¿Estás embarazada?: 9 alimentos que debés evitar para cuidar tu salud
El embarazo es una situación fisiológica que no debe cambiar el día a día de la mujer, excepto en los casos en que está en riesgo su salud, la salud del feto o la de ambos. En esos casos sí es necesario tomar algunas medidas para proteger y garantizar el bienestar, que pueden alterar el día a día de la mujer o de su familia.
En relación a la alimentación esta regla también aplica. Las mujeres embarazadas pueden comer lo que quieran. Sin embargo, se aconseja que eviten algunos productos, dado que podrían poner en riesgo su salud.
De todos modos, al momento del embarazo es importante consultar con un profesional de salud en relación a la dieta y la alimentación. Será el médico quien indique qué puede comer la mujer y qué productos debe evitar.
Huevos crudos
Los huevos crudos o los huevos que no están bien cocidos son uno de los alimentos que compone esta lista. Esta regla aplica también para comidas preparadas con huevos crudos, como los helados, las mousses, algunos postres, las tortillas.
El mayor riesgo del consumo de huevo crudo es la salmonelosis, que precisamente aparece por la presencia de la bacteria salmonella, que puede estar en el huevo o en otros alimentos.
Carne cruda
La carne se puede consumir en distintos puntos de cocción. Hay quienes la prefieren bien cocida, hay quienes la prefieren jugosa y están aquellos que eligen consumirla prácticamente cruda. Esta última alternativa se desaconseja rotundamente para las mujeres embarazadas, dado que podrían sufrir infecciones debido a la bacteria de listeria o contagiarse toxoplamosis, una peligrosa infección que es capaz de afectar al feto a través de la placenta. De esta manera, podrían poner en riesgo su salud y su vida.
Además de la carne poco cocida o cruda, se desaconseja comer cualquier otro alimento animal que no pase por el proceso de cocción adecuado y tradicional, como el sushi o el carpaccio, por ejemplo.
Quesos
No todos los lácteos que se consumen, particularmente los quesos, han pasado por el adecuado proceso de pasteurización. Algunas variedades de quesos, como el azul, el brie, el cammembert o la ricota no tienen el mismo proceso que otros tipos de queso, dado que la pasteurización podría matar a los microorganismos que le dan el gusto a estas variedades de queso -hongos, en la mayoría de los casos-.
Es por eso que todos los quesos que no se han sometido a un proceso de pasteurización deberían quedar fuera de la dieta de las mujeres embarazadas, ya que podrían contener bacterias como la listeria y poner en riesgo la salud del bebé.
Pescados y mariscos
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Al igual que sucede con la carne, el problema no son los pescados o los mariscos, sino que el foco se debe poner en la cocción. Si estos productos se cocinaron de manera tradicional, es decir, con calor, se pueden consumir sin problema. Al horno, fritos, al vapor, al wok, no revisten un peligro para la salud de la mujer.
Sin embargo cuando se someten a otros procesos que los mantienen crudos, como el ceviche por ejemplo, no se recomienda su consumo. La ingesta de los mariscos de esta manera podría aumentar el riesgo de contraer cualquier tipo de intoxicaciones peligrosas e infecciones.
En cuanto a los pescados se aconseja dejar de lado aquellos que tienen altos niveles de mercurio, como el pez espada y el atún azul, ya que pueden perjudicar el sistema nervioso del feto.
Alimentos no pasteurizados
Tomar leche "cruda", es decir, no pasteurizada en esta etapa está totalmente desaconsejado. Tal como sucede con los quesos, es probable que contenga la bacteria Campylobacter y otras como la E. Coli o Salmonela, que podrían ocasionar problemas de desarrollo en el bebé, además de intoxicar a la mujer.
Gaseosas
Estas bebidas contienen azúcar en grandes cantidades que podrían desencadenar, o empeorar, un aumento en los niveles de glucemia en la mujer y en el bebé. Esta situación podría predisponer al desarrollo de diabetes en el niño, tanto en los primeros años como a lo largo de su vida.
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Es por eso que la recomendación es evitar su consumo o restringirlo a las cantidades que indique el especialista.
Frutas y verduras fuera de casa
Es muy importante evitar el consumo de frutas y verduras (sobre todo en ensalada) que no se laven en casa porque se desconoce el proceso de lavado y el origen del agua. Estas dos variables pordrían ocasionar diversas infecciones estomacales que podrían tornarse severas, sobre todo en el bebñe, como la salmonelosis o el cólera.
Embutidos
Los embutidos incluyen salchichas, chorizos, mortadela, jamón, queso de cerdo, salamín, entre otros alimentos. Se desaconseja su consumo excepco si se tiene la certeza de que se cocinan a 74 grados centígrados o más.
Cafeína
El Colegio Estadounidense de Ginecólogos y Obstetras recomienda que se limite el consumo de cafeína a menos de 200 miligramos diarios debido a que un exceso podría ocasionar problemas neurológicos y de ansiedad en el bebé.