Las pistas entrelíneas de Guzmán: cepo para rato, impuestazo y prudencia en el plano fiscal
Si hay algo que persigue la ciudadanía desde aquella noche del 11 de agosto, en la cual Alberto Fernández le ganó a Mauricio Macri por una diferencia prácticamente indescontable, es saber cuál es el plan económico que tiene pensado el -entonces candidato electo- y hoy Presidente en ejercicio, para sacar a la economía de una crisis que ya acumula 20 meses.
Han pasado exactos cuatro meses, y la pregunta se mantiene sin respuestas concretas. En su primera aparición pública, el flamante ministro de Economía, Martín Guzmán, ofreció un set de definiciones generales de lo que consistirá ese plan. Pero se desconocen aún los "detalles" que le darán contenido a ese diagrama.
Es decir, todavía no están sobre la luz pública las medidas concretas que deberían servir para -en palabras del Presidente- "prender la economía".
Durante su estudiada conferencia, Guzmán -un economista desconocido para la ciudadanía pero en quien "Los Fernández" han depositado toda la confianza para dejar atrás la malaria- dio algunas pocas precisiones sobre lo que vendrá.Entre líneas, hay algunas cuestiones que ya pueden darse por seguras, a la espera de que en las próximas jornadas vayan apareciendo las medidas:
1. El Gobierno enviará un proyecto de ley al Congreso llamado de "Solidaridad y Reactivación Productiva". Será tratado durante las sesiones extraordinarias, y contendrá algunas de las medidas de impulso al consumo y recomposición de los ingresos perdidos durante los últimos dos años. El propio Guzmán mencionó que la mejora extraordinaria para los jubilados será incluida en esa ley.
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2. También se conformará una Unidad Especial para la Deuda, que tendrá como objetivo poner en números la propuesta que se le llevará a los acreedores (privados y al FMI) para renegociar las condiciones de los papeles de deuda emitidos por el país.
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3. En ese mismo sentido, se le dará juego a una "comisión de asesores", ex secretarios de Finanzas, para que ayuden en esa elaboración.
Estos anuncios concretos se conjugaron durante la entrevista con otras ideas que fue desplegando el ministro, y que dieron pistas sobre lo que se viene en las próximas semanas.
Durante su encuentro con los periodistas, Guzmán repitió varias veces que su objetivo es "tranquilizar" a la economía, como una forma de ponerle un piso a la caída de la actividad y, a partir de allí, encaminar hacia una mejora de las variables.
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Las principales definiciones hacia ese objetivo fueron:
-Habrá un giro de 180 grados respecto del "modelo de Macri". Ni en lo monetario, ni en lo referido a las tarifas de los servicios públicos, ni en la valorización financiera. Lo que se viene es "sentar las bases para un proceso de desarrollo sostenible con inclusión social", anticipó.
-Ya empezaron las negociaciones con el Fondo Monetario. "El FMI reconoce el fracaso del plan anterior", aseguró Guzmán. "También reconocen la grave situación económica por la que atraviesa la Argentina", agregó. Sin embargo, el ministro aseveró que:
-"No hay espacio para un nuevo ajuste" de las cuentas públicas durante 2020 ya que eso "agravaría la situación". Lo que permite advertir que habrá una serie de subas de impuestos. El alza de las retenciones a las exportaciones del campo, la minería y la energía rankea en el primer lugar.
-"No hay margen para el desequilibrio fiscal. Tenemos que converger al equilibrio, pero no se puede hacer de golpe", dijo. "Debemos tener un sendero hacia el superávit fiscal", concluyó. Este punto se enlaza con el anterior, Guzmán dio la idea que está preocupado por mostrar cuentas ordenadas a los acreedores, pero sin que eso implique un ajuste durante 2020.
-"No hay forma de que Argentina llegue a un ajuste previsto en el programa del FMI. No es el año de una contracción fiscal pero entendemos que no contamos con el financiamiento para que haya una expansión del déficit fiscal primario", definió para dar cuenta de que si bien no habrá un ajuste tradicional, tampoco habrá espacio para una expansión del gasto público.
-Sin dudas, se trata de una definición ajena a lo que fue la administración de Cristina Kirchner, en sus ocho años de ejercicio, donde se perdió el registro de un superávit de las cuentas públicas.
-Por último, el ministro admitió que si bien por ahora la política cambiaria se mantendrá como hasta ahora (cepo y varios mercados paralelos), no descartó que en un futuro haya una revisión de ese sistema y se abra la posibilidad a manejarse con un sistema de varios tipos de cambio oficiales (desdoblamiento).
-En ese sentido, dejó la impresión de que "hay cepo para rato".
Durante la conferencia, Guzmán también aprovechó para dejar comentarios muy duros para con la administración Macri. "Fue una apuesta irresponsable lo que pasó. Acá venimos a hacer las cosas de forma responsable y sin creer en dogmas", planteó.