Gremio estratégico cierra súper paritaria con aumento del 80%: así queda el sueldo básico
Después de una jornada de febriles negociaciones y en el medio de un paro por tiempo indeterminado, la conducción de la Unión Obrera Molinera Argentina (UOMA) y representantes de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) sellaron la paz con la firma de un aumento salarial del 47% hasta diciembre, mes en el que las partes volverán a verse para diagramar las mejoras de cara al año próximo. Con este porcentaje, si contamos de enero a diciembre, el acumulado es del 79,22%.
La organización gremial había cerrado la paritaria 2021-2022 con un incremento del 61%, pero las negociaciones del período 2022-2023 se encontraban trabadas por la negativa empresaria a acceder a un aumento del 48% para el segundo semestre del año.
Asimismo, pretendían que en diciembre se analice la marcha de la inflación y se establezcan los aumentos para cerrar la negociación anual. Ante la falta de acuerdo, la UOMA dispuso un cese de actividades por tiempo indeterminado que paralizó los molinos harineros de todo el país, poniendo en duda la producción de pan y otros productos alimenticios. En el medio, el ministerio de Trabajo ya estaba ordenando la conciliación obligatoria, que no hizo falta ante el acuerdo entre el sindicato y la cámara empresaria.
Súper paritaria: cómo se abona el aumento de sueldo
En definitiva, el incremento pactado es del 46,77% para el período julio-diciembre y se abonará en tres cuotas de la siguiente forma:
- 15,74% retroactivo a julio
- 13,95% en octubre
- 17,05% en diciembre
Cómo queda el sueldo básico tras la súper paritaria
Con estos porcentajes, se garantiza un salario básico a diciembre de $158.500 para la categoría E, que actualmente es de $108.000. En tanto, para la categoría A los sueldos ascenderán a casi $222.000.
Ante el reiterado fracaso de las negociaciones, el gremio anunció el plan de lucha que arrancó en forma contundente con un paro por tiempo indeterminado. En un duro documento sostuvo que "no hay peor sordo que el que no quiere oír y pretende tapar la realidad de extrema gravedad, de deterioro, que han sufrido los salarios, negando sistemáticamente una recuperación acorde que permita vivir con dignidad a los trabajadores molineros".
A pesar el malestar de la organización gremial, las versiones indicaban que las partes coincidían en que las diferencias entre la demanda sindical y la oferta de la cámara no eran tan significativas, por lo que muchos apostaban a que más temprano que tarde el conflicto se iba a solucionar.
20 años sin hacer un paro a nivel nacional
Voceros gremiales destacaron el diálogo con los empresarios, más allá de las disputadas lógicas. Apuntaron que "hace 20 años que no hacíamos un paro a nivel nacional", agregando que "creemos en la negociación, pero en el medio sucedieron hechos que nos empujaron al conflicto".
En mayo pasado, la UOMA y la FAIM cerraron la paritaria 2021-2022 con un incremento salarial del 61% y establecieron comenzar a discutir el período 2022-2023 en julio, que transitó sin ningún tipo de acuerdo hasta que el gremio decidió aplicar las medidas de fuerza. Además, estableció el pago de dos sumas extraordinarias no remunerativas de $10.705 para todas las categorías de convenio con los haberes de mayo y junio, que se convirtieron en remunerativas a partir del 1 de julio.
La paritaria pasada también incluyó acuerdos con la Cámara Argentina de Empresas de la Nutrición Animal (CAENA) y el centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA). En las tres actividades, los salarios quedaron con un básico de $100.000 en julio.
Voceros gremiales manifestaron que "las negociaciones venían por el carril normal, hasta que primó la postura intransigente de las patronales, que impidieron seguir avanzando, por eso se decidió ir a un plan de lucha" y indicaron que "con el acuerdo, las diferencias quedaron zanjadas y esperamos seguir por este camino, donde crezca la producción, los puestos y trabajo y mejoren considerablemente los salarios".