El Gobierno empieza a hablar de "desdoblamiento cambiario"
Tras debatir la chance de eliminar el cupo de u$s200 por mes y qué hacer para recortar la brecha entre las diversas cotizaciones, el Gobierno puso en eje de discusión la posibilidad de un desdoblamiento cambiario por la "incomodidad" que representa la diferencia entre el valor oficial y el paralelo de la divisa.
Así lo dejó trascender la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, quien admitió que tener múltiples cotizaciones y marcadas diferencias complican la gestión, y por eso aseguró que "se tiene que discutir" el desdoblamiento cambiario.
"Es una incomodidad la brecha del dólar, tenemos problemas estructurales en el mercado de cambios. No nos encantan los controles cambiarios, pero tenemos que ir trabajando sobre esto", remarcó la funcionaria en declaraciones radiales.
Si bien Todesca no dio detalles, el desdoblamiento consistiría en tener una cotización para transacciones comerciales y de comercio exterior, y otra, más alta, para operaciones financieras o de ahorro.
En la actualidad, con subas y bajas, la brecha entre el dólar oficial -sin el recargo del 30% del impuesto PAIS- y el paralelo oscila en el 70%, superando ampliamente el promedio del 45% registrado entre 2012 y 2015, tras el cepo de fines de 2011 durante el segundo gobierno de Cristina Kirchner.
Si bien este "spread" es una tentación para ahorristas que compran u$s200 dólares en el mercado oficial a poco más de $101, con una ganancia de menos de $30 por cada billete si lo venden en alguna "cueva", lo cierto es que tampoco la rentabilidad es tan elevada, a menos que tenga más de una cuenta para adquirirlos.
Por esta razón y tras una serie de chequeos y cruces, el Banco Central que conduce Miguel Angel Pesce bloqueó en varias tandas las cuentas de más de 5.000 "coleros digitales", quienes hacían esas operaciones.
Además del desdoblamiento cambiario propuesto por Todesca, una herramienta que de hecho se impuso, el Gobierno tiene otros mecanismos a mano para intentar bajar la brecha y evitar las distorsiones que genera.
Una de esas opciones es la mayor disponibilidad de recursos que tendrá el Banco Central tras el canje, que le podría sumar unos u$s 8.000 millones para estabilizar y hacer confluir en una brecha más cercana las distintas cotizaciones.
De acuerdo con diversas estimaciones, la autoridad monetaria tendría alrededor de u$s4.500 millones de reservas líquidas – poco más del 10% del total- para abastecer la demanda y contener la devaluación.
Para el economista Emanuel Álvarez Agis, exviceministro en la gestión de Axel Kicillof en el Palacio de Hacienda, cortar los u$s200 por mes haría bajar los depósitos en dólares.
De esta manera, postuló durante un reciente encuentro virtual, que si hay dos mercados, el Gobierno deberá actuar en "los dos tipos de cambio", con una batería de medidas que serían subir las tasas de interés, ofrecer instrumentos atados al billete norteamericano y vender títulos que ingresen del canje.
Federico Furiase, titular de la consultora EcoGo, explicó que producto del canje de deuda que logró cerrar el Gobierno, el Banco Central ganará liquidez y de esa manera tendrá "algo de margen para intervenir vendiendo bonos en dólares contra pesos para intentar bajar la presión en la brecha y esterilizar pesos al tipo de cambio MEP".
La contracara de la operación es que si las paridades de bonos en dólares no mejoran, el Central estaría "al mismo tiempo colocando deuda al sector privado a tasas del 12%", explicó Furiase.
"Para que baje la brecha de forma sostenible tiene que bajar el riesgo país y mejorar las paridades de bonos en dólares, en un contexto de consolidación fiscal y en el marco de un acuerdo con el Fondo. Y si los bonos en dólares suben, incluso el BCRA podría tener cierto margen para vender parte de los bonos en dólares contra dólares y recomponer reservas netas sin emitir pesos", señaló.
En un estudio difundido esta semana, el IERAL de la Fundación Mediterránea dijo que para bajar la brecha "se necesita desactivar los riesgos que nublan el horizonte de la macro, que tienen que ver con el déficit fiscal y su financiamiento, junto con el amenazante crecimiento de la deuda del Banco Central (Leliq)".
A su vez, desaconsejó la posibilidad de bloquear las compras de u$s 200 dólares mensuales que tienen los pequeños ahorristas, pues apuntaría a agravar la brecha y aumentar la desconfianza.