Beneficios inesperados del cloruro de sodio para tu salud
La presencia de minerales en la alimentación diaria es fundamental para mantener un buen nivel de salud y que el cuerpo permanezca saludable, al igual que otros nutrientes. El cloruro de sodio es uno de los minerales que puede, y debe, estar presente en la dieta. Sin embargo, es importante conocer algunas de sus características para consumirlo en la medida adecuada y para no tener excesos ni déficits.
El sodio es un mineral que se encuentra en la mayoría de los alimentos, en mayor o menor porcentaje, de la misma manera que sucede con el azúcar. Aunque muchas personas lo consideran categóricamente perjudicial para la salud, es importante tener en cuenta que el cloruro de sodio cumple funciones centrales en el organismo, dado que aporta a su buen funcionamiento.
Una de las principales funciones del cloruro de sodio en el cuerpo es mantener el volumen de líquido extracelular (LEC), que está presente de acuerdo al contenido total del sodio en el cuerpo. Además, debido a su acción en relación con los líquidos en el organismo de los seres vivos, ayuda a mantener la homeostasis celular normal. Así, contribuye al conjunto de reacciones que realiza una célula y que le permiten estar en equilibrio con el medio que la rodea.
Por otro lado, regula el equilibrio de líquidos y electrolitos, la presión arterial, el equilibrio ácido-base y la conducción de impulsos nerviosos. Al mismo tiempo, ayuda a controlar la contracción muscular y el transporte activo de nutrientes a través de la membrana celular.
Tiene un papel fundamental en el metabolismo, la absorción de nutrientes y el impulso nervioso en la contracción muscular. La expulsión del sodio se realiza por la orina fundamentalmente, seguido del sudor y las heces.
¿Qué es, técnicamente, el cloruro de sodio?
El cloruro de sodio (identificado en la tabla periódica como NaCl) es más conocido como sal. Sí, la sal de mesa. Es uno de los minerales más abundantes de la Tierra y un nutriente esencial para muchos animales y plantas. Naturalmente se encuentra en el agua de mar y en formaciones rocosas subterráneas, de modo que llega a la composición de muchos alimentos que provienen de la naturaleza.
Tal como se mencionó y precisamente por su composición, el cloruro de sodio es fundamental para mantener el equilibrio electrolítico de los líquidos corporales de una persona. Si los niveles de electrolitos están muy bajos o muy elevados, la persona se puede deshidratar o sobrehidratar. Así lo explican desde la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Durante miles de años, el cloruro de sodio se ha utilizado para saborizar y conservar los alimentos. Como método de conservación, el cloruro de sodio ayuda a prevenir el deterioro y a mantener los alimentos, como las carnes y los quesos; los mantiene listos para consumir y seguros para ingerir, dado que evita que se contaminen porque en ese ambiente es muy difícil que puedan desarrollarse ciertos microorganismos.
El cloruro de sodio también se usa en los procesos de fermentación de alimentos como chucrut, fiambres y kéfir, entre otros productos.
¿Qué otros usos tiene el cloruro de sodio?
Además de condimentar, dar gusto y conservar alimentos, el cloruro de sodio tiene muchos otros usos. Algunos de ellos exceden a la industria alimenticia y se trasladan a otros campos.
De hecho, a nivel médico se usa una solución de cloruro de sodio intravenosa para suministrar agua y sal a los pacientes a fin de aliviar la deshidratación. Para descongelar las aceras y calzadas cubiertas de hielo generalmente se usa sal de roca, el mismo tipo de sal que se usa en la mesa, antes de ser triturada en cristales más finos.
También se usan grandes cantidades de cloruro de sodio en entornos de fabricación industrial para ayudar a crear una gran variedad de productos. Desde plástico, papel, caucho y vidrio, hasta cloro, poliéster, blanqueador de uso doméstico, jabones, detergentes y colorantes. Todos esos productos, en distinta medida, contienen cloruro de sodio, que se utiliza en su fabricación.
