Insólito: ¿por qué renunció a su herencia de u$s4.000 millones y le pide al Estado que se haga cargo?
Una joven austríaca, descendiente de una de las mayores empresas químicas del mundo, rechazó el 90% de la fortuna que le corresponde. Dice que "no podría ser feliz" con tanto dinero y propone una redistribución de la riqueza.
La historia de Marlene Engelhorn comienza muchos años antes de los 29 que tiene en la actualidad. Casi un siglo antes. Es que la joven austríaca es descendiente de Friedrich Engelhorn, un hombre que fundó la compañía química más grande del mundo y logró generar una fortuna inimaginable. Aunque hoy Marlene quiere renunciar a miles de millones de dólares.
Para conocer la vida de Marlene hay que remontarse al año 1800, cuando Friedrich Engelhorn fundó la empresa Badische Anilin-und Soda-Fabrik, más conocida como BASF. A fines del siglo XXI, Friedrich dejó la compañía e invirtió el dinero en la farmacéutica Boehringer Mannheim, que estuvo en manos de la familia Engelhorn hasta 1997.
Ese año, Curt Engelhorn -nieto de Friedrich- vendió la firma al grupo suizo Hoffmann-La Roche por u$s11.000 millones. Con apenas siete años, Marlene Engelhorn se hizo con una fortuna de más de US$1000 millones.
La joven austríaca que hoy estudia Lengua y Literatura alemana en Viena es dueña de una riqueza inimaginable. Su abuela ocupa la posición número 687 en el ranking de personas más acaudaladas del mundo, según la revista Forbes.
Con toda esa realidad a cuestas y una vida que, a priori, parecería más cómoda que cualquiera, Marlene quiere renunciar a una fortuna que supera los u$s4.000 millones y propone que el Estado se haga cargo.
¿Por qué renunció a la herencia?
Los más de 150 años de historia de la empresa y la fortuna inimaginable que tiene Marlene Engelhorn en su poder no fueron un obstáculo para que ella renuncie al 90% de la parte que le toca por herencia. ¿El motivo? Muy simple: no quiere ser tan rica.
"No debería ser mi decisión qué hacer con el dinero de mi familia, por el cual no trabajé yo", explicó la joven en una de las entrevistas que dio a medios alemanes y austríacos. Como era de esperarse, sus definiciones causaron revuelo en su ciudad y muchos no entienden cómo pudo haber renunciado a semejante fortuna.
Marlene se destaca por liderar movimientos con una importante conciencia de clase y eso explica un poco su decisión. "Gestionar ese patrimonio conlleva mucho tiempo. No es ese mi proyecto de vida. No es que no quiera ser rica, es que no quiero ser tan rica", reconoció en otra entrevista.
Ella no desconoce su condición privilegiada de "niña rica" e incluso alguna vez lo ha dicho públicamente. Simplemente reafirma que no sabría qué hacer con tanto dinero y cree que semejante fortuna puede traer más problemas que soluciones. "No podría ser feliz con tanto dinero", declaró.
¿Qué propone hacer con la herencia?
Junto con otros 49 herederos de multimillonarios, fundó la iniciativa Taxmenow -también conocido como AG Steuersrechtigkeit-, un movimiento que mutó por toda Europa y que consiste en que herederos de grandes fortunas renuncian a ellas en pro de una mayor tasa impositiva para los ricos.
"Como alguien que ha disfrutado de los beneficios de la riqueza toda mi vida, sé lo sesgada que está nuestra economía y no puedo seguir sentada y esperando que alguien, en algún lugar, haga algo", explicó en una entrevista con la BBC.
También defienden que el Estado asuma el grueso de las fortunas de los multimillonarios y se encargue de gestionarlas. La joven no solo exige mayor redistribución de la riqueza, también quiere que los que más dinero tienen paguen más impuestos.
Para Marlene Elenghorn nadie debería tener cantidades inimaginables de dinero en una sociedad tan desigual. "No se trata de una cuestión de voluntad, sino de equidad. No he hecho nada para recibir este legado. Esto es pura suerte en la lotería del nacimiento y pura coincidencia", explicó.
Redistribución de la riqueza, impuestos a millonarios e importantes cambios estructurales en los altos cargos son algunas de las peticiones de Engelhorn para lograr una mayor equidad social.