La clave del plan "dólar calmo": esperan un ingreso masivo de inversores del exterior cuando se formalice el canje de deuda
La fecha es el 28 de agosto. Faltan apenas unos pocos días. Para el Gobierno será un día crucial. Así lo admiten los propios funcionarios. Martín Guzmán confía en que será "un antes y un después" para su gestión. También Miguel Pesce guarda expectativas positivas, según lo que confió a los directores que lo acompañan en el Banco Central.
Ese día se conocerá el resultado de lo que -ya se descarta- será un acuerdo con la gran mayoría de los acreedores de la Argentina. "Un gran anuncio", adelanta uno de los funcionarios que trabajó sobre la oferta final-final a los bonistas.
"Será un día muy importante. Una muy buena noticia para todos. También una señal potente para el mercado: a los inversores les va a quedar en claro que esta vez no quedarán holdouts, como las veces anteriores", completa otro funcionario familiarizado con la operación que acaba de presentarse ante la SEC de Nueva York.
Tanto para el Banco Central como para Economía, el hecho de que no queden holdouts luego de la transacción debería quebrar la inercia a la incesante salida de dólares.
Concretamente: la apuesta no es a que se achique la demanda de dólares -algo impensado en la Argentina bimonetaria- sino más bien a que aparezcan billetes verdes por el lado de la oferta. ¿Será posible?
La mirada de los funcionarios está puesta en la posible llegada de divisas tras el acuerdo por la deuda y la salida del default. Reconocen que focalizan en tres canales a través de los cuales podrían arribar esos dólares.
- Inversiones financieras. Tanto desde el Gobierno como algunos bancos y fondos de Wall Street creen que se abrirán las puertas a que inversores que hasta ahora estuvieron alejados del mercado argentino se vean tentados, otra vez, a apostar sobre todo por bonos nominados en pesos. "Volveremos al radar de los inversores que buscan mejores rendimientos que la tasa cero que les ofrecen los mercados desarrollados", piensan en el BCRA.
- Ingreso de divisas por inversiones directas en proyectos productivos. Es uno de los rubros que el Gobierno tiene en carpeta -en rubros como la energía, por ejemplo-, y que estaban a la espera de la normalización en el frente de la deuda.
- La emisión de títulos de deuda (ON) por parte de empresas. Desde el Central están monitoreando a compañías con proyectos para lanzar títulos. Algunos en la City prevén que, más allá del boom de ON en pesos o las denominadas dollar linked, en los próximos meses se concreten lanzamientos de ON en dólares.
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Un dato elocuente: una empresa líder está a punto de anunciar la emisión de una Obligación Negociable en dólares, muy probablemente la semana que viene, a través de uno de los bancos privados líderes del país.
Otro: El directorio de Laboratorios Richmond aprobó anteayer el lanzamiento de una ON por hasta u$s50 millones para inversiones.
Desde uno de los bancos líderes destacan a iProfesional: "Por ahora hay pocas empresas interesadas en lanzar títulos de deuda en dólares, pero podría arrancar después del arreglo. Me imagino que con operaciones de al menos u$s300 millones".
¿Esto significa que habrá una oleada de emisiones en dólares? Difícil saberlo. Las opiniones en la City porteña están divididas -el último boom de este tipo de operaciones ocurrió ya hace tres años- y habrá que estar atentos a cada anuncio. Por ahora, lo que vale son las expectativas que tienen los funcionarios para dar vuelta el escenario de tensión cambiaria.
Una semana clave
De acuerdo al calendario que manejan Guzmán y Pesce, el escenario de tensión cambiaria podría darse vuelta a partir del viernes 28. Los funcionarios no imaginan que será "de un día para el otro", pero confían en que la respuesta positiva del mercado al éxito por el canje de la deuda se apreciará en el corto plazo.
En el gabinete económico se nota la ansiedad. Algo que quedó demostrado el último fin de semana cuando el propio Presidente mencionó que la compra mensual de dólares por parte de pequeños ahorristas "es un problema" y admitió que el Gobierno tenía en estudio la posibilidad de restringir la compra de u$s200 por mes. Tuvo que salir a desmentirlo el ministro Guzmán, en un comportamiento que sería calificado cuanto menos de "atrevido", si no fuera porque los dichos de Alberto F. prometían un "lunes negro".
