Pymes piden autorizar despidos "puntuales" y subsidios al 100% para pagar los salarios
Las pyme reclamaron en las últimas horas cambios al decreto "antidespidos" para desvincular personal en casos puntuales y solicitaron subsidios al 100% para pagar los salarios en las empresas previstos en el programa de Asistencia a la Producción y el Trabajo (ATP). También proponen una ley para reducir impuestos y aplicar un seguro contra juicios laborales.
El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, propuso permitir cesantías en casos en donde se vea perjudicada la productividad de las pymes pero con la obligación para las fábricas de incorporar nuevos empleados que compensen las desvinculaciones y restablezca la nómina laboral.
Al mismo tiempo, el líder empresario adelantó que se encuentra elaborando un proyecto de ley laboral e impositiva que amplíe derechos de los trabajadores y le dé previsibilidad a los costos de las pyme industriales. El objetivo es que los empleados tengan un seguro ante la quiebra de una empresa y se aumente la capacidad de contratación.
El borrador de la iniciativa legislativa fija una reducción de impuestos distorsivos y la aplicación de un "seguro anti juicio laboral" que permita una reducción de costos, que en la actualidad ronda entre el 10 y el 20%, y que tendrá como resultado un compromiso de aumento de contratación del 10 por ciento como base.
Rosato reclamó cuidar a las empresas para que sobrevivan a la pandemia y dijo que el cambio del DNU 329, conocido como decreto antidespido, sirve para fomentar "la responsabilidad laboral dentro de las fábricas pymes", que además de "sufrir aumentos de costos por el contexto de parálisis en toda la cadena y por la inversión para la maximización de las medidas sanitarias, también se ven perjudicadas por la inequidad productiva en los puestos de trabajo".
"Estamos en total acuerdo en la necesidad imperiosa de mantener las fuentes de trabajo, y mucho más aún si las empresas se encuentran amparadas bajo los beneficios del programa de Asistencia a la Producción y el Trabajo (ATP), pero lo que pedimos es una revisión sobre las inequidades que se generaron entre compañeros de línea de producción al momento de desarrollar la tarea", afirmó.
El presidente de IPA lamentó la "gran elevación del porcentaje de ausentismo que se observó en las fábricas pymes exceptuadas de la cuarentena, en donde cada trabajador es fundamental para el desarrollo adecuado de la producción", y propuso que "ante una situación puntual de despido, la fábrica tenga la obligación de tomar otro empleado para que no caiga la nómina laboral".
"Hay que destacar que las pymes no estamos despidiendo personal. En los casos de caída de puestos de trabajo es debido al cierre de una fábrica por no poder superar esta profunda crisis, a pesar de las ayudas que el Gobierno nacional brinda con un gran esfuerzo", enfatizó.
Rosato descartó que una modificación del decreto abra una "ventana para deshacerse de personal de manera caprichosa y sin contemplaciones de los derechos laborales", sino que sostuvo que ese ajuste permitirá "corregir situaciones internas, incluso antes de llegar a la etapa de un despido".
"Los industriales tenemos una profunda vocación por brindar empleo, y es por eso que siempre apostamos nuestro dinero a través de inversiones para que generen valor agregado, lo que significa más población laboral activa y con todos los beneficios del trabajo formal. Lo hacemos a pesar de que muchas veces el sistema beneficia a los que apuestas por la especulación", afirmó.
"Se instaló un sistema inequitativo entre los propios empleados, ya que algunos trabajan con la intensidad que permiten las reglas de la nueva normalidad, mientras que otros se amparan en un decreto que es justo para cuidar el empleo pero que deja secuelas en las fábricas a partir del mayor costo que genera una menor productividad y que daña la relación entre compañeros", aseguró Rosato.
Subsidios al 100%
De cara a la incertidumbre que genera la extensión de la cuarentena, el titular de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA), Camilo Alberto Kahale, presidente solicitó un incremento de los subsidios destinados al pago de los sueldos.
"A partir de mayo, el Estado debería hacerse cargo del 100% de los salarios de las pequeñas y medianas empresas que no han sido autorizadas para trabajar, de todos los sectores productivos. Y esa medida debería extenderse hasta que se levante la cuarentena o vuelvan a habilitar sus actividades. De otra manera, las estamos condenando a despedir a sus empleados o a cerrar para siempre", dijo Kahale.
"Las pymes bonaerenses están atravesando una situación crítica. Confiamos en los beneficios de las restricciones aplicadas para preservar la salud, pero los efectos del aislamiento están dejando secuelas muy dañinas para el sector", aseguró el empresario.
La flexibilización de la cuarentena en distintas zonas geográficas permitió desde las salidas recreativas hasta la reapertura de comercios y activación de áreas productivas bajo modalidades de trabajo especiales, con estrictos protocolos. Si bien en algunas localidades bonaerenses estas medidas ya se están implementando, las pymes sostienen que son insuficientes para evitar el cierre y la desaparición de empresas.
Ventas, a pique
Según el comunicado de FEBA, las ventas minoristas medidas en cantidades cayeron en abril un 57,6% anual. Mientras los rubros esenciales descendieron un 31% anual, el resto tuvo una baja promedio del 75%. Uno de los indicadores más preocupantes fue que el 94,5% de los comercios relevados tuvieron declives en sus ventas y no cubrieron sus costos operativos.
"Desde el sector de Comercio y Servicios de FEBA (FEBACyS), se organizaron instancias de capacitación en herramientas tecnológicas para facilitar la venta online. En ese sentido, trabajamos con CAME Pagos, Banco Provincia y Provincia NET", señala Carlos Cappelletti, titular de FEBACyS. Y agregó: "Con relación a los créditos al 24% anunciado por el Gobierno, por cuestiones administrativas y burocráticas, sólo el 20% de los solicitantes pudo acceder".
