• 22/11/2024

La pulseada dólar por dólar con los "especuladores", el punto crítico del salvataje que desvela a Guzmán

El campo exige más concesiones y crece la incertidumbre sobre el dólar. Las grietas en el pacto con la agroindustria y el alerta de los economistas.
02/10/2020 - 18:40hs
La pulseada dólar por dólar con los "especuladores", el punto crítico del salvataje que desvela a Guzmán

El golpe de timón del Gobierno generó expectativas entre los grandes exportadores. Después de todo ellos serán los principales beneficiarios de la baja de retenciones prevista. "El dólar va a ir convergiendo", les prometió ayer el Presidente a un grupo de empresarios. Pero las señales no alcanzaron por ahora para calmar las expectativas de devaluación, el punto débil que podría hacer fracasar la bateria de medidas anunciadas justamente con el objetivo de evitar un salto descontrolado del dólar como el del 2019.

La prueba de fuego pasará por si los productores se deshacen de sus granos "dolarizados" en silos y silobolsas. Y los primeros indicios no son alentadores. "No cambió en nada el volumen de ventas y no publicaron nada en el Boletín Oficial", señalaron a iProfesional desde una de las principales cooperativas agropecuarias del país, con grandes volúmenes de operaciones capaces de dinamizar la oferta de dólares.

La reacción de la Mesa de Enlace en rechazo a las medidas reveló las tensiones vigentes con un sector del campo que sigue viendo en Cristina Kirchner a su peor enemigo desde la fallida 125. Las entidades rurales sostienen que no son "ni devaluadores ni especuladores", mientras en el oficialismo hay quienes piensan lo contrario. "El problema no son los ahorristas, sino los grandes empresarios que esperan una devaluación", advirtió esta semana a iProfesional el director del Banco Nación, Claudio Lozano.

En medio de las balas cruzadas, el principal desafío de Martín Guzmán es que los productores vendan parte de las 17 millones de toneladas retenidas por un valor actual de hasta u$s7.000 millones y descompriman así la demanda de dólares que amenaza las reservas del Banco Central. Pero dentro del Ministerio de Economía reconocen que "depende de la disposición de las entidades y varias no están de acuerdo". 

Según el economista Ricardo Delgado, las medidas habrían tenido cierto impacto por anticipado en los últimos cuatro días, con un mayor ritmo de liquidación de ventas. Así, pasaron de 70.000 toneladas el miércoles a 100.000 el jueves, un volumen insuficiente. "Para funcionar los cambios, deberían venderse 200.000 toneladas por día, unos u$s1.200 millones por mes", aseguró el titular de la consultora Analytica.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, busca estimular la venta de granos, pero los productores esperan una devaluación.

Un pacto con grietas

El problema es que las medidas fueron leídas en buena parte del ámbito empresario como un "pacto" con las cerealeras, con pocos beneficios para los sojeros. En concreto, los anuncios prevén una baja temporal de las retenciones para la soja sin procesar del 33% a 30% y en los subproductos del 33% a 27% (biodiesel, 26%), con subas en noviembre y diciembre para retornar al 33% en enero. 

Ese diferencial a favor de la harina y aceite de soja, el principal producto de exportación, agitó la grieta entre productores y exportadores. "Hoy, con la soja a más de u$s300, el productor está más cómodo sin liquidar y las fábricas procesadoras más incómodas por que cerraron contratos con clientes en el exterior, sin tener la materia prima que necesitan y es un costo tener las plantas ociosas", explicó Delgado.

Los empresarios agropecuarios tienen varios motivos para no desprenderse de los porotos. En primer lugar, el valor de la soja viene en ascenso en el mercado local: el martes la tonelada cotizó a u$s275; el miércoles, a u$290; y el jueves, a u$s300. Las subas vienen impulsadas por la sequía en Argentina y el fuerte recorte del stock en EE.UU.,según informó el miércoles el Departamento de Agricultura (USDA). Entre el 10 y 12 de octubre, podría sumarse una menor cosecha por heladas y clima seco.

El otro estímulo para stockearse de soja es la desconfianza en los anuncios. Fuentes de la cartera de Economía confirmaron que la reducción de retenciones se oficializará el sábado con la edición especial del Boletín Oficial o bien el lunes. Mientras el ministro de Agricultura, Luis Basterra, definirá las compensaciones por $11.200 millones a 43.000 productores en los próximos días, con un plazo hasta el 15 de octubre. No hay que descartar en el interín negociaciones con los ruralistas.

La otra figura clave que interviene en la letra chica de los cambios es la titular de AFIP, Mercedes Marcó del Pont.

Con la soja a u$s300, los productores esperan un aumento en los próximos meses por factores climáticos y de mercado.

Presiones devaluatorias

Por el escalonamiento previsto en las alícuotas, la soja de la cosecha 2019/2020 disponible cotizaba este viernes a u$s300, noviembre a u$298, diciembre a u$s294 y enero a u$s285. Esto se debe a que al incrementarse de nuevo los derechos de exportación, disminuye el valor esperado de los contratos. Así, se apunta a abrir una "ventana" e incentivar la liquidación inmediata de granos. El costo fiscal para el Estado sería de $30.000 millones (o 3 millones de IFE). pero en el campo lo ven insuficiente.

Las miradas siguen clavadas en el dólar oficial. Es que los productores venden con la cotización del Banco Nación a $76,75, pero estiman sus costos con un paralelo en $150. "No te van a vender más por más que bajes las retenciones, si el dólar Nación no te sirve es preferible esperar a que devalúen, pero tienen el capricho de no devaluar", dijo un corredor de cereales de Santa Fe, con años en la actividad. Detrás de ese "capricho" está la preocupación por la inflación en un país con un 40% de pobreza.

Por lo pronto, el Banco Central anunció el abandono del mecanismo de devaluación uniforme por un esquema de mayor deslizamiento. Con el cepo reforzado al dólar ahorro y el cierre de la canilla a las empresas tras cancelar sus deudas en esa moneda por u$s9.000 millones, la principal vía de drenaje de reservas son las importaciones. El interrogante es si el campo aportará las divisas frescas que necesita Miguel Pesce para frenar la sangría y recomponer stocks.

Los economistas coinciden en que el impacto será marginal. "No van a llegar a u$s6.000 millones, los productores deciden en función del precio internacional de la soja y la reducción de las retenciones no es significativa. El tipo de cambio sigue siendo el que estaba, entonces es lógico que algunos productores decidan ahorrar en granos atados a la cotización del dólar", sostuvo Martín Kalos, director de Epyca.

Para el director de Ecogo, Martín Vauthier, el problema no es el tipo de cambio, sino la diferencia del 95% entre las cotizaciones con el dólar oficial. "Lo que desalienta las exportaciones y presiona las reservas es la brecha cambiaria y una mejora marginal en el precio de la soja no implica un gran incentivo, no veo que vaya a provocar una mayor venta por parte de los productores", señaló.