Agua: por qué es cada vez más importante preservar este recurso natural pensando en la economía y la salud
Es uno de los materiales indispensables para la vida, y también para la producción. Por eso, tener un día que celebra la existencia del agua tiene como fin poner el foco sobre la importancia de cuidar este recurso que es mucho más escaso de lo que parece.
Tal como lo indica el último informe de la ONU elaborado para el Día Mundial del Agua de este año, casi la totalidad del agua dulce en forma líquida del mundo es agua subterránea, y representa la esencia del suministro de agua potable para consumo, los sistemas de saneamiento, la agricultura, la industria y los ecosistemas.
"Lo que hacemos en la superficie, repercute bajo ella. Es por eso que la responsabilidad con la que tratemos nuestra tierra, es central para el buen rendimiento de nuestro sistema productivo, para el cuidado de nuestra salud a través del consumo de alimentos y agua segura, para la protección de los ecosistemas en ambientes seguros ante los fenómenos de la crisis climática", afirma Manuel Saurí, director ejecutivo de Proyecto Agua Segura.
Es por esto que la entidad propone la iniciativa #NoRompasElCiclo e invita a compartir contenidos vinculados al tema con el objetivo de crear conciencia. "Si partimos de la idea de que existen más de 2.000 millones de personas en el planeta que no tienen acceso a agua segura, podemos comprender entonces que las aguas subterráneas son un tesoro invisible que debemos proteger a conciencia", agrega Saurí.
El agua subterránea, agrega el director ejecutivo, "en algunas zonas de gran aridez, representan casi la única vía de acceso al agua; pero además en toda comunidad que vive de su agricultura, estas aguas encarnan la fuente principal de desarrollo de generaciones y generaciones de personas. Es por eso que su protección es absolutamente elemental, si queremos pensar en cualquier estrategia de progreso y crecimiento."
El agua, clave para la producción de alimentos
En nuestra región, la agricultura sostenible es una de las industrias más importantes, y más en un contexto tan convulsionado como el actual. Para entender sus dimensiones, en el territorio rural de América Latina y el Caribe se producen alimentos para 800 millones de personas, se siembra el 14% de los cultivos del mundo y somos refugio de gran parte de la biodiversidad, el agua dulce y los bosques naturales
"En este marco, se vuelve imperioso transformar la agricultura de la región para mejorar la productividad, la rentabilidad, garantizar un uso eficiente y expandir las oportunidades de desarrollo económico y social", dice Flávia Roberta Freitas, Head Corporate Social Responsibility de IBM América Latina.
En esta línea, la startup Agrolly creó una aplicación que ayuda a los pequeños agricultores a mejorar el rendimiento de sus cultivos con inteligencia artificial y datos meteorológicos locales para que puedan tomar mejores decisiones informadas sobre sus cosechas.
"Desde IBM proporcionamos a Agrolly orientación técnica y recursos para avanzar en el proyecto, desarrollar tecnología de código abierto y gestionar su aplicación en la nube, que ya se encuentra disponible en Brasil, India y Mongolia", cuenta Freitas.
Y agrega: "Además, IBM está trabajando con Fundación Plan21 para el Desarrollo Humano Sostenible en un proyecto para ayudar a los pequeños agricultores de América Latina a gestionar sus cultivos de forma más sostenible, aumentar su productividad y sus ingresos, así como a crear conciencia en el consumidor y desarrollar mercados más responsables".
Inversiones para el cuidado del agua
Conociendo ya estos datos, no sorprende, por ejemplo, que casi el 40% del volumen global de papas se cultiva en comunidades clasificadas como zonas de estrés hídrico, según el Instituto de Recursos Mundiales (WRI). Es por esto que McCain se propuso reducir 15% del consumo del agua en las 7 principales operaciones a nivel global hasta 2025.
Otra firma que está redoblando sus esfuerzos en pos de cuidar el agua es Coca-Cola. Así, este año la compañía invertirá u$S1,8 millones en proyectos para el cuidado del agua y el ambiente en el sur de América Latina.
Así, se dará continuidad a programas ya en marcha, al tiempo que se generarán otros 15 nuevos proyectos en seis países de la región: Argentina, Uruguay, Bolivia, Brasil, Chile y Paraguay. Estas acciones impactarán a más de 230.000 personas y en más de 134.000 hectáreas protegidas.