Golpeada por la crisis, la industria maderera pide al Gobierno recomponer el poder adquisitivo del mercado interno
La industria maderera es uno de los sectores que se ven más perjudicados por la recesión económica, debido a que la mayor parte de su producción se destina al mercado interno. Ante este panorama, los empresarios pidieron al Gobierno que se tomen medidas para recomponer el poder adquisitivo más allá del bono de fin de año.
El sector maderero estima cerrar el 2018 con una caída en su producción en torno al 9,5%. El 60% de las empresas del sector foresto industrial señala que su producción cayó más del 5% en 2018 y el 64% expresó que las ventas cayeron más del 10 por ciento este año. En este contexto, se registraron numerosos casos de empresas con cíadas de más del 40% en sus ventas.
Además, 1 de cada 3 empresas disminuyó su dotación este año, según un adelanto de la encuesta del Observatorio de la Industria de La Madera y el Mueble (OIMyM) impulsado por FAIMA, la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines.
Este relevamiento, aún en proceso y que alcanza anualmente a 500 empresas madereras de todo el país, fue presentado en el 139° Congreso Maderero realizado los días 23 y 24 de noviembre en Buenos Aires, en el marco de los 85 años de la institución y ante la presencia de más de 100 empresarios y representantes de las 28 cámaras que integran la federación a nivel nacional.
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Empleos en riesgo
Según los datos del Observatorio, históricamente el carácter mano de obra intensivo de la actividad maderera daba cuenta de un sesgo positivo a la protección de puestos de trabajo en el sector, a pesar de la caída de la rentabilidad. “El empresario sabe cuánto vale tener un empleado capacitado en el oficio y busca retenerlo”, destacó Pedro Reyna, Presidente de FAIMA.
“Sin embargo, la crisis actual es suficientemente intensa para tener implicancias laborales y las empresas comenzaron a disminuir su dotación, por lo que vemos con mucha preocupación esta situación”, señaló Reyna.
"Por su orientación hacia el mercado interno y la elasticidad de la demanda de los productos ante los cambios en el salario real de los ciudadanos, la crisis económica afecta a la industria de madera y muebles más que a la general de la industria manufacturera", afirma FAIMA en un comunicado.
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"A la caída de ventas se le suma un gran aumento de los costos: las tarifas, la tasa de interés exorbitante y destructiva de la cadena de pagos y el aumento de los insumos dolarizados. Con ventas en baja y costos que se disparan la actividad carece de rentabilidad, lo que posterga la toma de decisiones de inversión que apuntalen y traccionen", agrega.
Exigencias del sector
La cámara FAIMA reclama que deben orientarse esfuerzos en el inicio de este 2019 a fortalecer las condiciones de mercado. "La enorme pérdida de valor de la moneda viene con un poder adquisitivo en franca caída y su recuperación debe ser la prioridad 1 en la agenda económica de gobierno", explica.
Y añade: "Iniciativas como el bono de $5000 pueden apreciarse como una posible respuesta a este punto, pero como herramienta presenta varios problemas; por un lado, es fútil su impacto en la recuperación de ingresos reales al ser un stock de una sola vez mientras que, a su vez, aprieta sobre la ya asfixiante ecuación de costos de las PyMEs que no pueden afrontar hoy, en medio de la crisis, dicho pago".
Además, la industria maderera reclama "que se le adelanten los beneficios de la reforma laboral y tributaria" y tasas diferenciales subsidiadas para su financiamiento.
En materia tributaria, el sector exige la suspensión por 180 días de la aplicación del scoring en planes de AFIP (recientemente flexibilizado) y la ampliación a 60 cuotas de los planes de facilidades.