"Distanciamiento social": la nueva fórmula que preparan para volver al lugar de trabajo

La cuarentena entrarará en una nueva fase con la liberación de actividades que hasta ahora estaban prohibidas. Si bien todavía no está del todo claro, los funcionarios ya empezaron a hablar del "distanciamiento social", una modalidad que pondrán en marcha posiblemente a partir de este lunes y que implicará el abandono progresivo del aislamiento aislamiento obligatorio iniciado el 19 de marzo pasado, en respuesta al pedido de empresarios y sindicalistas. 

La flexibilización podría beneficiar a la obra pública, la fabricación de maquinaria agrícola y algunos sectores del comercio mediante una reanudación de las actividades en forma paulatina y selectiva. El dato surgió de la reunión de casi dos horas que el gabinete de Alberto Fernández mantuvo esta mañana desde las 11 con representantes de la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara de Comercio (CAC) y la CGT, en el salón Eva Perón de la Casa Rosada.

"El Gobierno ya no habla de aislamiento social, sino de distanciamiento social", dijo a iProfesional el secretario de la Cámara de Comercio, Natalio Mario Grinman. "En la semana vamos a saber en detalle qué actividades comenzarán a funcionar el lunes en forma gradual, segmentada y despacito", agregó el directivo. La expectativa de los empresarios es que esa iniciativa se termine de confirmar en las próximas horas.

Desde el Gobierno mantuvieron un estricto hermetismo sobre los nuevos rubros que serán incorporados al listado de actividades esenciales, pero dieron a entender que habrá novedades. "Se quedó en enviar un plan focal técnico de cada actividad y volver a reunirse", dijeron fuentes oficiales a iProfesional. La última palabra la tendrá el ministro de Salud, Ginés García González, y el comité de expertos sanitaristas.

La idea es evaluar las propuestas que le hicieron llegar en los últimos días las cámaras privadas y el sindicalismo. Entre ellas figuran una ampliación mayor de las activididades consideradas esenciales, la reglamentación de los beneficios fiscales y laborales anunciados la semana pasada y la agilización de los créditos para las pyme, junto con una extensión de la reducción de las cargas patronales.

 

El Gobierno enfrenta presiones cruzadas sobre los pasos a seguir frente a la pandemia. Por recomendación de los expertos sanitaristas, el 29 de marzo pasado se decidió extender la medida hasta el 13 de abril. La secretaria de Acceso a la Salud del Ministerio de Salud, Carla Vizzotti, informó días atrás que los dos países que lograron achatar la curva de contagios mantuvieron la cuarentena durante cinco semanas, lo que de mínima implicaría prolongarla hasta el 23 de abril.Pero los empresarios advierten que la continuación de las restricciones tendrá un mayor impacto sobre las empresas y el mercado laboral. En los últimos días, las principales compañías avanzaron en acuerdos de suspensiones masivas con rebaja de salarios para reducir costos. Los recortes fueron puestos en marcha luego de la prohibición de los despidos y suspensiones por fuerza mayor y el anuncio de un paquete millonario de alivio para las pyme.

Varios gobernadores, en cambio, buscan mantener el aislamiento obligatorio. Temen que un eventual descontrol de la pandemia en los principales aglomerados urbanos provoque un caos en el sistema de salud, con centenares de muertos y un desborde de la situación social, ya de por sí agravada por la recesión. Fernández los recibirá hoy para medir el clima en las provincias. De ahí que lo más probable es que la Rosada avance por un carril intermedio, manteniendo la cuarentena pero con mayores libertades para las empresas. 

Bajo ese esquema, los funcionarios evalúan por estas ahoras avanzar en la apertura de ciertos negocios, respetando una serie de criterios relacionados con la amplitud de los espacios, el uso de personal rotativo y reducido en turnos escalonados, y un control de la afluencia del público mediante señalamientos en las calles, como el que empezaron a utilizar esta semana los bancos. Uno de los temores es la quiebra de comercios, con su consecuente impacto sobre el desempleo. La "cuarentena light" será acompañada por precauciones sanitarias, con el uso de equipos de protección personal para el personal y la limpieza de los lugares de trabajo, así como evitar el traslado de empleados mayores de 65 años. Todavía no está claro qué ocurrirá con los otros grupos de riesgo, como el personal afectado por enfermedades crónicas y las embarazadas. Por lo pronto, el objetivo es que no haya aglomeración de personas.

La reunión fue encabezada por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, su vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; los ministros de Trabajo, Claudio Moroni; de Transporte, Mario Meoni, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; la viceministra de Salud, Carla Vizzoti y el subsecretario de la cartera Alejandro Costa; y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz.

Por el empresariado participó el titular de la UIA, Miguel Acevedo, el vicepresidente, Daniel Funes de Rioja, y Diego Coatz, economista en jefe de la entidad, junto con el titular de la CAC, Jorge Di Fiore, y su vicepresidente, Eduardo Eurnekian, Mientras que la CGT estuvo representada por sus cotitulares Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estaciones de servicio); así como por Gerardo Martínez (Uocra), Andrés Rodríguez (UPCN) y Antonio Caló (metalúrgicos).

Cuarentena selectiva

La aplicación de una estricta cuarentena permitió hasta ahora a la Argentina mantenerse distanciada de la situación que viven España e Italia, donde el aislamiento se aplicó tardíamente, o de la crisis sanitaria registrada en Brasil y Estados Unidos, cuyos gobiernos descartaron el aislamiento obligatorio y optaron por priorizar el funcionamiento de la actividad privada.

Pero las tensiones empezaron a aflorar en los últimos días con el deterioro de los indicacores económicos, las presiones del círculo rojo y el agravamiento del frente con los acreedores externos. Todos esos factores derivaron en la incorporación de los empresarios y los sindicalistas al comité de crisis, junto con la ampliación gradual de las actividades exceptuadas del aislamiento.

Por caso, este lunes se conoció la autorización de obras privadas de infraestructura eléctrica, un reclamo que había levantado el grupo Techint. Por otra parte, el Banco Central decidió la apertura de los bancos desde el lunes hasta el viernes de la semana próxima para la atención del público en general, con turno previo.

El gobierno nacional ya había dispuesto la semana pasada la ampliación del listado de actividades y servicios declarados esenciales en la emergencia sanitaria a través de la Decisión Administrativa 450/2020 publicada en el Boletín Oficial.

Entre las actividades reconocidas se incluyó a la venta de insumos y materiales de la construcción provistos por corralones; y las actividades vinculadas con la producción, distribución y comercialización forestal y minera.

También fueron habilitadas a reabrir sus puertas las curtiembres, aserraderos y fábricas de productos de madera; fábricas de colchones; y fábricas de maquinaria vial y agrícola.

Asimismo se sumó a las exportaciones de productos ya elaborados e importaciones esenciales para el funcionamiento de la economía, como así también la exploración, prospección, producción, transformación y comercialización de combustible nuclear; y los servicios esenciales de mantenimiento y fumigación.

El nuevo listado incorporó a las mutuales y cooperativas de crédito, aunque la decisión administrativa aclara que deberá ser "mediante guardias mínimas de atención", al solo efecto de "garantizar el funcionamiento del sistema de créditos y/o de pagos".

Otra de las excepciones al aislamiento social fue la inscripción, identificación y documentación de personas, aunque desde el Gobierno resaltan que todas estas actividades deben cumplir con las normas sanitarias de prevención dictadas por el Ministerio de Salud.