Desde los primeros días del aislamiento se monitorea la actividad tanto de los comercios del interior de la provincia como los del Conurbano. Actualmente, los primeros ya abrieron entre un 70 y 80%, y los del conurbano en un 20%.
"Algunos pedidos del sector que se convirtieron en medidas apuntaron a que AFIP y ARBA postergaran impuestos, aunque no anularon ninguno. Lo que está funcionando bien son los créditos a monotributistas y emprendedores a tasa cero (los que cumplen los requisitos)", explica Cappelletti.
Y continuó: "Algunos municipios exceptuaron tasas en abril y primeros días de mayo. Otros difirieron el pago a 90 y 180 días. Con relación a los alquileres, en abril lo pagó el 70% de los comercios, con acuerdos con los propietarios, y en mayo el 45%. Mientras lo referente a sueldos de empleados, en marzo -entre ayuda del Estado y algún ahorro-, se pagó el 90%; en abril bajó al 70%; y en mayo ya no hay ahorros, con lo cual dependerá del apoyo del Estado, que está aportando un promedio de 20.000 pesos por empleado".
Industria, en rojo
El sector industrial también exhibió resultados muy negativos durante lo que va del aislamiento obligatorio. Si bien en marzo sólo hubo doce días de cuarentena, la actividad de las pymes industriales cayó un 28,8% frente a igual mes del año pasado. Y se espera que abril muestre cifras devastadoras.
FEBA, junto con la Asociación de Industriales de la Provincia de Buenos Aires (ADIBA), y la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA), lleva adelante distintas iniciativas.
Silvio Zurzolo, Presidente de ADIBA, se reunió con el Director del Banco Provincia, Sebastián Galmarini para acordar una agenda de trabajo conjunta cuyo objetivo es lanzar líneas de financiamiento, impulsar acciones desde FOGABA y estimular la interacción de las sucursales del banco con el canal Pyme.
"Presentamos todos los reclamos y problemas que nuestras pymes están teniendo con el banco y hablamos de proyectos futuros para ayudar a nuestras industrias", comentó Zurzolo.
Zurzolo también participó de un encuentro virtual con el Secretario de Industria de la Nación, Ariel Schale, organizado por la Unión Industrial Argentina (UIA). Se abordaron temáticas como las habilitaciones industriales en el AMBA, el transporte del personal y la realización de tests en las fábricas.
"Estos intercambios son muy valiosos para definir los pasos a seguir hacia la rehabilitación de las actividades industriales. Estamos trabajando en protocolos y proyectos para que la industria esté nuevamente activa", detalló Zurzolo.
Sin crédito
Casi la totalidad de las pymes representadas por el sector de las Producciones Intensivas de FEBA (FEBAPRI), fueron consideradas entre los rubros esenciales en el marco de la cuarentena. Si bien la mayoría pudo seguir exportando y nutriendo el mercado interno, se registraron algunas dificultades operativas, relacionadas con las restricciones a la logística y la comercialización.
Los sectores de hortalizas pesadas y el frutícola se desempeñaron casi con normalidad. Mientras que la porcinocultura es perjudicada por la sobreoferta ante el achicamiento del mercado. Viveristas y floricultores (flores de corte) es el más perjudicado (único que no estaba contemplado expresamente entre las excepciones). Sufrió graves pérdidas porque tuvo que descartar casi la totalidad de su producción.
"Para los sectores que integran las producciones intensivas, las principales dificultades que persisten siguen siendo las preexistentes al contexto de la pandemia, pero potenciadas por el momento actual. Por ejemplo, la complejidad para el acceso a herramientas de crédito y financiamiento, entre otros temas", expresó Irineo Quiñones, vicepresidente de FEBA por el sector de las Producciones Intensivas.
Bancos, en la mira
Desde FEBA aseguran que, desde que se dictó la cuarentena, el sector financiero ha sido el gran ausente en la crisis. Si bien se anunciaron distintas medidas para ayudar a las pymes, por distintas razones (administrativas, requisitos, técnicas, etc.), la mitad de las pymes no pudo acceder a las herramientas.
Los créditos al 24% no fueron de gran ayuda: el 51% de las pymes no lo pidió. Solo 18% lo obtuvo. Del resto, un 13% lo pidió, pero aún no se lo otorgaron, a un 11% se lo negaron y otro 6% su banco no lo tenía disponible. Entre los que no lo pidieron, solo el 21% no lo necesita. El resto es porque no cree que se lo otorguen, por la burocracia, o por malas experiencias de conocidos.
Por su parte, los créditos a tasa cero: el 55% de pymes, emprendedores, autónomos y monotributistas no los pidió. Un 19% los solicitó, pero aún no se lo dieron, a otro 17% se lo negaron y solo a un 10% se lo dieron sin inconvenientes. Si bien un 48,6% de los encuestados no aplicaba a esa modalidad por no cumplir los requisitos, un 22,3% no lo pidió por desconfianza, y el resto porque no quieren más deudas incluso a tasa cero.
Con respecto al salario complementario, solo el 28% de las pymes lo obtuvo sin inconvenientes. Del resto, el 34% no lo pidió, al 30% no se lo otorgaron aún, y a un 8% se lo negaron. Y las contribuciones patronales, tampoco tuvo el alcance esperado: el 46% de las pymes no lo solicitaron, el 41% las postergó por 90 días, y otro 14% las redujo hasta 95%.