Faltan dólares, escasearán autos: a las marcas importadoras ahora les imponen un menor cupo de divisas
Tras las luces de alerta que se encendieron en el mercado automotor, por una falta de stock que dejó a las automotrices al borde del desabastecimiento, el Gobierno se reunió con los fabricantes locales para asumir un compromiso que destrabe el mercado.
De esta manera, las terminales reunidas en la Asociación de Fabricantes de Automotores -ADEFA- y los gremios, se comprometieron a fabricar unas 20.000 unidades hasta finalizar el año, a cambio de poder ingresar al país unos 96.000 vehículos que esperan en la Aduana.
La decisión, hecha realidad después de varias semanas de debate, que incluso despertaron el malestar en Brasil, principal socio comercial de la Argentina, se enfoca directamente en las terminales locales, dejando al margen a los importadores.
Esto quiere decir que de la negociación no participan marcas como BMW, Hyundai, Kia, Land Rover, Chery y Volvo, entre otras, quienes también tienen un importante rol en el mercado automotor.
Sin "1 a 1" pero con cupo de divisas
En este escenario, es inevitable que los fantasmas de la era del ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, no vuelvan a preocupar al sector. Fue entre 2014 y 1015, cuando las importadoras de autos estaban obligadas a exportar "cualquier producto" a cambio de que entren vehículos al país. En ese momento, desde aceites hasta cueros y vienos fueron los objetos a los que recurrieron algunas marcas a cambio de un auto.
Ahora, consultamos a las empresas que se reúnen en CIDOA, la Cámara de Importadores de Autos, cuál es la situación que atraviesan y qué garantías tienen que las trabas en el mercado no perjudiquen el negocio.
Ante la pregunta, representantes de diferentes compañías, la mayoría de alta gama, explicaron a iProfesional cómo están tratando el tema y confirmaron que ya se dio un primer paso, que es entrar en diálogo con el Gobierno.
"Desde la semana pasada comenzamos a reunirnos con Desarrollo Productivo y con diferentes integrantes del Gobierno para resolver la situación en particular de cada marca. La diferencia es que, en esta oportunidad, no se negocia en conjunto, sino que se hace una por una", explicaron desde una importadora a iProfesional.
¿Cuál es el objetivo? Lo que se busca, en este caso, es negociar el ingreso de autos de acuerdo a la participación de mercado de cada automotriz, la cual debe presentar sus necesidades hasta fin de año y ahí se evalúa con el Gobierno cuántos vehículos necesita y la forma de destrabar el ingreso.
De esta manera, lo que se quiere es evitar perder cupo de importación en marcas que podrían no vender tantos autos, y aprovecharlos en aquellas que tienen más confianza en la cantidad de operaciones que pueden cerrar hasta finalizar 2020.
Para esto, una por una, las marcas se sentaron ante las autoridades del Gobierno a explicar cuál es su situación real.
En verdad, no se fija un cupo por unidades, porque esto podría derivar en reclamos ante la OMC, sino que se habla de "cupo de dólares". La idea entonces es que una empresa podrá importar autos pero deberá hacerlo con dólares propios o recurrid al mercado para hacerse de divisas.
Caería la participación de marcas importadas
Consultadas sobre las condiciones que deberán cumplir para que los autos ingresen al país, desde diferentes empresas aseguraron que seguramente no será fácil, y que deberán negociar los cupos de divisas. Sin embargo, descartaron volver a un proceso de intercambio comercial como vivieron hace seis años atrás. Es decir, tener que exportar para poder importar.
Lo que sí está claro es que habrá un tope de billetes verdes para cada marca y esto preocupa porque le pone techo a cualquier amague de recuperación.
"Estamos esperando las pautas para cada empresa. Si no se puede importar, hay que cerrar, y hoy nadie quiere eso. El Gobierno tampoco, porque se valora nuestro rol como complementación del mercado", comentó el presidente de una importante firma.
Desde otra marca de alta gama agregaron: "Esto es un ecosistema. Todos son necesarios para que haya competencia y variedad. Hay que tener en cuenta que, en el fondo, todos somos importadores, porque los fabricantes importan el 70% de lo que venden y el 70% de lo que ensamblan", sentenció otro alto directivo.
"Los no radicados no tenemos fábricas, pero importadores somos todos. Por eso se da la paradoja de que, ante mayor es la fabricación, mayor necesidad de dólares y mayor déficit del sector", aportó otra fuente.
En este contexto, los importadores representan apenas el 2,5% de mercado. Así, un cupo de divisas sumado al impuestazo y la crisis cambiaria, hace prever que descienda considerablemente el share este año.
Diferente es el caso de Audi y Mercedes Benz, que cuentan a su favor que tienen producción local: la primera porque pertenece al grupo Volkswagen y la segunda porque tiene su planta en Virrey del Pino.
En este contexto, las marcas tienen otras condiciones para importar y están "al día" con la demanda de autos.
Impuestos internos, segundo conflicto
Además de las trabas a las importaciones, otro factor que afecta a las compañías, por el valor de sus vehículos en dólares, es el impuesto interno, el cual fue retocado el 1 de septiembre y afecta a la mayoría de los modelos.
Sin embargo, en esta ocasión, admiten que en la mayoría de los casos los modelos ya sufrían el impacto del gravamen, por lo cual la última actualización no movió mucho la aguja. Por otro lado, si valoran que sea una regla clara y que cada tres meses se aumente la base mínima imponible, aunque por la gran inflación y la devaluación del peso no es suficiente.
Mientras que en 2008, cuando la ex presidente Cristina Fernández retomó el impuesto, este impactaba vehículos de u$s61.000 con un 11% de tasa efectiva, hoy afecta a un modelo desde los 25.000 dólares. Ademas se pagaba un "encarecimiento" del 11% contra un 25% actual.
Esta nueva base afectará vehiculos importados con precio publico de u$s25,800 con un 25% de tasa efectiva que, de seguir el ritmo actual de devaluación diaria, terminará impactando en noviembre a autos de u$s23,500 antes de la nueva actualizacion a partir de Diciembre 2020 (consireando una devaluacion del 3% mensual como la que lleva a cabo el BCRA).
Novedades en camino
En base a las habilitaciones que las importadoras alcancen hasta fin de año, los planes de lanzamiento de nuevos modelos fueron durante el año y seguirán siendo muy activos entre las marcas de alta gama.
En el caso de BMW Group, renovó el Serie 1, el SUV chico, el X1, y completó la oferta del Serie 3. También sumó las últimas versiones de Mini, y promete seguir cumpliendo con todos los lanzamientos necesarios para estar al día con los mercados globales.
Otras marcas con planes concretos son Land Rover, Hyundai y Kia, esta última con fecha de presentación para el nuevo Seltos.
A diferencia de otros momentos, donde las marcas sufrieron más las trabas para entrar al país, ahora se apoyan en otras ventajas. "Prohibir el ingreso sería dejar al país al borde de los desarrollos y avances tecnológicos, y nadie quiere eso, por eso estamos confiados en que se buscarán los mejores caminos para que las marcas de lujo o cualquiera de las importadas siga operando en el mercado local", advirtieron diferentes empresarios del sector.