• 22/12/2024

Cuáles serían las próximas restricciones al dólar, según advierte un reconocido consultor

El economista Salvador Di Stefano señaló que la reapertura de actividades promoverá una mayor demanda de dólares. Qué sector podría sufrir un mayor cepo
05/10/2020 - 16:24hs
Cuáles serían las próximas restricciones al dólar, según advierte un reconocido consultor

A pesar de las restricciones a la compra de dólares y del paquete de medidas económicas "pro exportaciones" del Gobierno, las tensiones en el mercado cambiario no se disipan.

En este marco de crisis, el analista Salvador Di Stefano anticipa que el cepo al dólar podría endurecerse todavía más y afectar especialmente a los viajes al exterior, cuando se vuelvan a habilitar.

"Como no puede operar por el lado de la oferta porque no genera confianza, el Gobierno podría seguir cerrando la economía", advierte Di Stefano.

Y detalla: "Hay un tema no menor, que serán los viajes al exterior. Cuando se permita viajar, por allí habrá otra grieta que hará salir dólares del país".

¿Por qué se sostiene una alta demanda de dólares a pesar de las actuales restricciones? El consultor explica que "importar a estos precios es un gran negocio" y afirma que "la gente desea ahorrar en dólares porque tiene asegurada una ganancia, ya que compra debajo del valor del dólar informal".

"Si a esto le sumamos que no hay confianza y que las deudas de Argentina con el exterior desean ser canceladas con un dólar de $76,95 (precio mayorista del viernes pasado), que es una ganga, la demanda crecerá", agrega.

Temor del Banco Central: la vuelta de los vuelos al internacionales equivaldrá a salida de dólares.
Temor del Banco Central: la vuelta de los vuelos al internacionales equivaldrá a salida de dólares.

El turismo al exterior, un dolor de cabeza para el Banco Central

En Argentina faltan dólares. A pesar de que hay superávit comercial récord y un estricto control de cambios, el Banco Central vendió más de u$s3.000 millones en el mercado oficial para evitar una devaluación entre julio y septiembre, señala un informe de Ecolatina.

De esta forma, las reservas netas perforaron los u$s7.000 millones y las líquidas rompieron peligrosamente los u$s1.000 millones. La dinámica entonces se tornó insostenible y la autoridad monetaria reforzó el cepo a mediados del mes pasado, aún al costo de aumentar la brecha y la incertidumbre general.

Los nuevos controles impactan de manera directa sobre el normal funcionamiento de la actividad económica, especialmente aquellos vinculados con la venta de divisas para la cancelación de deudas financieras de las grandes empresas. Sin embargo, la escasez de dólares podría agravarse en el futuro en lugar de relajarse.

En primer lugar, porque la reactivación de la actividad demandará más dólares para importar, recortando parte del superávit comercial récord de este año.

En segunda instancia, porque la vuelta del turismo internacional aumentará el déficit. Aun cuando haya más extranjeros visitando nuestro país que argentinos en el exterior, la brecha cambiaria generará algunos problemas por esta vía.

El "dólar tarjeta" está más barato que el "dólar billete". Incluso sumando el impuesto PAIS y la reciente percepción de ganancias que se aplica al tipo de cambio oficial, el mismo continúa por debajo del dólar blue, contado con liquidación o MEP.

En consecuencia, los turistas argentinos realizaran la mayor cantidad posible de gastos en el exterior con tarjeta de crédito, aun cuando esta forme parte de cupo de u$s200 mensuales. Como resultado, quienes viajen al exterior generarán algunas presiones sobre las Reservas, directamente motivados por el esquema de incentivos vigente.

En sentido contrario, quienes vengan al país preferirán traer dólares billete y venderlos en los mercados paralelos -especialmente blue, donde se paga alrededor de ARS 145 por cada dólar- en lugar de hacerlo en las casas de cambio oficiales o pagar con tarjeta de crédito, donde cada dólar vale ARS 75.

Por lo tanto, la vuelta del turismo agravará la salida de divisas y no fomentará el ingreso formal: los turistas dejarán divisas en el país, pero esencialmente lo harán en el mercado informal, sin fortalecer las reservas en el camino.

El cepo busca proteger las reservas del Banco Central, que siguen cayendo.
El cepo busca proteger las reservas del Banco Central, que siguen cayendo.

Cepo y turismo: tampoco funcionó en el pasado

Ecolatina señala que cuantificar el impacto cambiario del servicio turístico en el período 2012-2015, cuando estaba vigente el cepo anterior y por ende la brecha cambiaria era significativa, permite proyectar cómo se podría materializar este problema el año entrante.

Vale recordar que para ese entonces la diferencia entre el dólar oficial y paralelo era la mitad. La brecha promedió 45% durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, mientras que actualmente orilla el 90%. Por lo tanto, el incentivo a vender dólares billete en el mercado informal es, obviamente, mayor.

Entre 2012 y 2015, el déficit cambiario por turismo acumuló u$s27.200 millones, es decir, un promedio anual de u$s6.800 millones. De esta manera, se esfumó el leve superávit "viajero" de u$s350 millones acumulado entre 2008 y 2011.

Si bien el atraso cambiario y el crecimiento del salario en dólares explican parte de esta reversión, así como el desarrollo tecnológico y el abaratamiento de los vuelos, al comparar el balance de pagos de INDEC -donde se contabilizan los gastos de no residentes- con el balance cambiario del BCRA -donde se contabilizan los dólares que estos venden en el mercado oficial-, la diferencia no es menor.

Entre 2008 y 2011, el superávit del turismo internacional registrado por el INDEC fue menor que el del BCRA: muchos argentinos pagaron gastos en el exterior con divisas que ya tenían ahorradas, en lugar de dólares comprados directamente para la ocasión.

En cambio, entre 2012 y 2015 el balance de pagos de INDEC arrojó un déficit turístico de u$s12.100 millones que más que se duplicó al mirar los números del mercado cambiario: alcanzó 27.200 M según estadísticas del BCRA.

En este caso, las mayores diferencias se encuentran en los años electorales (u$s5.500 millones en 2013 y u$s5.000 millones en 2015, contra u$s1.900 millones en 2012 y u$s3.300 millones en 2014), casualmente, los de mayor atraso cambiario y recuperación del poder adquisitivo en moneda dura.