Confidencial: el plan que gestan en secreto intendentes para voltear una "herencia" de Vidal
En el año 2017, el gobierno de María Eugenia Vidal impulsó un proyecto para modificar la Ley de Municipios, que permitía la reelección indefinida de intendentes. Fue un logró institucional que anunciaron con pitos y matracas al lograr su sanción en la legislatura provincial, al que se "subieron" muchos intendentes del PRO, porque además había sido una promesa de campaña.
Pero claro, perder el poder es algo que ninguno disfruta y a medida que les llega el final del mandato, aquella ley tan festejada empieza a transformarse en un suplicio. Para los intendentes peronistas, desde ya: cuando ganaron, en 2015, pensaban eternizarse como sus antecesores, y para los nuevos intentes del PRO, también.
Es por eso que ahora, la idea de derogar esa norma es transversal un común denominador, en la idea de eternidad, se saltó la grieta. Y desde Juanchi Zabaleta (PJ), intendente de Hurlingham electo en 2015 y reelecto en 2019, hasta Diego Valenzuela (PRO), alcalde de 3 de febrero, con el mismo recorrido electoral, pasando por Julio Garro (PRO) de La Plata, todos, sin excepción, van por el cambio de la norma que les impide quedarse.
Se mantienen en contacto, hablan entre ellos, arden los Telegram. El primer paso del plan son las próximas elecciones de diputados y senadores provinciales. La composición de las Cámaras tiene que establecerse con políticos dispuestos a cambiar la ley.
Y este año, se eligen 23 nuevos Senadores Provinciales y 46 nuevos Diputados Provinciales del siguiente modo: Sección Capital: 6 Diputados; Sección Primera:8 Senadores; Sección Segunda: 11 Diputados; Sección Tercera: 18 Diputados; Sección Cuarta: 7 Senadores; Sección Quinta: 5 Senadores; Sección Sexta: 11 Diputados; Sección Séptima: 3 Senadores.
Todos los interesados están maniobrando políticamente, para que las listas estén compuestas por dirigentes que permitan esa reforma. En La Plata, Garro no menciona el tema públicamente o recurre al clásico discurso de "no es momento, falta mucho", pero ya incluso, negocia la bendición de Horacio Rodríguez Larreta para que le de legitimidad política a la maniobra. Por ahora tiene un "ni".
En la sección electoral primera, Jorge Macri no está muy interesado en seguir en Vicente López, preferiría jugar por la gobernación o ser legislador nacional, pero es "solidario" con su vecino de San Isidro, Gustavo Posse, al que también le gustaría ir por más, pero no puede perder la estancia familiar que su padre Melchor y luego él, conservan hace décadas. Si no tiene chances de ser gobernador, esta dispuesto a forzar lo que sea para mantener la jefatura comunal de San Isidro.
Como siempre, la tercera sección electoral de la provincia es el nudo gordiano de la política. A Fernando Espinoza alcalde de La Matanza no le importa mucho la cuestión, le queda una reelección porque su antecesora inmediata es la vicegobernadora, Verónica Magario. Pero Néstor Grindetti (PRO) de Lanús y Martín Insaurralde (PJ) de Lomas de Zamora, quieren tener la puerta abierta para seguir. A Insaurralde le gustaría variar, pero si no se da en los términos que cree merecer, mejor poder seguir.
En definitiva, esto no busca ser una enumeración, la ley que se sancionó en la gestión de Vidal rompió el status quo de la política bonaerense e incomoda a todos: a los que tradicionalmente cuando llegan se quedan y a los que celebraban "la alternancia" y ahora preferirían alternar consigo mismos, léase, Valenzuela, Garro, Grindetti y otros.
Si no prospera, evalúan presentación judicial
Si la modificación de la ley se complica, algunos intendentes peronistas están pensando en una presentación judicial. El planteo consistiría en que la ley no puede ser retroactiva y que se sancionó, cuando ellos ya habían sido electos en su primer mandato, con lo cual, su segundo mandato es el primero con la nueva legislación y puede reelegir una vez más.
Algo muy parecido quiso plantear Carlos Menem para intentar la re-re en 1999. La Constitución del ’94 fue sancionada cuando transcurría su primer período, por lo cual, entendía, le era aplicable desde entonces y tenía derecho a otra administración. La propia "mayoría automática menemista" de la Corte Suprema lo sacó corriendo.
Durante el kirchnerismo, Felipe Sola probó con algo parecido. En su primer mandato, el hoy Canciller había sido vicegobernador de Carlos Ruckauf, que renunció para ser Canciller de Eduardo Duhalde, cuando quedó a cargo del Poder Ejecutivo después de la crisis de 2001. Luego Sola fue electo gobernador y pretendía volver a reelegir, bajo el argumento que su primer mandato no fue suyo, sino que era de Ruckauf que renunció. Esta vez fue la Corte bonaerense fue la que lo sacó vendiendo almanaques.
Sin embargo, cuando se trata de permanecer, los intendentes no desaniman tan fácil y confían en que siempre es posible un cambio de jurisprudencia. Los alcaldes del PRO no se animan a la movida judicial. El cambio de la ley en la legislatura provincial es otro tema, ellos no votan, lo hacen los legisladores que ellos seleccionaron, es un poco mas indirecto el tema, "voluntad de los representantes del pueblo" se animan ya a argumentar. Pero exponerse ante los medios llevando su escritito a Tribunales pidiendo quedarse, les parece mucho.
De todos modos, no es que no quieran beneficiarse del tema: "alguno de los chicos del PJ lo va a hacer, yo creo que Juanchi (Zavaleta), se va a mandar seguro si la ley no sale, y con un fallo a su favor, atrás vamos todos", dice un importante funcionario de uno de los municipios del PRO que va tras la "reelección eterna".
No importan los discursos, si el dirigente es mas o menos prolijito, no importa casi nada, todos quieren ser Gildo Insfrán.