Histórico: la vacuna de Oxford se probó en humanos y está cerca de ser "la definitiva"
Los resultados de los ensayos en humanos realizados con la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford han mostrado los primeros datos prometedores. Estas pruebas, realizadas entre 1.077 personas, concluyeron que la vacuna no solo es segura sino que además genera una fuerte respuesta inmune, ayudando a crear una doble barrera: por un lado, anticuerpos y por otro, linfocitos T, un glóbulo blanco que elimina las células infectadas. Las pruebas comenzaron en abril y ahora se publicaron por primera vez los resultados en la revista científica 'The Lancet', unos resultados que son muy prometedores.
Durante los ensayos clínicos realizados por expertos del centro académico, los más de mil voluntarios mostraron que una inyección les llevaba a producir anticuerpos y células blancas de la sangre que pueden combatir el virus. Estos descubrimientos se consideran "muy prometedores", si bien todavía es necesario llevar a cabo ensayos a mayor escala a fin de determinar si los anticuerpos son suficientes para ofrecer protección a largo plazo contra la enfermedad. En estas primeras pruebas, las defensas se mantuvieron dos meses tras la administración de la vacuna.
La vacuna generó una respuesta inmune de linfocitos T tras solo 14 días después de su administración, y de anticuerpos en 28 días. La respuesta fue aún más potente tras una pequeña segunda inyección, tras la cual la sangre del 100% de los participantes en los ensayos mostró esta capacidad neutralizadora frente al virus, lo que parece indicar que esta podría ser una buena estrategia para la vacunación. Durante los ensayos, se administró la vacuna a 1.000 personas sanas entre 18 y 55 años. Solo 10 de esas personas recibieron una segunda dosis. De momento, no se han registrado efectos secundarios graves. La Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca ya han comenzado una tercera fase de ensayos con decenas de miles de personas para certificar que, efectivamente, es segura, genera inmunidad y no desencadena efectos secundarios graves.
"Los datos de la fase I/II de nuestra vacuna muestran que no provocó ninguna reacción inesperada y tuvo un perfil de seguridad similar al de las vacunas anteriores de este tipo. Las respuestas inmunológicas observadas después de la vacunación están en línea con lo que los estudios anteriores en animales han demostrado que están asociadas con la protección contra el virus del SARS-CoV-2, aunque debemos continuar con nuestro riguroso programa de ensayos clínicos para confirmarlo en los seres humanos", explica Andrew Pollard, investigador jefe del Ensayo de Vacunas de la Universidad de Oxford y coautor del estudio.
Cómo sigue el estudio de la vacuna
La universidad y AstraZeneca están colaborando con socios en todo el mundo para llevar a cabo una Fase III de pruebas en Estados Unidos que involucraría a 30.000 voluntarios, además de realizar un estudio pediátrico y pruebas a decenas de miles de personas en Reino Unido (15.000), Brasil (5.000) y Sudáfrica (2.000). Hasta ahora, la compañía se ha comprometido a suministrar más de 2.000 millones de dosis a EEUU, Reino Unido, Europa y otras coaliciones mundiales de vacunas. Recientemente, el ministro británico de Sanidad, Matt Hancock, indicó que los investigadores, entre los que también hay un equipo del Imperial College London, trabajan para lograr el "mejor escenario" que posibilite poner en circulación una vacuna a lo largo de este año, aunque admitió que es más probable que esto suceda en 2021.
"Aunque queda mucho por hacer, los datos actuales aumentan la confianza en que la vacuna funcionará y nos permiten continuar con nuestros planes de fabricar la vacuna a escala para un acceso amplio y equitativo en todo el mundo", comentó Mene Pangalos, Vicepresidente Ejecutivo de Investigación y Desarrollo de Biofármacos de AstraZeneca.
El catedrático de farmacoepidemiología de la Universidad de Oxford, el español Daniel Prieto-Alhambra, reveló además la semana pasada que el Jenner Institute ya está produciendo la vacuna diseñada y desarrollada por científicos de esta universidad británica para poder distribuirla en diciembre, después de que se demuestre que es efectiva. El Jenner Institute, fundado en 2005, forma parte del Departamento de Medicina de Nuffield en la Universidad de Oxford y tiene como objetivo desarrollar vacunas para enfermedades de gran importancia para la salud pública mundial.