Los tiempos se acortan: rechazo de Wall Street fuerza a Macri a dar un mensaje tranquilizador
Una vez más, Wall Street le dio la espalda a Mauricio Macri. No es la primera vez que sucede en esta prolongada crisis que, tras anuncios del Gobierno supuestamente para atemperar el atolladero, el mensaje que decodifican los centros financieros son justamente los contrarios a los buscados por la Casa Rosada.
Ya había sucedido cuando el jefe de Estado anunció los sucesivos acuerdos con el Fondo Monetario Internacional, a mediados del año pasado.
"Esta vez no le hablamos al mercado. Tomamos medidas para mejorar las expectativas de la gente. Y vamos a continuar por ese camino. Como dijo el ministro Dujovne, a la situación cambiaria la vemos estable", refiere, en diálogo con iProfesional, un estrecho colaborador del titular del Palacio de Hacienda.
Pero esa visión del Gobierno no es la que durante la tarde del jueves primó entre los financistas de Wall Street. En la entrada a la Semana Santa, los bonos de la deuda argentina registraron potentes caídas en una sola jornada. Y el índice de "Riesgo País" avanzó a los 854 puntos, nivel histórico para la era Macri.
De todas manera, desde los bancos instalados en Manhattan advertían que, lo más preocupante, tuvo que ver con la pérdida de valor de las empresas y bancos argentinos con oferta pública en Nueva York. Los papeles (ADR) más castigados fueron Supervielle (-9,3%); Francés (-9,1%) y Macro (-8,7%).
Pero los números rojos también acompañaron a compañías de diversos sectores de la economía: Transportadora Gas del Sur (-7%); Loma Negra (-4,5%); Cresud (-4,3%); Edenor (-3,9%); Telecom (-2,9%); Central Puerto (-2,5%); Pampa (-2,6%) e YPF (-2,1%).
Esta vez, una vez producidos los anuncios, los inversores tuvieron por lo menos dos niveles de análisis que terminaron por desencadenar la ola de ventas de activos financieros argentinos.
La constatación de que el mercado tiene dudas –y que las hace saber mediante el expediente huir del riesgo argentino- llevó a que el Gobierno decidiera reforzar la comunicación para tratar de transmitir tranquilidad.
Los medios extranjeros ya no le creen a Macri y auguran otro default
El lunes, el ministro Dujovne reiterará en conferencia de prensa que no habrá desvíos sobre el objetivo de equilibrio fiscal. Y el presidente Macri recibirá a la cúpula empresarial para escuchar las quejas sobre el intervencionismo que perciben en los nuevos controles de precios.
El temor a un "efecto boomerang"
La postura, si se quiere, más doctrinaria refiere a que el Presidente -agobiado por la crisis y la presión de sus socios en la coalición Cambiemos- termina tomando medidas de corte heterodoxas que nunca llevaría adelante en épocas normales.
Y que esas iniciativas, al final del camino, no le servirán para suavizar la inflación ni para hacer crecer a la economía. Que el saldo resultará negativo, en un escenario de por sí complejo. Y que la imagen de Macri continuaría en descenso de cara a las próximas elecciones.
La segunda observación es que, encima, estos anuncios jugarán en contra en el corto plazo. Básicamente que el sólo trascendido de que se venía un acuerdo y congelamiento de (algunos) precios disparó una ola de remarcaciones preventivas (por las dudas) por parte de los fabricantes de esos alimentos.
Y que esa actitud empresaria redundará, ni más ni menos, que en una inflación más elevada para este mes. Un escenario que, a priori, debilitaría más las chances de Macri de ser reelecto en octubre o noviembre.
A sabiendas de este ejercicio que hacen los operadores de Wall Street, el Gobierno salió rápidamente a desarticular la posibilidad de las remarcaciones preventivas. Dujovne desestimó que ése haya sido el comportamiento de los fabricantes. Acto seguido, admitió que ya no concurre al supermercado para hacer las compras hogareñas.
No es lo que determinan las consultoras que habitualmente testean la evolución de los precios en las góndolas.
Lo peor no pasó
Elypsis, la consultora fundada por los economistas Eduardo Levy Yeyati y Luciano Cohan, prevé que la inflación de este mes treparía a 4,1%, en especial por el empuje que le están dando -una vez más- los alimentos.
En el mismo sentido escribió su último reporte Marina Dal Poggetto, directora de Eco Go. La estimación de inflación de abril se encuentra en el 3,8%, en alerta por los reajustes que vienen aplicando las compañías.
La consultora LCG, fundada por Martín Lousteau, fue la más crítica en su evaluación sobre la economía. Una lectura atenta de su análisis puede despertar temores en algún lector desprevenido.
Dice LCG: "Aun en un contexto de cierta estabilidad cambiaria, esperamos nueva suba mayor al 4% en abril y todavía encima del 3% en mayo. La posibilidad de que la inflación converja a tasas por debajo del 3% desde junio dependerá de que el ancla cambiaria que representa el aplanamiento de los límites de la Zona de No Intervención tenga efecto sobre las expectativas y logre frenar la inercia. En ese caso, la inflación tocaría techo en mayo en la comparación anual, alcanzando una suba del 59% anual".
Esta advertencia de la consultora de Lousteau a sus clientes indica que, lejos de los dichos de los funcionarios, "lo peor no pasó" en materia inflacionaria. Y que, desde el punto de vista del poder adquisitivo de un asalariado, este año la cosa podría ser peor a 2018. Por el simple hecho de que el shock inflacionario del año pasado comenzó en mayo-junio, y en 2019, la inflación va de mal en peor sin que los salarios puedan alcanzarla.
Hay un hecho preocupante, insoslayable: la mayoría de los 64 productos cuyos precios quedarán congelados desde este lunes registraron alzas de hasta 40% respecto de los que traían hasta este fin de semana largo, previo al congelamiento.
El caso paradigmático ocurre con el sachet de leche fluída, cuyo valor pasó de $25,50 a $38. El paquete de azúcar llega al nuevo programa con un aumento (de un solo golpe) del 11,4%. La harina, con un ajuste del 7%. El arroz, del 5%, lo mismo que la botella de aceite.
Escrache al REM del Banco Central: ¿economistas contratados para mentir?
Y eso sin contar a los variados aumentos en los precios de los alimentos, de aquellos productos que se encuentran fuera del programa de Precios Cuidados, y que iProfesional viene dando cuenta con detalles en las últimas dos semanas.
"Medidas desesperadas"
La señal de alarma atraviesa la economía real y genera dudas en el mundillo financiero. Como quedó a la luz en las últimas horas.
El londinense Financial Times publicó en las últimas horas un extenso artículo con una ácida mirada sobre la escena política y económica en la Argentina. Poniendo bajo la lupa a Macri.
Dice el influyente FT: "La verdad es que, hoy en día, las cosas se ven sombrías para Macri. Mientras que el peso puede, por ahora, parece ser relativamente estable después del colapso del año pasado, la inflación sigue siendo insoportablemente alta, la economía muestra señales de vida y, quizás lo más alarmante de todo, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner está subiendo en las encuestas por delante las elecciones presidenciales de octubre".
Y cierra el Financial Times: "Claramente, los tiempos desesperados requieren medidas desesperadas".
Así observan, hoy en día, los inversores más importantes a la gestión Macri. Esa visión, lejos de pertenecer a un círculo àulico, pequeño, se extiende más allá de lo que el Gobierno quisiera.
Y tiene pleno impacto en los precios de los bonos y las acciones. Mientras, crujen las expectativas.