¿Cuánto cloruro de sodio se debe consumir?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una ingesta diaria de 5 gramos de sal, que equivale a 2.000 miligramos de cloruro de sodio.
Si se toma como ejemplo una comida común, como una hamburguesa o un sándwich, aderezado con ketchup y una porción de papas fritas, se llega a los 1.137 miligramos de cloruro de sodio. De este modo, en una sola comida se cubren en una sola comida más del 50% de la cantidad diaria recomendada.
Para contar con un parámetro de este ingrediente, hay que tener en cuenta que un sobre pequeño como los que proveen los restaurants o en los puestos de comida rápida contiene 2 gramos de sal. Esta medida equivale, aproximadamente, a 800 miligramos de cloruro de sodio, por lo que sería poco menos de la mitad de la cantidad total que se debe consumir en el día.
Entonces, el límite de consumo recomendado por día sería de 2 sobrecitos y medio de sal como máximo, que tendrían la cantidad de cloruro de sodio que se necesita a diario.
¿Qué beneficios tiene el consumo de cloruro de sodio?
Entre sus beneficios, el cloruro de sodio aporta energía y resulta esencial para el funcionamiento del sistema nervioso. Además, el consumo frecuente de cloruro de sodio tiene otras funciones en el organismo, siempre que se ingiera de manera moderada y no en exceso.
- Regula la presión arterial, la distribución de agua en el organismo y el volumen sanguíneo
- Contribuye al proceso de digestión
- Aporta energía al organismo
- Fundamental para el correcto funcionamiento de músculos y del sistema nervioso
- Colabora en la absorción de otros nutrientes, como vitaminas por ejemplo
- Interviene en la contracción de los músculos
- Está presente en los huesos
¿Qué sucede cuando hay deficiencia de cloruro de sodio?
Al igual que sucede con cualquier nutriente, es posible que exista una deficiencia de cloruro de sodio. Ese déficit podría ocasionar ciertos efectos en el cuerpo, que se pueden ver tanto a corto como a largo plazo. Algunas de esas consecuencias por deficiencia de cloruro de sodio son las siguientes:
- Neuralgias - síntoma provocado por una falla del sistema nervioso que provoca un trastorno sensitivo o dolor sin que la función motora se vea afectada-
- Alteraciones de los impulsos nerviosos, contracciones musculares y ritmo de latidos del corazón
- Incapacidad para digerir los hidratos de carbono
- Falta de energía, fatiga o cansancio
- Confusión mental y/o mareos
- Deshidratación
- Hipotensión -tensión arterial baja-
¿Dónde se puede encontrar el cloruro de sodio?
El cloruro de sodio se puede encontrar en diversos alimentos, tanto de manera natural como agregada. Como ya se mencionó, los productos naturales tienen sodio en su composición, en mayor o menor medida, pero también se puede consumir de manera agregada.
Por un lado, es la sal de mesa. Agregarle sal a los alimentos, sobre todo en su cocción, suma al consumo de cloruro de sodio que se necesita para que el cuerpo funcione adecuadamente.
Al igual que sucede con el azúcar, hay algunos alimentos que contienen cloruro de sodio en forma natural, aunque la cantidad es mucho menor que cuando se le agrega. La remolacha y el apio, por ejemplo, son vegetales que contienen cloruro de sodio, algo que es importante tener en cuenta al momento de cocinarlos y consumirlos.
Los quesos también contienen cloruro de sodio en su composición. De hecho, la cantidad de cloruro de sodio aumenta en función de la dureza y el sabor de los quesos: a mayor consistencia y a mayor sabor, más cantidad de cloruro de sodio. Lo mismo sucede con los distintos tipos de fiambres y los embutidos.
Algunos condimentos o salsas tienen una gran cantidad de cloruro de sodio en su composición, como la salsa de soja por ejemplo.
¿Cloruro de sodio escondido?
