De Pablo: "Alberto Fernández se compró un problema con todo lo que ha congelado"
En medio de la batería de medidas oficiales de los últimos días para intentar reactivar una economía congelada, iProfesional llamó al experimentado y polémico economista Juan Carlos de Pablo para analizar el contexto actual.
Con estudios de doctorado en Economía en la Universidad de Harvard en su haber y autodefinido como "serio pero no solemne", el actual consultor y profesor en la Universidad de San Andrés (UDESA) y en la Universidad del CEMA (UCEMA), repasó la actualidad argentina con este medio.
Pergaminos no le faltan, debido a que fue funcionario público y economista jefe en la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), desde 1965 a 1975, entre otros cargos relevantes que ocupó durante su extensa trayectoria.
Entre sus conceptos vertidos en la siguiente charla, Juan Carlos de Pablo destaca que "los argentinos somos más exigentes que el Fondo Monetario".
-¿Cómo está evaluando las medidas que ha tomado el Gobierno?
-Acá hay que mirar cómo funciona el Presidente. Ya hubo un "estilo K", el de Macri y ahora hay un "estilo F" donde se hizo un programa muy distributivo de forma discrecional. Moraleja: a veces estoy preocupado por la salud del Presidente porque no sé cómo va aguantar todas las presiones por las decisiones que tiene que tomar.
-¿Presiones de dónde ve puntualmente?
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-De todos lados. Le va a tener que poner un "numerito" al aumento jubilatorio y se le van a ir encima todos los jubilados, los pensionados, los mercados y las cuentas públicas. Congela las tarifas y todos lo van a mirar en el momento que las va a descongelar. Aumenta los combustibles y después vuelve para atrás. Todo está demasiado concentrado en él.
-Pero el Presidente va a tener que tomar decisiones para corregir estos desfasajes y tomar un rumbo…
-Obviamente, pero el objetivo es el estilo porque no todos los presidentes concentraron sobre sí mismo su decisión. Me parece que es una peculiaridad y el Presidente tiene el derecho de armar su estilo como mejor le parezca, pero es motivo de preocupación.
-¿Piensa que va a poder reactivar la economía y parar la inflación con las medidas que está tomando?
-Ni empezó todavía, el programa es redistributivo. Frenar los aumentos es pan para hoy y hambre para mañana porque en algún momento lo tiene que desarmar, no hay que ir a la facultad para darse cuenta que si congelás algunos precios y la inflación no es cero se los está retrasando.
-¿Qué medidas económicas tomaría usted en este contexto?
-La política económica la hace el Presidente, estamos mirando cómo arranca y evoluciona, y con qué velocidad comienza a corregir. Pero tiene que determinarlo él con la gente con la que trabaja.
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-¿Cómo ve la evolución de la inflación y el dólar en este contexto?
-No tengo que ver nada, soy el único economista que no hace pronósticos, mientras que los otros muestran hasta los decimales y para lo único que sirve es para que los memoriosos se rían de los periodistas que publicaron eso.
-¿De qué manera evalúa el cepo cambiario a la compra de dólares para ahorrar?
-Te cambio el enfoque: no hay ninguna chance de levantar el cepo en estas condiciones, no le queda otra alternativa.
-Ante este panorama donde no se puede modificar demasiado la situación y hay intereses cruzados, ¿cómo se hace entonces para encauzar la economía?
-Se tiene que tener un esquema mucho menos discrecional y empezar a combinar la redistribución con otros objetivos de política económica. Está bien, él ya arrancó de esta manera, ahora estamos mirando. En algún momento tiene que empezar a ver definiciones.
-¿Cuáles deberían ser las prioridades hoy por hoy?
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-La prioridad la pone el Presidente y en este momento es la redistribución, las tarjetas alimentarias y las otras cosas por el estilo, y aumentar las alícuotas de otros impuestos. Y ahora se compró un problema con todo lo que ha congelado.
-¿Pueden seguir bajando las tasas de interés?
-No tengo la menor idea, me pregunto si alguien lo sabe. Todo depende de lo que se vaya a hacer. Depende de los escenarios posibles que se establezcan. Si el Presidente congela las tarifas por 180 días, te voy a decir que vayas a comprar velas porque te cortan la luz.
-¿Hay posibilidades que sea renegociada con éxito la deuda y que eso repercuta en la actividad económica?
-Quiero ver todo eso, pero hay que separar del análisis a los acreedores privados de un lado y al Fondo Monetario por el otro. Son dos casos completamente distintos. El crecimiento lo financia el sector privado que tiene plata, no el que no la tiene. Y a ese sector privado le tenés que bajar los riesgos y los miedos, casi independientemente del tema de la deuda. Obviamente, si se declara un default va a ser más difícil. Pero el crecimiento tiene que ver con el financiamiento privado de proyectos, para lo cual lo que tiene que hacer el Gobierno es bajarle la incertidumbre a los que tienen la plata.
-¿Cómo piensa que va a incidir el aumento impositivo que están impulsando el gobierno nacional y las provincias?
-Nos termina complicando la vida a los que no tenemos más remedio de pagar los impuestos, entonces el Gobierno me tiene que entusiasmar para que yo, a pesar del aumento del impuesto, haga algo en base a no sé qué brillante perspectiva que me tiene que convencer que ocurra. El Gobierno tiene que saber que los argentinos somos más exigentes que el Fondo Monetario Internacional. Christine Lagarde estaba encantada con nosotros y nosotros no le creíamos a Macri. Acá debe haber una política económica a prueba de los argentinos, no del FMI.