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¡Cuidado!: por qué es una pésima y peligrosa idea oler alimentos que tienen moho

Cuando un alimento tiene algún tiempo en la heladera o tiene hongos es común acercarse a sentir el olor para confirmar si se ha echado a perder
13/08/2020 - 15:34hs
¡Cuidado!: por qué es una pésima y peligrosa idea oler alimentos que tienen moho

Hay alimentos que son propensos a desarrollar hongos como el moho cuando permanecen mucho tiempo en condiciones que no son las adecuadas o cuando expira la fecha en que se deben consumir.

Cuando se encuentra un alimento que parece haber entrado en mal estado es común sentir su olor, pero esto podría representar un riesgo para la salud de acuerdo al tipo de hongo del que se trate.

El Dr. Joan Bartra es especialista en alergias y se desempeña en el Hospital Clínic de Barcelona. En una entrevista con el diario La Vanguardia aseguró que consumir u oler hongos presentes en la comida en general no suelen causar problemas a nivel físico, pero también es verdad que en algunos casos pueden dañar la salud, por lo que insta a tener ciertos recaudos.

¿Qué pautas tener en cuenta?

"Existen sustancias presentes en los hongos que sí pueden hacernos enfermar. Unas de las más perjudiciales son las micotoxinas", señala el profesional. Las micotoxinas son compuestos tóxicos producidos de forma natural por algunos tipos de mohos que crecen en los alimentos, tales como cereales, frutas desecadas, frutos secos y especias. Hay muchos tipos de micotoxinas, pero las más frecuentes son las aflatoxinas, la ocratoxina A, la patulina, las fumonisinas, la zearalenona y el nivalenol y desoxinivalenol.

El moho puede aparecer en diversos productos
El moho puede aparecer en diversos productos

Sustancia tóxica

La exposición a las micotoxinas suele producirse al comer alimentos infectados o animales alimentados con comida contaminada. Sin embargo, también existe la posibilidad de exponernos a su toxicidad a través de la inhalación. "Las que pueden provocarnos dolencias más graves son las que se encuentran en los hongos presentes en los cereales y en los frutos secos. Un claro ejemplo son las aflatoxinas", afirmó el profesional en la entrevista.

Las aflatoxinas, producidas por los mohos Aspergillus flavus y A. parasiticus, se encuentran entre las micotoxinas más tóxicas y pueden proliferar en maníes, maíz, cereales, todo tipo de frutos secos, arroz y frutas disecadas, entre otros.

En este sentido, según un informe de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), desde 1988 la OMS considera una de sus variedades –la aflatoxina B1– como cancerígena. "Debido a su alta toxicidad si las inhalamos en altas cantidades pueden causarnos enfermedades respiratorias", alertó el expecialista catalán.

Sin embargo a nivel doméstico es muy difícil -casi anecdótico- que aquellos alimentos que estén florecidos causen un problema de salud. "Para que exista un riesgo real sería necesario estar en un lugar donde haya grandes cantidades almacenadas, como por ejemplo, en una empresa procesadora de alimentos", explicó. 

También es importante tener en cuenta que la agresividad del hongo en la salud no solo depende de la especie, sino también de las característica de la persona. Hay personas con problemas de inmunidad o con enfermedades de base que provocan que sus defensas no sean lo suficientemente potentes para combatir una enfermedad. 

Otro de los puntos a tener en cuenta en relación al nivel de afectación de los hongos es las potenciales alergias que pueden provocar. Hay personas más susceptibles precisamente porque son alérgicas a esos hongos o a sustancias que contienen y que puede hacer reacciones si están en contacto con ellos.

Las frutas pueden tener moho, aún cuando están en la heladera
Las frutas pueden tener moho, aún cuando están en la heladera

¿Enfermedad ocupacional?

La inhalación continua en pacientes con un sistema inmunológico predispuesto y unas medidas de seguridad inadecuadas podría ayudar a desarrollar una alergia ocupacional. En este caso el nivel de exposición también deberá ser muy elevado, es decir, no sucede en un domicilio cuando una persona huele un pan o una fruta con hongos. 

¿Qué pasa en casa, entonces?

En la mayoría de los hogares el riesgo de padecer problemas de salud por inhalación de hongos es menor o casi nula. No obstante, los expertos recomiendan seguir algunas pautas para reducir la proliferación de mohos en la cocina.

Es clave evitar almacenar los alimentos en espacios donde la humedad sea alta y la temperatura templada. Son las condiciones favoritas de los hongos. De todos modos, no hay que alarmarse. No todos los alimentos son igual de propensos a desarrollar moho, por lo que se debe atender a algunos productos en particular. 

Los productos blandos y húmedos son los más propensos a desarrollar hongos por el ambiente que generan para su desarrollo. Además, se aconseja no consumir este grupo de alimentos cuando tienen moho porque el hongo podría haberse expandido hasta sectores que parecen estar libres de él y afectar así la salud.