Es importante tener en cuenta que hay una gran cantidad de productos que se consumen frecuentemente que contienen altos niveles de cloruro de sodio, pero no todos los consumidores lo saben. Así, es posible que contribuyan a una ingesta excesiva de cloruro de sodio sin que la persona tenga conocimiento de ello. Ahora bien, ¿cuáles son los alimentos que más sodio contienen y se consumen con frecuencia sin saberlo?
Los caldos en cubos -de cualquier sabor- que se utilizan para saborizar las comidas tienen altas cantidades de cloruro de sodio como consecuencia de su concentración.
Algunos condimentos o aderezos que se suelen utilizar para darle sabor a las comidas también contienen cloruro de sodio en porcentajes altos. La mostaza, la salsa de soja, el ketchup y la mayonesa son algunos de ellos, a menos que explícitamente el envase diga que son bajos en sodio.
Todos los productos enlatados -y también algunos congelados- entran dentro de este grupo de alimentos. ¿Por qué? Principalmente, por la alta cantidad de conservantes que requieren para mantenerse en buen estado dentro de los envases. Anchoas en lata, cualquier vegetal enlatado o congelado, atún, caballa, legumbres, son algunos de los ejemplos más claros.
Por su parte, los embutidos también se pueden encasillar dentro de este tipo de alimentos. Si bien parece una obviedad, es cierto que muchas personas no tienen en consideración los altos niveles de cloruro de sodio que tienen el salame, las salchichas, el chorizo, la morcilla, entre otros productos. Del mismo modo, los fiambres son realmente salados y pueden contribuir a la cantidad de cloruro de sodio que consume una persona.
Aunque parezca algo que la mayoría de las personas sabe, todos los snacks que se suelen utilizar para picadas o entradas de las comidas se pueden calificar como alimentos con altos contenidos de cloruro de sodio. Papas fritas, palitos salados, nachos, maní con sal, entre otros.
¿Qué consecuencias puede traer el exceso de cloruro de sodio?
El cloruro de sodio en cantidades moderadas no resulta perjudicial para la salud, sino que por el contrario, es necesario para el adecuado funcionamiento del organismo. Sin embargo, la ingesta de cloruro de sodio en exceso puede repercutir negativamente en la salud, sobre todo a largo plazo. Así, está asociado a diversas patologías que pueden afectar el estado general de salud.
La presión sanguínea alta -hipertensión-, las afecciones coronarias, irritabilidad, retención de líquidos y sobrecarga de trabajo para los riñones son algunos de los problemas que arroja la excesiva ingesta de cloruro de sodio.
En condiciones normales de salud, los riñones tienen la capacidad de regular la concentración de cloruro de sodio y provocar una mayor producción de orina, lo cual provoca que esta sea más diluida en caso de un consumo superior al requerido. No obstante, el exceso de cloruro de sodio a mediano y largo plazo tiene efectos adversos en el organismo. El problema más grave es la retención de líquidos, algo que obliga al corazón, al hígado y a los riñones a trabajar por encima de sus posibilidades.
El riesgo más evidente del exceso de cloruro de sodio es la mayor probabilidad de desarrollar hipertensión arterial, dado que al retener agua, aumenta el volumen de sangre y por tanto la presión de la misma.
Otro de los riesgos severos del consumo excesivo de cloruro de sodio es la aparición de úlceras estomacales y gastritis.
La osteoporosis es otra de las patologías que puede aparecer como consecuencia de la ingesta excesiva de cloruro de sodio. Se trata de una enfermedad de los huesos que produce una disminución de la densidad de masa ósea, lo cual provoca un debilitamiento de los mismos. Practicar ejercicio físico durante toda la vida es una de las claves para prevenir el desarrollo de esta enfermedad en la edad adulta y, sobre todo en las mujeres, después de menopausia. Por su parte, el entrenamiento de fuerza en particular contribuye a mejorar la densidad ósea y previene el deterioro de los huesos.