Cuánto cuesta personalizar una moto, cómo se hace y quiénes son los mejores de la Argentina
El boom de ventas que se ha generado en torno a las motos con estilo clásico, ha marcado un antes y un después dentro del mercado de las dos ruedas.
Marcas como BMW, Benelli, CF Moto, Ducati, Kawasaki, Royal Enfield y Triumph, entre las principales; son algunas de las referentes cuando de motos que combinan diseño retro con soluciones de avanzada, se trata.
Paralelamente a esta tendencia, tomaron auge las intervenciones para personalizar las motos, al punto tal que, muchos de los que compran una 0km, suelen llevarlas a los talleres especializados, antes de que la misma pise la calle.
Iprofesional habló con diferentes referentes en el arte de la customización, con quienes repasamos el paso a paso de las intervenciones que realizan a diario.
El inicio de una moda para personalizar motos
La customización o personalización de motos tomó revuelo apenas se inició el año 2000 y se generó en torno a las motos japonesas, principalmente en aquellas modelos de la década del 70 al 90.
¿El objetivo de ello? Obtener una moto que seduzca visualmente, tanto como lo hacía en aquel entonces una BMW o una Harley Davidson; modelos costosos (aún se posicionan como las marcas Premium más caras), a los que pocos podían acceder.
Sin embargo, no todo salía como el cliente pretendía. "Por lo general las motos de esos años tenían la mecánica muy maltratada y terminaba siendo un dolor de cabeza y un gran gasto el querer revivir a esos modelos", recordó Antonio Lupiani (alias "Tocho"), el mentor del reconocido taller especialista llamado Vida Bandida.
El resurgir de las motos clásicas
El desembarco al mercado de marcas que tradicionalmente fueron furor en décadas pasadas (entre el '50 y el '70) y que en la actualidad a volvieron con modelos nuevos, los cuales respetan la esencia de motos antiguas; reinstaló no solo un estilo de vida (más descontracturado y sin ataduras), sino también la moda de la customización.
"Hace más de diez años que me dedico a la personalización de motos y pensé que iba a ser una moda pasajera. Lo cierto es que no solo que sigo trabajando de ello, sino que ahora los pedidos se intensificaron, gracias a que las marcas le empezaron a prestar atención a las motos de estilo clásico", nos comentó, Marcelo Obarrio, dueño de STG Tracker, uno de los talleres más emblemáticos del custom de Argentina.
Una de los grandes responsables de esta moda que llegó para quedarse, la generó Royal Enfield, la marca de origen británico, ubicada actualmente en el puesto once de las firmas de motos más vendidas en Argentina.
"Nunca hubo una moto en Argentina que perdurara en el tiempo para que desde STG pensemos en desarrollo de una pieza para estandarizarla. Hoy, con el furor de ventas que se produce, principalmente alrededor de la Royal 650, empezamos a hacer manubrios, coronas, pedalines, cubre piñones, luces delanteras; es decir productos que son fáciles de instalar", enfatizó el titular de STG.
A la misma conclusión llegaron desde Vida Bandida: "los modelos más óptimos para la customización son los de "Royal" (Meteor 350, Hunter 350, Himalayan y Scram 411, Continental GT e Interceptor 650), porque todo son muy versátiles y se pueden adaptar a diferentes estilos".
¿Quiénes buscan cambiar su moto?
Según Marecelo Obarrio, de STG, en el proceso de customización no hay una regla a seguir. "La persona suele venir con una idea muy clara o me muestra algunos modelos, generalmente hechos por nosotros, y piden algo similar", detalló.
Nicolas Macaggi (alias "Paca") de Paccorro Custom, tiene bien identificado a dos perfiles de clientes. Por un lado, aquel que recolecta imágenes en redes sociales, de modelos de diferentes estilos. Mientras que, por el otro, se encuentran aquellos que le dan rienda libre al especialista para que intervenga a "su gusto y paladar".
¿Cuánta plata hace falta "personalizar" la moto?
La inversión para personalizar una moto puede iniciarse desde los $250.000 y puede ascender hasta valores que pueden duplicar lo que cuesta una moto en sí (por ejemplo, la Royal Enfield Interceptor cuesta entre $5.600.000 y $6.100.000). "Para cambiar un manubrio, reemplazar artefactos lumínicos y espejos, hay que pensar entre $250.000 y $300.000", calculó "Tocho" de Vida Bandida.
En el caso de una reforma que implique cambio de color de tanque de nafta y cachas, nuevas cubiertas y manubrio, escape de acero inoxidable con mejor sonido; cambiar el soporte de faro y reemplazar el asiento y guardabarros trasero para implementar un nuevo colín, ya se debe hablar de entre $1.200.000 y 1.700.000 pesos.
Para Obarrio, es muy difícil calcular un precio en una primera instancia, ya que por lo general, durante el proceso de transformación suelen ir surgiendo cambios a pedido del cliente. "Estamos acostumbrados a escuchar mucho al cliente y hacemos todo lo que sea necesario dentro de cada proyecto, incluso cuestiones relacionadas con el motor", explicó.
Los estilos de motos más buscados
Café Racer, Scrambler, Bobbers, Tracker, Draft, son algunos de los géneros de motos que más se escuchan dentro de la jerga. Según coinciden los especialistas, el Scrambler es el que hoy prevalece entre la mayoría de los trabajos solicitados. "Los neumáticos mixtos, escapes más cortos, manubrios más anchos; es lo que motero hoy más pide", explicó "Paca".
Desde Vida Bandida, coinciden en el boom que hay en torno a las motos Scrambler, pero también destaca el estilo Draft. "Es una moto equilibrada que casi siempre tiene guardabarros pequeños, colín levantado, un manubrio de doble altura bajo y que la línea del tanque con el asiento no presente ningún quiebre", detalló.
El titular de STG remarca que, al margen del diseño elegido, la moto tiene que ser cómoda y útil para quien la maneje. "En todos estos años vi que se hicieron motos que eran muy cool, pero que no eran cómodas".
¿Se revalorizan más las motos personalizadas?
Todo lo que es tendencia o moda, con el tiempo, suele cambiar. En este sentido es importante entender que la intervención sobre la moto tiene que seguir una línea que perdure en el tiempo y que en lo posible, guste al común denominador.
"No me pidas un tanque con llamas rojas, si luego vas a querer venderla. Una moto negra, con asiento marrón, seguramente será luego más fácil de vender y es una moto que gustará a todos", aseguran desde STG Tracker.
Por la misma línea fue "Tocho", quien nos dijo que su cometido siempre pasa por obtener una moto diferente a la convencional, pero sin irse a una modificación extrema, y confiesa: "la moto me tiene que gustar a mí, aparte del cliente; sino estamos complicados".
¿Si se revaloriza una moto clásica personalizada? En el caso particular de los tres especialistas entrevistados, sus trabajos son muy valorados y buscados; de modo que una intervención firmada por ellos, suele tener un plus y el precio de una personalización de su autoría, puede llegar a superar al valor de una moto original.
Sin embargo, no suele pasar lo mismo cuando se tratan de mejoras o implementos que fueron añadidos por el propio dueño.