agenda, el Presidente recibió incluso el asesoramiento de figuras clave -con peso político propio- de la coalición gobernante. En las últimas jornadas, Alberto F. escuchó fuertes críticas a varios de sus colaboradores del equipo económico. En particular contra Miguel Pesce e incluso hacia Santiago Cafiero.
Por ahora, el jefe de Estado decidió dos cosas: una técnica, que se relaciona con las medidas anunciadas antes del fin de semana.
La otra, de raíz política, que se empezó a desplegar apenas iniciada la semana: el cónclave con los principales grupos empresarios junto a los líderes sindicales, con el objetivo de rodear al Gobierno de respaldo en momentos complicados.
"Nosotros no tenemos problemas en darle nuestro apoyo. Como dijo Guzmán, todos estamos en el mismo barco. Pero lo que necesitamos son medidas. Una gestión que asegure que no vamos a una profundización de la crisis", comentó a iProfesional el ejecutivo de una empresa industrial líder, que forma parte de la UIA.
"No hay ánimo destituyente ni nada que se le parezca. Aspiramos a que mejore la gestión. Venimos de años de perder dinero, con una recesión que agobia. Por eso festejamos que el Gobierno busque aliados y se focalice en la gestión que evite una crisis mayor", coincide el director de una de las principales fábricas de alimentos del país.
A pesar de los esfuerzos por un acercamiento, lo cierto es que en el propio Gobierno observan que la negociación con el FMI será, cuanto menos, dura y complicada.
El Gobierno presentará al Presupuesto 2021 ya presentado en el Congreso como su hoja de ruta para lo que viene. Una especie de plan económico no anunciado como tal. Los funcionarios aguardan que en el organismo haya comprensión por la "herencia recibida" de la administración Macri y por el inesperado golpe de la pandemia, que también arrasa a los demás países.
Qué dirá el FMI sobre el dólar: preocupación del Gobierno
El temor de los funcionarios es que el Fondo llegue a Buenos Aires con un pedido expreso para unificar el mercado cambiario, algo que el Gobierno no podría conceder.
Desde el Banco Central, funcionarios admiten que el FMI podría plantear que si es cierto que el tipo de cambio "oficial" no se encuentra atrasado (como no lo está, en términos reales), entonces valdría la pena habilitar un corrimiento del "oficial" para que converja con el "contado con liqui", que ayer lunes cerró en los $151.
La hipótesis sería que una devaluación del "oficial" permitiría una baja del "contado con liqui", y que el tipo de cambio de estabilidad se encontraría bien por debajo de aquellos $151.
El ministro Guzmán en declaraciones periodísticas, aseguró que "la Argentina es un país de ingresos medios de unos 4.700 dólares por habitante si medimos el PBI per cápita por el dólar del contado con liquidación, pero la Argentina no es un país de 4.700 dólares por habitante, es un país de ingresos más altos".
Con ese diagnóstico, Guzmán dio a entender el motivo por el cual -según su evaluación-, el precio del "CCL" se encuentra inflado y no tiene ninguna justificación histórica.
Lo cierto es que hoy martes arribarán a Buenos Aires la directora adjunta del Departamento del Hemisferio Occidental del organismo, Julie Kozack, y el jefe de la misión para la Argentina, el economista venezolano Luis Cubeddu.
Mantendrán contactos con el equipo económico, pero también con empresarios y con la CGT. Justamente, los mismos que ayer lunes estuvieron en la Casa Rosada para darle respaldo al Gobierno.
El encuentro de la misión del FMI con la central obrera se concretaría mañana miércoles, mientras que un día más tarde se juntarían con los industriales de la UIA.
Como quedó dicho más arriba, además de los lazos políticos en Buenos Aires, el Gobierno hilvana respaldos a nivel internacional.
Además del contacto con el premier de los Países Bajos, se estrecharon lazos con los representantes de China y Japón. De hecho, Alberto F. ya habló con Xi Jinping.
Se trata de países que en su momento criticaron la extrema flexibilidad de Christine Lagarde para asistir a la Argentina durante el gobierno de Mauricio Macri.
Desde el Gobierno apuestan ahora a que a la hora de votar en el Directorio del Fondo, esos países comprendan la necesidad de la Argentina por estirar los plazos de los vencimientos por el lado técnico. Pero que ayuden a transmitir la necesidad de dar la señal política de un rápido acuerdo con el organismo, en el marco de un ordenamiento fiscal.
"No pedimos que nos regalen nada, no lo harán. Sólo que no sean inflexibles luego de los errores cometidos por el staff técnico anterior", desliza otro funcionario familiarizado con las negociaciones iniciadas con Washington.
Como ya trascendió, Alberto Fernández intentará despejar los vencimientos con el Fondo por los próximos cuatro años, poniendo en pie de igualdad este acuerdo con el rubricado con los acreedores privados.
La deuda con el organismo asciende a la friolera de u$s44.900 millones, que vencen casi en su totalidad en los años 2022 y 2023.