Pese a los 179 mil muertos, Bolsonaro elogió su gestión frente a la "gripecita"
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, aseguró en un discurso en Rio Grande Do Sul que la "gripecita" está llegando a su fin, pese al crecimiento del índice de muertes en la mayoría de los estados. Catalogó además al consumo de hidroxicloroquina como apropiada para aquellos pacientes infectados de COVID-19.
Bolsonaro remarcó que su gobierno "hizo lo posible" para controlar la pandemia de coronavirus. Destacó haber socorrido con "auxilio de emergencia" a 67 millones de brasileños de bajos ingresos y, de ese modo, hizo posible la permanencia de las actividades comerciales de las "pequeñas empresas", garantizando el funcionamiento de "millones de empleos".
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reconoció "el comienzo del fin" de la pandemia en el país.
Principio del fin
El mandatario afirmó que su administración "no escatimó esfuerzos para enviar recursos para atender a la salud" haciendo que "prácticamente todos los hospitales cuentan con sus herramientas". Luego de ilustrar este "esperanzador" cuadro sanitario, Bolsonaro anticipó: "estamos viviendo el finalcito de la pandemia".
Continuando con los elogios propios a su gestión, reconoció que su gobierno "es uno de los que mejor salió si tomamos en cuenta a otros países del mundo".
El fármaco hidroxicloroquina fue uno de los tratamientos más controversiales y utilizados desde el inicio del brote.
Respecto del uso del fármaco, dijo fue necesaria su utilización a modo de "tratamiento precoz". Según la Organización mundial de la Salud (OMS), la ingesta del mismo está reservada únicamente para pacientes que padecen de malaria, una enfermedad infecciosa transmitida por la picadura de un mosquito.
Para demostrar la eficacia de la hidroxicloroquina, Bolsonaro aseguró que en África, uno de los continente golpeado por la malaria, aquellos ciudadanos que consumen esta medicina obtienen, también, protección contra el coronavirus. "Es por eso que el nivel de mortalidad por COVID-19 es tan baja" señaló. El propio mandatario consumió la droga en julio cuando se infectó del SARS-CoV-2.
Brasil superó el pasado miércoles 9 de diciembre los 179 mil muertos, manteniendo el segundo lugar del país con mayor número de pérdidas humanas detrás de Estados Unidos. En simultáneo, y para agravar la situación del país, El ministerio de Salud anunció la detección del primer caso de reinfección del coronavirus.
Qué opina del virus
Según el primer mandatario del país vecino, quien recién se recuperó ya que fue uno de los infectados por el Covid19, y quien durante el recorrido por una zona de su país se quitó la mascarilla y cargó a niños en el trayecto a la inauguración de una escuela cívico-militar, él era consciente de que estaba "en el grupo de riesgo" y "nunca se descuidó", pero "sabía que algún día se iba a contagiar".
"Desafortunadamente, creo que casi todos ustedes se contagiarán algún día", afirmó Bolsorano, quien invitó a los presentes a "enfrentar" el virus.
"¿De qué tienen miedo?", se preguntó el mandatario, al tiempo que reiteró que "las personas mueren todos los días por una serie de causas", pero "así es la vida". "Mi esposa ahora está contagiada, después de un mes de que yo contraje el virus, lo contrajo", dijo.
Al respecto, el presidente de Brasil, defendió nuevamente la utilización de la cloroquina para tratar a los pacientes de covid-19, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) suspendió su uso ante la falta de pruebas sobre su efectividad.
"Ahora no tenemos alternativa. La gente dice ¡oh, no hay pruebas científicas de que funcione! Todos sabemos que no hay pruebas científicas, pero tampoco hay nadie que diga científicamente que no tiene ningún efecto. Entonces, usémosla", expresó.
El 7 de julio, Bolsonaro anunció que había contraído el virus y permaneció casi tres semanas en su residencia oficial. El 23 de julio, todavía con la enfermedad, el mandatario dio un paseo en motocicleta y sin tapabocas por las inmediaciones del Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia. Dos días después, el 25 de julio, se comunicó su recuperación.
Cinco días después, en su primer evento público desde que se recuperó y el mismo día en que su esposa dio positivo, Bolsonaro se quitó la mascarilla para saludar a sus seguidores en el aeropuerto de Sao Raimundo Nonato, al nordeste del país.