Entre los funcionarios cruzan los dedos para que este escenario positivo tras el acuerdo con los bonistas se convierta en realidad.
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Saben que las Reservas se cuentan como monedas, en un contexto donde más de cuatro millones de argentinos usan el cupo de u$s200 mensuales y se llevan por lo menos u$s800 millones mensuales.
El escenario optimista (de una oferta en dólares que aparece por el canal financiero en el corto plazo) se completa con una cotización del "paralelo" y del "contado con liqui" que deberían bajar.
"Los dólares alternativos y el blue están caros. En términos históricos, hoy el dólar de $77 ni siquiera está atrasado. Imagínese un dólar de $130. No tiene sentido que valga eso", explica la fuente, uno de los funcionarios con más poder en la administración.
Para el funcionario, lo lógico no es que suba el "oficial" (devaluación) sino que baje el "contado con liqui" y el "blue". Claro, en un contexto de mayor certidumbre financiera.
En el Gobierno se retrotraen a lo ocurrido durante el último verano. Durante la temporada enero-febrero, el "blue" cotizó por debajo del denominado "dólar solidario".
¿Es posible ese escenario? En el Central creen que a lo sumo podría verse un acortamiento de la brecha, de manera tal que deje de fogonear la dolarización extrema y la presión sobre las Reservas. "Habrá un efecto expectativas tras el acuerdo final", insisten.
De todas formas, hay un cambio claro respecto de aquel escenario veraniego. Los argentinos con cierta capacidad de ahorro se habían quedado sin "combustible" (pesos) durante enero y febrero, después de un período de dolarización récord, tras las elecciones primarias.
Eso se vio en la demanda de "dólar ahorro", que se volvió a disparar desde la explosión de la pandemia y el establecimiento de la cuarentena, hasta llegar a los niveles récord de julio (4 millones de compradores) y de este mes (se espera un nivel similar o incluso algo superior).
Lo que queda claro es que este nivel de dolarización es insostenible, aun en un contexto de "súper cepo": límite de u$s200 a la compra de dólares y restricciones a las importaciones.
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O sea: o se materializa el escenario optimista planteado en el gabinete nacional y en el BCRA o se hará necesario volver a apretar las clavijas.
Medidas en carpeta
Por ahora, Guzmán quiere evitar la prohibición de la compra del cupo de u$s200 para que no siga incrementándose la brecha, con un salto adicional del "blue".
Pero está claro que no hay margen para seguir perdiendo reservas si no cambia el escenario financiero. Es lo que piensa, por ejemplo, Cecilia Todesca Bocco, la vicejefa de Gabinete y economista de confianza de Alberto Fernández.
"Nosotros tenemos una fuente de dólares genuina. Esos dólares los necesitamos para producir. Las regulaciones del mercado cambiario son importantes porque son una condición de posibilidad para estabilizar la macroeconomía y poder darle valor hacia el sistema productivo", argumenta Todesca Bocco, al dar cuenta de las prioridades del Gobierno en relación a los dólares del BCRA.
Como adelantó iProfesional el último sábado, en el Gobierno avanzan por lo menos dos iniciativas para aliviar la presión dolarizadora.
Una: refiere a la posibilidad de que los bancos ofrezcan "depósitos dollar linked". Esto es: que los ahorristas hagan plazos fijos en pesos pero con la certeza de que no van a perder contra la evolución del tipo de cambio. La idea es que los nuevos depósitos "dollar linked" les sirva a los ahorristas como una suerte de seguro contra una eventual devaluación, preservando su dinero en moneda dura.
Otra medida, más estructural, impondría un cupo a las importaciones de autopartes. Un rubro deficitario en la balanza comercial, y por ese motivo hay una negociación abierta con las automotrices.
Lo que está claro es que pronto habrá novedades. O se cumplen las previsiones positivas de los funcionarios. O "algo habrá que hacer", plantean algunos funcionarios, en relación a la posibilidad de que se mantenga el cupo de los 200 dólares para el ahorro mensual de cuatro millones de argentinos.